Cuando Pedro vio la caja pensó que contenía un regalo para él, hasta que leyó la palabra “Frágil”. En ese instante se dio cuenta de que no era para él, nada que fuera frágil sería para él. Pensó en el último regalo que le habían hecho: una ametralladora de madera (como para que le dure), esa con la que todas las tardes se predisponía a saltar de una lancha para desembarcar en alguna plaza a los tiros limpios y que tenía que arreglar porque la ruleta de madera se había trabado y los tiros salían con cierta intermitencia. Pero en la caja en cuestión había un arbolito navideño que pondrían en el patio, entre el malvón y un gran helecho serrucho.
Ese año, la Unión Soviética mandaba al espacio a Yuri Gagarin y en el Congo era asesinado Patrice Lummunba, líder nacionalista y primer presidente elegido después de la dominación belga. J.F.K lanzaba un plan llamado Alianza para el Progreso, una ayuda para tener agua potable y saneamiento en general y un tipo de reforma agraria, pero que en el fondo lo que perseguía era que esta parte de la América fuera sólo agroexportadora.
En la tele porteña empezaba a transmitir el 11 y un programador, Steve Slug Russell, daba a conocer el primer video juego.
Pedro y sus amigos, un mes antes de que terminara ese año, conocían el juego de La Payana con 5 piedritas que Gracielita había traído de Córdoba.
Estando en la cancha grande pegada a la Vía Honda, a eso de las 5 de la tarde los partidos tomaban cierta intermitencia pues eran interrumpidos por las vacas del tambo lindero.
Esperando el 74, Pedro y sus compañeras y compañeros fortalecían sus vínculos en cuanto encuentro social o político pintara, con la idea de que al espacio de militancia no lo agarraran frágil, por si el proceso de liberación que se vivía se ponía en intermitente.
El otro día, viendo algunos paquetes llegar, quizás por el efecto aguinaldo, con Pedro charlamos sobre la fragilidad de estos momentos, por varios motivos: uno, la espada de Damocles que es el FMI; otro, la deuda interna en lo económico, y también esa embestida de ciertos sectores, especialmente en Santa Fe, con un ataque político judicial y mediático hacía las y los compañeros. Pedro me dice: La verdad es que a esta energía que tenemos, y que por momentos es intermitente, la tenemos que fortalecer con la movilización de todos los sectores del campo popular. Y mirando los ojos llenos de brillo de unos pequeños al ver los paquetes que llegan en brazos de sus mamis y papis, me dice: No hay lugar ni tiempo para que, en los tiempos que corren, nos agarren frágiles, y menos con la fuerza de nuestras convicciones en forma intermitente.
¡Sumate y ampliá el arco informativo! Por 500 pesos por mes recibí todos los días info destacada de Redacción Rosario por correo electrónico, y los sábados, en tu casa, el semanario El Eslabón. Para suscribirte, contactanos por Whatsapp.