El auriazul volvió a perder, en esta ocasión 1 a 0 ante Sarmiento de Junín como visitante, y continúa en el lote del fondo de la tabla, con cuatro derrotas en cinco fechas. Graciani, en el complemento, anotó el único gol. El Kily González apostó a un equipo alternativo, por la cercanía del duelo de Copa Sudamericana.
Rosario Central ratificó el flojísimo arranque en el torneo local, con una nueva caída. Del estadio Eva Perón se volvió con las manos vacías, como lo hizo en cuatro de los cinco partidos que jugó, en los que sólo pudo ganar ante Vélez, en el final.
El partido del próximo miércoles ante Bragantino de Brasil en el Gigante de Arroyito (por la ida de los cuartos de final de la Sudamericana) obligó al entrenador Cristian González a resguardar sus mejores piezas, por lo que al equipo plagado de habituales suplentes le costó hacer pie.
De todas maneras, en la primera parte no hubo diferencias entre el verde y el auriazul, y la pelota ni se acercó con peligro a los arcos. Un par de polémicas en cada área (ambos pidieron penales) fue lo único que resumió ese tiempo.
En el segundo tiempo, el dueño de casa empezó –muy de a poco– a ganar protagonismo, y alcanzó el gol a los 11’, tras una buena jugada colectiva que terminó con la definición de Gabriel Graciani ante Jorge Broun.
Antes de la apertura del marcador, los de Mario Sciacqua sólo se había acercado con riesgo en un disparo centro de Lautaro Montoya que obligó a Fatura a estirarse para sacarla por arriba del travesaño.
El conjunto de Arroyito avisó recién después de encontrarse en desventaja en el marcador, cuando el ingresado Ignacio Russo encontró su chance de cabeza, aunque la pelota llegó débil al arco. Y después no hubo mucho más.
Rosario Central sintió la falta de generación de juego, y a Sarmiento le alcanzó con poco. Ahora, los del Kily buscarán revertir la situación del torneo doméstico en la Copa Sudamericana, el gran objetivo del semestre.
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