Datos del Observatorio Social del Transporte aseguran que tres de cada cuatro personas que usan el colectivo consideran que las modificaciones implementadas por el municipio en el sistema, en el marco de la emergencia, son “muy malas” o “malas”. El principal malestar lo causa la larga espera.
Desde la entrada en vigencia de la adecuación del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP), el pasado 25 de enero, el bondi no ha parado de juntar rechazos. Es que pese a las modificaciones que efectuó la Municipalidad en su momento debido a las críticas de vecinas y vecinos, y al pedido de la oposición para reveer la cuestión, las y los pasajeros cuestionaron los cambios.
El informe del OST sostiene que de los 286 encuestados –el martes 9 de febrero, en las plazas Montenegro y Sarmiento– el 42 por ciento calificó los cambios como “muy malos”, el 32,2 como “malos”, el 24,4 los definió como “buenos”, y sólo un 1,4 por ciento como “muy buenos”.
El relevamiento aporta que entre quienes calificaron la reforma como mala o muy mala, la principales razones esgrimidas fueron el crecimiento del tiempo de espera en las paradas (27 por ciento), el empeoramiento de los recorridos (23,5 por ciento), la mayor distancia entre paradas (22,5 por ciento), que se viaja más apiñado a bordo (22 por ciento), y que los tiempos de viaje son más largos (5 por ciento).
Al exponer los números del sondeo, el concejal Eduardo Toniolli sostuvo que “la valoración crítica de la mayoría de los usuarios consultados es una consecuencia lógica de una reforma que fue realizada con criterios exclusivamente comerciales, para mejorarle a las empresas del sector el índice de pasajeros transportados por kilómetros recorridos, sin tener en cuenta de que están prestando un servicio público”.
“Cuando se discutió la emergencia en el Concejo Municipal, nuestro bloque (Frente de Todos) fue el único que votó en contra, pero no nos paramos sólo desde la negativa, planteamos alternativas que incluían formas de financiamiento que evitaran un ajuste tan brutal”, agregó el edil justicialista.
Proponen una solución de fondo (anticíclico)
El segundo apartado del informe del Observatorio despliega un análisis económico del que se desprende que, comparando las grillas horarias de hace un año con la actual, la Municipalidad se ahorra aproximadamente 30 millones de pesos mensuales gracias al recorte de servicios efectuado.
En ese marco, Toniolli recordó que el proyecto de creación de un Fondo Anticíclico que presentó a mediados del año pasado, “se proponía suplir –en parte– la baja de recursos producto de la caída en la actividad económica y de la disminución de usuarios del transporte urbano provocada por la pandemia”.
“Proponíamos un aumento de la alícuota del Derecho de Registro e Inspección (Drei) a las actividades desarrolladas en los puertos (del 6,83 al 15,75 por mil), y a las entidades bancarias (del 29 al 35 por mil)”, señaló el concejal peronista, y amplió: “A valores actuales estimamos que lo recaudado por este fondo sería de 20 millones de pesos mensuales, las ⅔ partes de lo que el municipio se ahorra por medio de los recortes de servicios que viene aplicando”.
Para el legislador local, “lamentablemente el oficialismo y sus aliados, a la hora de discutir la emergencia, no abrieron el debate sobre esta y otras iniciativas que apuntan a financiar el sistema, y podrían evitar o morigerar los recortes y los aumentos de tarifas, que terminan empujando a más usuarios afuera”.
“Nosotros sostenemos –concluyó Toniolli– que el transporte público es la columna vertebral del funcionamiento de la vida económica de una ciudad, por lo que resulta lógico y razonable que actividades económicas que se sirven de ese servicio -y siguen teniendo ganancias extraordinarias aún en medio de la pandemia- aporten a su funcionamiento, y más en una etapa de crisis”.
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