El Canaya perdió 2 a 1 ante el Xeneize, por la fecha 10 del campeonato, en el Gigante de Arroyito. Gastón Ávila puso arriba a los del Kily, pero Luis Vázquez y Fernando Torrent (en contra) lo dieron vuelta.
Central fue de mayor a menor en un más que entretenido primer tiempo, en el que se puso en ventaja rápido e hizo figura al arquero rival, Agustín Rossi, quien de entrada le tapó una muy buena a Emmanuel Ojeda, con el travesaño y el palo como cómplices de tamaña atajada.
Pero a los 10’, el guardavallas xeneize no pudo hacer nada cuando Gastón Ávila, cuyo pase aún pertenece al club de la Ribera, anticipó a todos en los alto tras una buena ejecución de córner de Emiliano Vecchio, y conectó de cabeza el primer grito del partido. El zaguero sacó a relucir una de las principales armas del auriazul, como la pelota parada, y por eso lo fue a celebrar con el entrenador, Cristian González.
El juego del Canaya fluía. Manejaba pelota y marcador, y seguía llevando peligro a campo adversario. Rossi otra vez salvó a los suyos al desviar un remate de Damián Martínez, que había capturado un rebote.
Promediando la media hora de jugo, el dueño de casa fue bajando la guardia, y Boca encontró un sector por donde hacer daño: en el lado izquierdo de su ataque, los centros al área de Agustín Sandez generaron las más claras de la visita, como el cabezazo al palo de Marcelo Weigandt, y luego el gol de Luis Vázquez a los 35’, también de cabeza.
Esos últimos diez minutos cerraron con una jugada para cada uno: Vecchio lo tuvo en Central, pero no pudo encontrar el espacio para colocarla y la tiró apenas afuera. En Boca, Agustín Almendra probó desde muy lejos y Broun la mandó al córner con una muy buena volada.
Central jugó incómodo en el segundo tiempo. Le costó manejar la pelota, y el esfuerzo de la primera parte pareció pasarle factura. Boca, en cambio, llevó el partido a territorio auriazul, y por momentos arrinconó al local. Por la vía aérea casi se pone en ventaja, pero el cabezazo de Carlos Izquierdoz pasó muy cerquita del palo.
Antes de la media hora, en cancha estaba el habilidoso juvenil Aaron Molinas, que encaró a toda velocidad, enganchó para el medio, para su pierna hábil, y remató fuerte que encontró bien parado, y con las manos firmes, a Fatura Broun.
Lo mejor del Canaya hasta ahí fue producto de un error del Xeneize en la salida, que perdió la pelota en la mitad de la cancha, y de contra casi convierte Vecchio, que desde una posición inmejorable, definió muy arriba.
Pero los dirigidos por Sebastián Battaglia seguían buscando el arco de enfrente, donde se toparon con la figura de Broun, que tuvo una doble tapada dentro de un minuto. Primero le atajó un mano a mano al chico Vázquez, que con los pies no fue lo efectivo que sí con la frente; y en seguida, le ahogó con sus piernas el grito a Juan Ramírez.
Más cerca del final, Boca repitió la fórmula de la primera parte con sus marcadores de punta, con un central del lateral Sández a su colega de la otra banda, Weigandt, que conectó de primera, y la pelota se fue apenas afuera. Esta vez, el arquero canaya la siguió con la vista.
Cuando parecía que pese a la insistencia de Boca el partido terminaba en paridad, a los 44’ el ingresado Fernando Torrent, en contra, dejó con las manos vacías a su equipo. Cristian Pavón y Weigandt combinaron en el costado, y el lateral del equipo de Arroyito no pudo frenarse al intentar el rechazo.
Central se quedó mucho en la segunda mitad y lo terminó pagando caro. Venía acumulando una linda racha, pero no pudo extenderla. El sueño de la remontada en el torneo y dar pelea, pareció alejarse mucho con esta caída.
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