Rosario Central no tuvo una buena noche en Núñez, donde cayó 3 a 0 ante el Millonario, en el estreno de su campo de juego. Un penal mal cobrado –convertido por Montiel cuando River ya ganaba con gol de Borré– le facilitó las cosas al local. De la Cruz anotó el último.
El equipo dirigido por Cristian González tuvo una brava parada en la segunda fecha del Grupo A de la Copa de la Liga Profesional. Y esa dificultad quedó demostrada en el resultado, con una contundente derrota en un estadio al que River volvió después de largos meses, tras la remodelación del verde césped.
Todavía iban segundos cuando Lucas Martínez Dupuy le ganó en lo alto a Javier Pinola, pero al cabezazo le faltó fuerza y precisión para complicar más a Franco Armani. River respondió con un mano a mano de Rafael Santos Borré, que Jorge Broun desactivó con una rápida salida.
El dueño de casa manejaba la pelota, con las dificultades que el nuevo césped imponía –por su rapidez y la falta de costumbre– pero no generaba mayores peligros en al área auriazul. Por eso no fue de extrañar que el primer grito de la noche llegara de pelota parada: fue desde un córner, a los 36’, a través del colombiano Borré, que empujó la pelota casi sobre la línea ante un desvío de Paulo Díaz
El delantero riverplatense volvió a tener otra chance cara a cara, pero Fatura nuevamente le ganó el duelo. En el área de enfrente, Gastón Ávila se encontró con la pelota en un tiro de esquina, pero fue tan elevada que debió definir con la rodilla y se le fue por arriba.
La cosa se le empezó a facilitar al conjunto dirigido por Marcelo Gallardo desde los 11’ del segundo tiempo, cuando el árbitro Fernando Rapallini vio una mano dentro del área de Joaquín Laso en el momento en que el balón le dio en la axila. Poco le importó el error a Gonzalo Montiel, que puso el 2 a 0 desde los once pasos.
Para colmo de males, al minuto siguiente fue expulsado (por roja directa) el lateral Joan Mazzaco, por un planchazo a Nicolás De la Cruz. Y justamente fue el propio volante uruguayo quien a los 18’ liquidó el encuentro con un fuerte remate, desviado en el camino por Ávila, lo que complicó aún más a Broun en su intento de sacarla.
A la media hora ingresó Marco Ruben (en lugar de Lucas Gamba), pero más para tener rodaje y sumar minutos, que con la ilusión de remontar el resultado adverso. Después, el Millonario tuvo más chances, mientras que la visita intentó evitar una goleada mayor. Y así se esfumaron los minutos hasta el final.
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