Un espacio educativo secundario travesti, trans y disidente empezó a funcionar en Rosario. Se trata de una propuesta pensada para que las personas que integran esta comunidad puedan cursar o completar sus estudios obligatorios. Es de tres años de duración, depende de los Ministerios de Educación y de Igualdad, Género y Diversidad de Santa Fe.
Apenas se difundió la información, 80 personas mayormente -no es excluyente- de la comunidad travesti, trans y disidentes se acercaron a anotarse. El coordinador del Espacio Socioeducativo de este secundario, Nicolás Dusanto, explicó a Redacción Rosario, que la posibilidad de contar con el título secundario entusiasma a esta comunidad históricamente excluida de los distintos ámbitos de la vida cotidiana.
Además de garantizarles el derecho a la educación, el espacio permite también darles herramientas para acceder a mejores posibilidades de trabajo. “El cupo laboral trans” es un incentivo para tener el título secundario, apunta el profesor Dusanto.
El cursado es de lunes a viernes, de 18 a 21, organizado en burbujas para respetar protocolos y el cuidado colectivo que indica la pandemia. Es semipresencial, funciona en la planta alta del Centro Cultural La Toma (Tucumán 1349), y es una extensión áulica de la Eempa N°1147 de Italia al 1200.
Como este secundario comenzó en el segundo semestre del año, las clases son para los 1°, 3° y 5° años. Para el 2022 estará habilitada la inscripción de los demás años de cursado.
“La idea es ofrecer otras actividades, no sólo las clases del secundario, que mejoren la calidad de vida de todes”, expresa el coordinador Dusanto, a la vez que invita a quienes deseen conocer más sobre esta oportunidad de estudio a acercarse a La Toma, de lunes a viernes de 18 a 21.
Además del espacio de Rosario, también se abrió otro secundario de iguales características en Reconquista. Los dos se suman al que ya funciona desde el inicio de 2021 en la capital santafesina.
Al servicio de las políticas públicas
Carlos Ghioldi preside el comité de lucha de La Toma. Se entusiasma y celebra que el espacio abierto y popular sea ahora un ámbito donde se garantizan derechos. “El establecimiento en manos obreras al servicio de políticas públicas de inclusión social”, resume de esa idea.
La Toma puso a disposición del Estado provincial, de manera absolutamente gratuita, y acondicionó el espacio comunitario para que funcione la extensión de esta Eempa. “La única condición siempre es que sea para políticas públicas de inclusión social”, expresa.
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