En el marco de la elección a Consejo Académico en la UNR, el vicedirector de infraestructura del Instituto Politécnico, Oscar Mallia, pidió construir “un espacio de pluralidad” para “ampliar horizontes de diálogo”.
“Que derechos que tienen más de un siglo empiecen a tener una concreción paulatina es una realidad que nos llena de satisfacción”, afirmó Mallia, en la víspera de la primera elección de este martes y miércoles a Consejo Académico, y en el contexto de la ciudadanía universitaria, la cual se consiguió a fines de 2019. Mallia es parte de la gestión, que conduce Juan Farina, impulsora de la conquista junto a otros sectores.
En la mencionada contienda electoral, que se realizará el martes 12 y miércoles 13 de abril, tres listas disputarán la conformación de un Consejo Académico integrado por dos consejeros estudiantiles, un consejero nodocente, otro graduado y cuatro consejeros docentes que formarán parte de la dinámica política de la UNR.
El Vicedirector de Infraestructura sostiene que el Consejo Académico “deberá ser un espacio de pluralidad que con continuidad sistemática nos permita (a los directivos) ampliar horizontes de diálogo e incorporación de temáticas propias de los claustros, que hagan al crecimiento de la institución”.
“Aspiramos a un cogobierno de diálogo, propuestas y mucho, mucho trabajo mancomunado”, dijo el directivo del establecimiento educativo. Y comenzó a hilar más fino sobre el mencionado trabajo: “En el marco de legitimidad de representación que el Consejo Académico tendrá y su necesaria inserción real en el gobierno universitario, debemos potenciar la discusión presupuestaria”.
Mallia explicó que se puede tener cajones llenos de proyectos impecables, pero deben tener correlación presupuestaria. “Creemos que este ámbito generará una visibilidad imprescindible en este sentido”, sostuvo. Y aclaró, “no podemos ni nosotros ni gestión alguna, manejar presupuestos mensuales del orden del sueldo de un trabajador jerarquizado”.
“El Politécnico tiene una historia de 115 Años. Entonces la tentación de aferrarse solo a la inercia institucional es un problema casi inevitable”, afirmó. A su vez, destacó los logros de la gestión que integra: “Hemos dado entidad y creado espacios específicos que nos parecieron fundamentales, como la Secretaría de ESI (Educación Sexual Integral) y perspectiva de género, la Secretaría de ingreso, trayecto y egreso o la Secretaría de Tecnologías para la Gestión”.
Citizen UNR
“Resulta difícil entender la dificultad de algunas Unidades Académicas de acceder a los espacios democráticos y plurales del cogobierno universitario”, sostiene el entrevistado en referencia a las escuelas preuniversitarias.
Mallia consideró que “derechos que tienen más de un siglo empiecen a tener una concreción paulatina es una realidad que llena de satisfacción y que lleva a resignificar la lucha de tantos años de la comunidad educativa de las Escuelas Preuniversitarias”. E inmediatamente agregó: “Nos obliga a pensar que, si bien, el derecho a la Ciudadanía Universitaria plena aún no está logrado, tantos años de discusión, lucha y movilización de la que hemos participado intensa e incansablemente comienza a dar frutos”.
Mientras, como gestión, consideró que “es indudable el desafío de ajustar los funcionamientos institucionales a la ampliación de derechos, generando los espacios de gobierno que desde años viene desenvolviéndose en facultades y dejarlos instalados como una estructura de funcionamiento con cargos genuinos y temporarios”. Y en tanto, intentar “de a poco poder cambiar la lógica del cargo docente para cubrir espacios que no responden a cuestiones académicas o pedagógicas específicas”.
Poli problemas en pandemia
“El 19 de diciembre de 2019, tuvimos el orgullo de asumir la Dirección del Instituto Politécnico Superior Gral. San Martín, como la primera gestión elegida en forma directa por sus claustros. Esto fortalece a todas y todos los actores institucionales”, afirmó el directivo.
Respeto a lo realizado en estos más de dos años al frente del establecimiento de Pellegrini y Ayacucho, el vicedirector sostuvo que la planificación inicial, tanto académica como general, se vio atravesada y casi devastada por la pandemia. “La gran diferencia tanto para nosotros como para el Superior o la Agrotécnica en el esquema de pensamiento universitario, es que debíamos garantizar la educación obligatoria. Esta cuestión, poco dimensionada al principio, nos obligó a ir adaptando los lineamientos nacionales, del CIN, incluso provinciales por ser esta la autoridad sanitaria”, desarrolló.
“Desarrollamos espacios específicos de ordenamiento, instrucción y consulta permanente de plataformas educativas. También, profundizamos y aceleramos las cuestiones infraestructurales para adaptar nuestras redes y servicios informáticos, pero el 2020 fue un año de mucha complejidad”, enumeró Mellia.
“No obstante –prosiguió el directivo– pensamos que el 2021 a pesar de haber sido muy criticados por las especificidades de nuestro cuidado a la comunidad educativa, generamos protocolos propios con los claustros y gremios correspondientes, equipamos 13 aulas para la bimodalidad y generamos un calendario posible y cumplible, con objetivos claros de sostenimiento de contenidos y calidad educativa”.
Sobre el final, Mallia afirmó con orgullo: “Con el denodado trabajo de docentes, no docentes y estudiantes logramos sostener la calidad educativa que la sociedad toda reconoce en el Politécnico”.
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