La ciudad de Panguipulli, ubicada en la Región de Los Ríos, a más de 700 kilómetros al sur de Santiago, fue el eje de furiosas protestas en Chile tras la muerte el viernes 5 de febrero pasado de un artista callejero baleado por un carabinero y cuyo video se hizo viral. La víctima fue Francisco Pancho Martínez Romero, un malabarista, al parecer con problemas psiquiátricos. Además era el tío de Anthony, el pibe de 16 años que casi muere en manos de los carabineros que lo tiraron desde un puente al río Mapocho, en el emblemático caso Pío Nono, ocurrido durante las protestas en 2020. En tanto, el miércoles pasado la Corte de Apelaciones de Valdivia dispuso la liberación del uniformado, único acusado del crimen.
Las imágenes del video muestran a Pancho revoleando de forma amenazante los machetes que utilizaba para sus actos callejeros y a dos carabineros salir corriendo. Uno de ellos, después, apunta y dispara al joven en la vereda y lo remata en la calle. La indignación corrió velozmente cuando las filmaciones se difundieron en las redes sociales y las movilizaciones comenzaron a multiplicarse. Por la tarde noche, hubo cortes en las calles y se produjeron ataques incendiarios a la sede municipal de la ciudad, que finalmente quedó completamente destruida.También protestaron en otras partes del país, incluyendo la plaza Italia en Santiago, epicentro del estallido social de octubre de 2019.
Desde Carabineros, el teniente coronel Boris Alegría, jefe de Operaciones de la Décima Zona de la policía militarizada, defendió el actuar de sus funcionarios. “Esto se trató de un procedimiento de control de identidad que realizaron carabineros en la Plaza de Armas. En este control, Carabineros lo conminó a dejar sus machetes de lado. Esta persona no lo hizo y, al contrario, se abalanzó contra el personal policial, ante lo cual los carabineros hicieron unos disparos de advertencia al suelo”, dijo la autoridad policial.
El presidente Sebastián Piñera, varios días después del suceso, habló y lamentó el deceso de Martínez. Sin embargo también respaldó a carabineros. “Quiero expresar mi respaldo y mi apoyo a Carabineros de Chile, que es una institución fundamental y es la primera línea en la defensa del orden público”.
Violencia institucional enquistada
Pancho, como era conocido el malabarista de 27 años, hacía un par de años que desplegaba su arte callejero en Panguipulli, y tenía nacionalidad argentina y chilena, según contó su hermana Rocío Caviedes a CHV Noticias. Además, reveló que era el tío de Anthony, el chico de 16 años que casi muere en manos de los carabineros en el emblemático caso del puente del Pío Nono, ocurrido durante las protestas del 2 de octubre de 2020, cuando el joven fue arrojado por un uniformado al lecho del río Mapocho.
Según la mujer, su hermano “padecía esquizofrenia”, pero aclaró que “eso nunca le había traído problemas”, agregó que le gustaba conocer lugares nuevos, caminar y que “no molestaba a nadie”.
El carabinero que efectuó los disparos, Juan González Iturriaga, quedó detenido pero el tribunal revisó su arresto y fue liberado el 10 de febrero.
El lunes pasado, el tribunal había dado por acreditada la investigación por homicidio simple, solicitada por la Fiscalía, ya que, aunque indicó que el elemento utilizado como arma por Martínez (las cuchillas con las que hacía malabares) revestía un “carácter potencialmente letal”, que habilitó al funcionario a hacer uso de su arma de servicio, el último disparo del agente –que le causó la muerte– fue “innecesario”. Para el tribunal, el joven ya estaba desestabilizado por los disparos anteriores que había recibido en sus piernas.
“El último disparo percutado no se encuentra amparado por el derecho y constituye un exceso policial en el uso de la fuerza”, indicó el magistrado del Juzgado de Panguipulli, según publicaron los diarios El Mercurio y La Tercera.
Cuestionamientos a la Justicia
En tanto, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (Indh) de Chile, Branislav Marelic, manifestó su descontento ante la resolución judicial, pero aclaró que aunque se considere de forma preliminar que hubo legítima defensa “no significa que el juicio esté concluido” y “aún falta la investigación”, al tiempo que anunció que desde su despacho seguirán participando en la investigación penal del caso”, dijo Marelic.
Por su lado, la defensa y familiares del malabarista criticaron la decisión de la Corte de Apelaciones de Valdivia. “Nosotros desde luego creemos que no es legítima defensa toda vez que no se reúnen todos los requisitos”, dijo a CNN Chile el abogado de la Defensoría Popular, Rodrigo Román. La defensa de la familia de Martínez solicitaba prisión preventiva para el agente durante los próximos cuatro meses en los que se llevará a cabo la investigación penal.
Una institución corroída
Desde todo el arco político opositor y desde los organismos de derechos humanos volvieron a poner en debate público la necesidad de una reforma en la policía militarizada chilena. Pero además se abrió un chisporroteo interno en el gobierno de Piñera ya que la propia ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, admitió esa urgencia, e incluso ventiló que lo charló con el mandatario: “Yo soy una convencida, y el presidente lo sabe, lo he conversado con él, de que sería vital tratar de tener una reformulación, una suerte de refundación de Carabineros, sobre todo en materia de orden público, tener una nueva policía en materia de orden público, mucho más especializada, con profunda capacitación en derechos humanos, con muchas herramientas en tecnología y de nuevos recursos para enfrentar esos desafíos que son tan complejos”, señaló la funcionaria en una entrevista con Radio ADN.
Según publicó el diario La Tercera, pocos minutos después, el link con la noticia se compartió entre los WhatsApp de los 40 generales de la institución uniformada, y también entre los eslabones medios de mando. Y a la vez llegaron al teléfono del general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, quien decidió presentar al gobierno los reparos de la institución ante estas declaraciones.
Fuente: El Eslabón