Leonel Giacometto es trabajador de la cultura, escritor, guionista y director teatral, el pasado mes de agosto, a su compañero, a un amigo y a él, les propinaron una brutal golpiza e intimidación con armas blancas y de fuego por su orientación sexual, según relató a la Justica, por parte de un grupo de vecinos de uno de los monoblock del barrio Nuevo Alberdi, donde residían por entonces.
El feroz ataque que tuvo connotaciones homofóbicas, derivó en el abandono de la vivienda y en las denuncias correspondientes a los dispositivos judiciales, como así también a los organismos estatales, la Municipalidad, el Concejo y la Provincia.
Giacometto y su novio Pablo, y Álan, un amigo que finalmente consiguió alojarse en otra vivienda, lograron acceder al programa de protección de víctimas y testigos de la provincia, y un subsidio municipal momentáneo para paliar el tema habitacional.
“A nosotros al principio nos sacaron por 72 horas de la casa, pero hace 88 días que estamos dando vueltas” , le contó el trabajador cultural a Redacción Rosario que por estos días convive con su novio en un hotel sin muchos recursos para vivir.
“Como la causa cambió de fiscal -siguió- y lo diario se nos hacía y se nos hace insoportable, mientras tanto se investiga penalmente algo que me parece que se dilata”.
Gicometto relató con enojo y desesperanza que el accionar lento en las investigaciones, la problemática de la pandemia, sumando a la decisión de la Justicia de que no regresen al monoblock donde recibieron las amenazas e intimidaciones, genera mucha incertidumbre. Mientras tanto, como víctimas del hecho antes mencionado y al no tener recursos para solventar los días y sus noches, esperan la decisión del municipio que surge del compromiso de facilitar herramientas para alquilar un espacio en otro barrio.
“Se investiga penalmente aún algo que me parece que se dilata, hay un informe que pedí por escrito sobre el por qué no podemos volver, que nunca vi pero vieron todos, estamos buscando un departamento para alquilar, donde la Municipalidad se hace cargo, se haría cargo de la garantía, como seguro de caución y de los primeros tres meses. El problema es que ya rebotamos porque no se ponían de acuerdo qué área va a poner la plata”, afirmó en base a las entrevistas que tuvieron con Diversidad, DDHH, y el Servicio público de la vivienda. “Esos son los que tenemos seguro, o sea, la palabra del director de cada área”.
Para el dramaturgo, las cuestiones burocráticas y una empatía de baja intensidad generan un panorama en el que también impacta la cuestión judicial.
“Por el caso entregué sobrenombres y Facebook de los agresores y hace un mes vinieron de la policía investigativa y de la Fiscalía a mostrarme los mismos Facebook y las fotos que ya tenían”, aseguró el guionista que todavía no pudo recuperar sus pertenencias de la vivienda que habitaba en el barrio Nuevo Alberdi.
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