Según la Asamblea de Trabajadorxs por la Salud Colectiva, con menos casos en el sur provincial el Estado sigue ausente y sin controlar la evolución. “El cuidado colectivo es un imperativo ético y político», advirtieron.

“Las responsabilidades individuales no sirven para una salud integral”, indicaron este martes desde la Asamblea de Trabajadorxs por la Salud Colectiva de Rosario, el colectivo que se convocó a partir de la expansión de la pandemia del Covid19, desde hace más de 8 meses.

El debate se centra, según este colectivo, en “dejar la pandemia librada a su evolución natural, o intervenir desde el Estado para intentar controlar y conducir su evolución, privilegiando la vida”.

Botón rojo intermitente y planificado

“Como explicamos oportunamente, el Botón Rojo surgió como símbolo de voluntad política de intervenir para disminuir el nivel de contagios, para cuidar la vida. Botón rojo YA y Botón rojo con derechos fueron las primeras consignas. Y hoy es Botón Rojo Intermitente y Planificado, porque pensamos que sólo se puede afirmar a ciencia cierta que hasta que no haya vacunas efectivas y tengamos a más del 70 por ciento de la población inmunizada, la pandemia no acabará”, expresaron.

“La progresiva disminución de casos en el sur de la provincia –pero con un incremento preocupante de la mortalidad y la letalidad– acentúa el riesgo de comportamientos sociales de negación de la situación”

“Este momento en la evolución de la pandemia es clave para no seguir debilitando aún más las funciones de regulación y control por parte de quienes tienen responsabilidades de gobierno. Consideramos que es clave en el sentido de que la progresiva disminución de casos en el sur de la provincia –pero con un incremento preocupante de la mortalidad y la letalidad– acentúa el riesgo de comportamientos sociales de negación de la situación, mientras que en otros sectores del territorio provincial los movimientos de la curva empiezan a ser preocupantes y hay que interrogar esos mecanismos, interrogarlos para generar conciencia”. agregaron en el texto del comunicado.

“Creemos que el momento es clave para evaluar lo actuado hasta la fecha en términos estratégicos, incluyendo también las cuestiones comunicacionales”

“Sin embargo, el negacionismo es fortalecido por discursos político-sanitarios que insisten en el mensaje de la responsabilidad individual del cuidado y en la exhortación a “aprender a convivir con el virus”. Tal mensaje evidencia debilidad y desconfianza a la hora de aplicar los instrumentos normativos requeridos para el bienestar colectivo, frente a la presión de demandas sectoriales derivadas de la profunda crisis económica. También creemos que el momento es clave para evaluar lo actuado hasta la fecha en términos estratégicos, incluyendo también las cuestiones comunicacionales”, señalaron.

Salud colectiva

Esa priorización de la vida “fue la opción enunciada por el gobierno Nacional, rápidamente compartida y adoptada por todas las provincias, desde la Emergencia Sanitaria Nacional”, recordaron.

“La lucha no es contra el virus, sino por una ampliación social que incluya las necesidades de la población, esas cuestiones que redundan en la salud colectiva y que sistemáticamente quedan invisibilizadas”, plantearon.

“Una pandemia no es un problema sanitario, sino un problema socio-político y en ese sentido, objeto de la intervención del Estado entero, de los Gobiernos en todos sus sectores y niveles y de todas las organizaciones de la sociedad”, expresó la organización.

Mas adelante, expusieron el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (Aspo),
“resultó clave para que, aún agotadxs y al límite”, esten “todavía en pie”.

“Pero la circulación comunitaria disparó el número de casos y en consecuencia el número de fallecidxs en un proceso que se fue acelerando en relación directa con la disminución de la capacidad de rastreo y contención del sistema de salud”, agegaron.

Muertes evitables y malestar

“Cuando se empezaron a percibir los signos de nuestro malestar, se comenzó a hablar del stress del sistema de salud, del desgaste físico y subjetivo de lxs trabajadorxs. De algún modo nuestro trabajo y nuestras necesidades también estaban siendo invisibles y la Pandemia lo hizo evidente”, contaron.

“Sin embargo, nuevamente lo que es puesto en el centro de la escena son los indicadores de ocupación de camas críticas. Ni las muertes evitables ni nuestro malestar. Primero nos expresamos como siempre lo hemos hecho, por grupos”, recalcaron.

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