El escritor Agustín Sidoti lanzó Mi sueño era jugar un mundial, libro en el que el o la lectora debe tomar decisiones –al estilo de Elige tu propia aventura– para edificar su carrera futbolística.

Agustín Sidoti se lanzó como escritor en 2017 con su obra primera Una pelota de cuentos, que tenía la particularidad de ser entregada por el propio autor en las estaciones de ómnibus de cada ciudad donde el libro era requerido, a lo Tom Hanks en la película La Terminal. Después publicó Una pelota de cuentos, segundo tiempo, y ahora retomó el mundo redondo y de las letras para publicar Mi sueño era jugar un mundial, que sólo se consigue en PDF (formato digital para leer en cualquier pantalla), y en el que la o el protagonista –porque está escrito tanto en femenino como en masculino– es quien está leyendo, y quien debe elegir su propio camino.

Jugando a la Rayuela

“Hay diez finales diferentes a los que podés llegar dependiendo de las elecciones que vayas tomando a medida que vayas leyendo. Una especie de Rayuela pero de fútbol, y no de Cortázar claramente”. Así ofrece su libro Sidoti a través de redes sociales, desde las que se lo puede conseguir a un precio módico de 200 pesos. “La idea surgió de lo que venía haciendo en Instagram, con pequeñas historias en las que en un texto, de uno o dos párrafos, planteaba una situación con dos opciones, como para que la gente vote qué camino quería seguir para continuar la historia”, remarca el autor sobre el concepto original que luego devino en libro virtual. “La gente se fue enganchando. Hice eso durante todo un mes, muchos se sumaron y eso me dio la pauta de que era atractivo”, añade.

El papel, por los costos de impresión y envío, quedó a un lado en esta oportunidad, según admite el ex volante por izquierda que alcanzó a jugar en la reserva de Excursionistas, en la Primera C. “Producto de la pandemia, decidí hacerlo de forma digital, porque la entrega directa es bastante complicada y también por el tema del dinero. Además, de esta manera lo puedo ofrecer a un valor de 200 pesos, que roza lo ridículo para un libro, y no hay costo de envío ni nada. Y es la posibilidad de llegar a más público”, dice.

En cuanto al particular formato literario, este ferviente admirador de Roberto Fontanarrosa aclara que “lo de Rayuela sólo lo digo como un chiste” en referencia a la conocida novela de Julio Cortázar, “pero el formato es como el de Elige tu propia aventura, pero con la diferencia de que en mi libro la misma historia está contada para que vos la leas siendo varón, o mujer. Si sos mujer, vas a leer de compañeras, una árbitra, una técnica. Si sos hombre, de compañeros y árbitros”.

Yo tengo un sueño

El título del libro “busca jugar un poco” con la frase que un pibito y melenudo Diego Armando Maradona grabó alguna vez en un potrero, en el que ante las cámaras también hacía jueguitos. La historia del Pelusa, que logró su cometido en México 86, es conocida por todos y todas. Distinta suerte corrió el o la protagonista de Mi sueño era jugar un mundial, según revela su autor: “El relato tiene un humor bastante particular en algunos casos, y es la historia de un jugador –que como está escrito en primera persona, sería como tu historia– que en algún momento soñó con eso, pero que por distintos motivos se fue conformando con menos. Aparecen en el trayecto del relato distintos caminos en el que te hace elegir entre distintas opciones”.

En este sentido, el joven escritor adelanta además que el protagonista “está jugando en el Ascenso y que ya sabe que no va a jugar un mundial pero que no por eso va a dejar de intentarlo”. Y sigue: “Arranca con que está yendo a entrenar, con que hay un nuevo técnico, y que éste le pide plata para jugar. Y ahí tenés que elegir entre pagar y no pagar. Al pagarle al DT se van dando una variante de caminos, a ver si te descubre, si no; y si no le pagás, lo mismo: hasta dónde te lleva el entorno y el ambiente del fútbol”.

Este muchacho del porteño barrio de Almagro, que supo ser cadete de su propia publicación, aclara que las páginas de su libro cuentan “la historia de un jugador o jugadora, porque está escrito en masculino y la misma historia en femenino”.

¡Fracasado!

Uno de los insultos más escuchados en las canchas del fútbol argentino, o en las tribunas mejor dicho, es el de “fracasado”, con el que se trata de herir a un jugador reprochándole el hecho de no haber tenido “éxito”, de no haber llegado más lejos en su carrera. Es un tema que se presta y mucho para el debate en un ambiente en el que un mínimo porcentaje de quienes aspiran a convertirse en futbolistas profesionales, y sobre todo en un país como el nuestro, en el que la inmensa mayoría soñamos con salir por el túnel al campo de juego del club de nuestros amores. Sin ánimo de spoilear como se dice ahora la historia que narra entre las páginas de su nuevo libro, Agustín adelanta que “trato de que mis cuentos sean populares y que cada uno se pueda identificar, por lo que el tema del fracaso siempre está presente”, y argumenta: “Los personajes que fracasan suelen ser los más interesantes. En este caso, el o la protagonista demuestra que pese a que sabía que no iba a jugar un Mundial lo sigue intentando hasta el último momento. Y eso es algo que de alguna manera u otra nos pasó a todos”. Igual, no siempre jugar el Mundial es lo más, no es sinónimo de éxito. Tal vez llegar a Primera ya está bien, me puede pasar a mí con los libros, a ustedes con el periodismo. Hay en el camino un montón de circunstancias que ayudan o no a que uno se pueda desarrollar y no ser un fracasado, más si uno puede hacer lo que le gusta”.

En cuanto a su propia aventura y al destino que se fue trazando y escribiendo a partir de las decisiones que tomó, Sidoti señala que “esto de los libros viene bien. Me hubiese gustado, por ahí, haber arrancado un poco antes, aunque quizá no hubiese tenido las mismas armas para terminar los libros. Creo que llegó en su momento justo. Ahora, el nuevo camino que estoy eligiendo es esto de los PDF. Siempre hay que tratar de ir buscando variantes, prueba y error, como todo”.

Antes de despedirse, este hincha de Boca y del buen fútbol remarca que el libro se puede conseguir a través de las cuentas de Instagram y Facebook (@unapelotadecuentos), que el módico valor es de 200 pesos, y que “el PDF se puede pasar y compartir por cualquier dispositivo o red social porque la idea es que llegue a la mayor cantidad de público posible”.

Fuente: El Eslabón

 

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