La Lepra pisó fuerte en Arroyito, donde le ganó 1 a 0 a Rosario Central, por la fecha 7, la de los derbys. Con el grito de Juan Manuel García (a los 5’ del complemento), el rojinegro cortó una racha de siete clásicos sin ganar.

Ya lejano había quedado aquella épica victoria leprosa, con gol de Maxi Rodríguez en el final. Tuvieron que pasar 7 clásicos para que en ese mismo estadio, el rojinegro volviera a sonreír, y extender, nada menos que ante Central, la buena racha en el torneo local.

Después de los típicos diez minutos iniciales de extrema tensión, el juego de ambos empezó a observarse, aunque en cuentagotas. Central buscaba controlar la pelota, y a partir de ahí acelerar en los metros finales, donde Newell’s lo esperaba para recuperarla e intentar una contra.

La jugada que rompió la monotonía del partido fue la de Lautaro Blanco, que con un doble caño (a Juan Garro y después a Armando Ménez) envió un centro atrás, donde encontró remates defectuosos de Emmanuel Ojeda primero, y Lucas Gamba luego, cuando quiso redireccionar el disparo de su compañero. La pelota pasó picando, lenta y cerca del palo.

A partir de ese momento, el Canaya tomó envión e inclinó la cancha a su favor. Pero la cosa fue más anímica que futbolística. Y en un contraataque, que culminó con centro al área de Francisco González, la Lepra casi se pone en ventaja con un cabezazo, un tanto incómodo, de Juan Manuel García, que dio en el travesaño.

El auriazul volvió a la carga sobre el final, con Marco Ruben, quien había entrado poco en juego. En un mano a mano con Ramigo Macagno, el delantero llegó exigido a la definición, la pinchó y casi corrige en el camino Gino Infantino, pero el lateral uruguayo Méndez salvó en la línea.

El segundo tiempo necesitó de cinco minutos y nada más para ver su primer gol. Y fue Leproso, de su delantero, Juanchón García. Todo comenzó en una tremenda corrida de Hulk Méndez, que desde la derecha mandó un preciso centro para Juanfi Garro, quien cuando la jugada pedía definir (de cabeza) de primera, se tomó el tiempo justo para bajarla de pecho en el área y definir. Gaspar Servio alcanzó a desviar, pero el rebote le cayó justo al goleador, que no perdonó.

Central, con desesperación, se le fue encima, con más corazón que piernas e ideas. Infantino pateó fuerte arriba, Ruben no pudo con Macagno luego de recibir una gran habilitación de Emiliano Vecchio. El Kily apostó todas sus fichas ofensivas, con los ingresos de Luca Martínez Dupuy y Milton Caraglio, para acompañar en el área a Ruben. Pero no hubo caso.

Por el lado rojinegro, el ingresado Ramiro Sordo tuvo en sus pies la posibilidad de liquidar el pleito: enfrentó sin obstáculos a Servio, e increíblemente la tiró arriba del travesaño, cuando Nazareno Funez (también en cancha desde hacía pocos minutos), se la pedía solo por el medio.

Pero no hubo nada que lamentar, porque Pablo Echavarría pitó el final y Newell’s festejó. Dejó atrás una racha adversa de 7 partidos sin ganarle a Central. Y lo hizo, de nuevo, en el mismísimo Gigante de Arroyito, que despidió al equipo pidiendo la cabeza de Kily. Con la victoria, los de Javier Sanguinetti se meten de lleno en la pelea por un lugar entre los cuatro de su zona.

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