Yo no sé no. Pedro se acordaba cuando en el barrio se mandaron un baile de disfraces, él tendría unos 6 casi 7 años, y lo único que tenía más o menos a mano era el disfraz de Lobo, que como ya hemos contado, le hicieron para una fiesta escolar. La otra era una sábana para hacer de fantasma. O un carnicero con los delantales de la vieja pero no tenía cuchillos de juguetes. Todavía recordaba al padrino decir que unos años antes, se habían escapado de una cárcel del sur unos dirigentes peronistas algunos disfrazados de monjas (en el 57 o 58).

Bueno, volvamos a la fiesta. Era mediados de enero y no daba para muchas pilchas, la otra era conseguirse un silbato y aparecerse en malla como un salvavidas. Ese año los carnavales caían a mediados de febrero. Y por Oroño, desde Pellegrini hasta 27 de febrero, el corso estaría a todo trapo y las caretas también. Cuando pasábamos por la mixta, nos agarraba unas ganas de ser un motorman (el que manejaba los tranvías).

Por esos días, se armó una trifulca en el bar de Santiago y Mendoza, después de un partido alguien gritó desde adentro del local:  “A ver ahora de que se van a disfrazar después de tremenda goleada”.  

Y hablando de goleada, cada vez que alguno de nuestros arqueros se hacía el Carrizo, siempre alguno le recordaba la goleada que recibió en España, y le gritaban: “Mirá si te hacen seis como a Amadeo, de qué te vas a disfrazar” .

Cuando éramos pre adolescentes los pocos bailes así fueron muy elementales, los tipos se disfrazaban de mina y ellas de varones. Solo los pibitos siguieron luego esa costumbre y aparecieron los Batman, los Hombre Araña y los Zorros.

En alguna que otra pelea por el título mundial de box, apareció uno todo producido. Los que perduraban en el tiempo eran los trajes de los luchadores de Martin Karadagian.

Más acá, durante el conflicto con los sectores sojeros, aparecieron los atuendos que a toda vista saltaba que se disfrazan de gauchos. Así, como en los 90 los jóvenes yuppies parecían todos bancarios. 

Anteayer, sobre el mediodía de Reyes, vimos a un pibito saliendo casi a los saltos con espada en mano y vestido de pirata. Nos sorprendió que no era el Zorro, era un corsario. Y había una niña vestida de superheroína Mujer Maravilla.

Y en la tele, veíamos que en el Capitolio se mandaban unos cuantos con trajes raros pero parecía una toma, y era como una historieta de terror. Con Pedro, al no escuchar el audio de los comentaristas de acá, nos preguntamos de qué estarán disfrazando el comentario.

Y en un momento, vemos un zócalo en la pantalla que dice: “Inminente paro agrario”. Pedro me dice: “Capaz que los yuppies se vuelven a disfrazar de gauchos, no sé, ojalá prime la cordura”.  Volvemos a ver a los pibitos disfrutando de los disfraces y nos preguntamos: ¿Los del Capitolio se creerán los personajes?, los de Clarinete- Nación-Infobae ¿se creerán sus mensajes disfrazados de periodismo republicano?

Por las dudas, me dice Pedro, hay que estar preparado, mirá si tenemos que salir a manifestarnos y nos agarra sin el barbijo puesto ¡y sin disfraz! ¡Que pa ser Patria solo se necesita el corazón arropado de paisano!

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