El mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reiteró su ofrecimiento de asilo político al fundador de WikiLeaks, y reveló que antes de que Donald Trump dejara la presidencia, le sugirió perdonar al periodista, pero el magnate ni le contestó.
“La verdad no es un crimen”, dicen las pancartas de los manifestantes que piden por la vida de Julian Assange. Pero sucede que la experiencia histórica demuestra en forma irrebatible que para las potencias imperiales sí lo es. EEUU ha hecho un uso sistemático de la mentira, el simulacro, la falsedad y las operaciones encubiertas. Y muchas veces para matar. Es la definición misma de imperio: arrasa con todo en función de los intereses económicos del poder más concentrado. Destroza países enteros, vidas, y también la verdad. Para salir impunes de las atrocidades cometidas. Por eso quieren matar al mensajero que reveló al mundo las aberraciones perpetradas durante sus invasiones.
Assange fue traicionado y abandonado por los medios hegemónicos del mundo, los mismos que se autodenominan “prensa libre” y que, en nombre de la “libertad de expresión”, califican como dictadoras y dictadores a todo mandatario que ose desafiar los atropellos de EEUU.
El caso demuestra cómo los poderes fácticos cierran filas con la potencia militar, por convicción, coincidencia de intereses, o por temor a represalias. Y no existen límites éticos ni de ningún tipo.
EEUU quiere juzgar al fundador de WikiLeaks por la publicación a partir de 2010 de unos 700 mil documentos diplomáticos y militares secretos, relacionados principalmente con las guerras en Afganistán e Irak, y más precisamente con los crímenes de guerra allí cometidos: por ejemplo la masacre de civiles no combatientes, niñas, niños, ancianos, y también periodistas que cubrían esos conflictos. Se trata de los tristemente célebres “daños colaterales”, que tienen que seguir impunes, caiga quien caiga. EEUU quiere matar a quién reveló al mundo cómo mata y miente EEUU.
El imperio acusa al experto en informática de haber cometido 18 delitos que incluyen espionaje. Pero amparándose en el derecho a la libertad de expresión, WikiLeaks y Assange argumentan que tienen los mismos derechos que otros medios a publicar material secreto, si es de interés público.
Assange se refugió en 2012 en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia para responder a una acusación de violación, que fue rechazada y finalmente archivada. En 2019, traicionado por el entonces presidente Lenin Moreno, Ecuador le retiró el asilo y fue detenido en un espectacular operativo (una puesta en escena del Imperio para mostrar su poder) para después encerrarlo en una prisión de alta seguridad cerca de Londres, como si fuera un peligroso asesino.
El periodista australiano está con prisión preventiva a la espera de su posible extradición a EEUU, que fue autorizada por la justicia británica el 10 de diciembre de 2021, aunque la familia y los abogados del detenido ya anticiparon que recurrirán la decisión.
Según su esposa, Stella Moris, Assange habría sufrido un pequeño derrame cerebral el pasado 27 de octubre, cuando se examinaba una apelación de EEUU en el juicio de extradición. Moris aseguró que este “accidente isquémico transitorio” fue producto del “constante juego de ajedrez” y el “estrés extremo” al que el periodista es sometido a diario.
AMLO al rescate
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), le pidió a EEUU que sea “humanitario” con el fundador de WikiLeaks, y reiteró la oferta de asilo político en México. Además, reveló que antes de que Donald Trump dejara la presidencia, en enero de 2021, le envió una carta para que “perdonara” a Assange, pero nunca recibió una respuesta.
“Antes de que terminara la administración del presidente Donald Trump, le envié un escrito pidiéndole que se le exonerara, que se le perdonara», dijo López Obrador, quien recordó que, al final de cualquier administración, en EEUU los presidentes salientes tienen la facultad de exonerar a ciertos acusados. “Entonces yo envié esa carta (a Trump) pero no tuve respuesta”, señaló. No fue el caso de Trump, que antes de dejar su puesto prefirió planificar la toma del Capitolio.
“EEUU debe actuar con humanismo” ya que “Assange está enfermo y sería una muestra de solidaridad, de fraternidad, el permitirle que recibiera asilo en el país en el que Assange resolviera vivir, incluido México”, afirmó AMLO.
El mandatario recordó que el derecho de asilo es parte de la política exterior de México. Y señaló que existe en su país una reglamentación en el sentido de que quien recibe el beneficio de asilo debe actuar con respeto a las leyes y no puede intervenir en asuntos externos. Frente a esa situación, el mandatario consideró que Assange cumple con los requisitos y “no representa ningún peligro en México”.
El grupo de puebla apoya la propuesta de asilo
Según informó el portal de noticias venezolano Telesur, el Grupo de Puebla respaldó la iniciativa del presidente de México de ofrecer asilo al periodista australiano y fundador de WikiLeaks, quien es víctima de persecución política por las autoridades estadounidenses.
La organización de líderes progresistas de América Latina difundió a través de sus redes sociales un mensaje en el que felicitaron “la iniciativa del Gobierno de México y el Presidente Andrés Manuel López Obrador de entregar asilo político al perseguido Julian Assange. Esperamos (que) esto se realice”.
Assange está detenido en la prisión londinense de Belmarsh, en medio de diversos quebrantos de salud. Allí espera que la Corte Suprema de Reino Unido decida sobre una apelación de la defensa para impedir su extradición a EEUU.
En este país enfrentaría 18 cargos y una condena de 175 años de cárcel por las revelaciones que hizo en 2010 sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos por tropas estadounidenses y de naciones aliadas durante las guerras de Afganistán e Irak.
López Obrador recordó que México tiene una política solidaria de asilo a la que calificó como “orgullo de nuestra política exterior”.
Además, hizo referencia a la carta que envió al ex presidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) antes de que concluyese su mandato, en la que solicitaba que se le exonerara de cargos, pero la misiva no fue respondida.
Según medios mexicanos, AMLO ofreció asilo a Assange por primera vez hace un año.
Por su parte, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó que el Gobierno mantiene comunicación con los abogados de Assange, quienes conocen del ofrecimiento de asilo aunque en este momento no pueden tomarlo por razones de procedimiento, dijo.
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