“El ex teniente Amelong quiere irse a su casa”, alertaron los organismos de derechos humanos al rechazar el pedido de prisión domiciliaria del represor que acumula tres perpetuas por robo de bebés, secuestros y torturas.
En la previa a la continuidad del juicio Guerrieri IV –en el que este lunes, desde las 11 comienzan las testimoniales– el Espacio Juicio y Castigo expresó su malestar por el pedido de la defensa de Daniel Amelong de arresto domiciliario. «El único lugar para los genocidas es la cárcel», reza un viejo lema de los organismos, que quieren hacer cumplir con el ex Teniente Coronel del Ejército.
“Provocador hasta el cansancio en cada instancia judicial en la que se presentó, nunca mostró señales de arrepentimiento y siempre redobló la apuesta hostigando la memoria de cada compañero desaparecido y a cada familiar que tuvo que escuchar sus palabras. Este es Amelong y ahora se quiere ir a su casa”, advirtieron desde el espacio que nuclea a organizaciones sindicales, políticas, sociales y de derechos humanos.
El pasado 11 de agosto, la sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó el planteo de la defensa de Amelong, quien alega problemas de salud para irse a su casa. Pero otra sala del mismo tribunal –en lo que significaría “un escándalo jurídico” según sostienen los organismos– pretende darle el gusto al represor.
Amelong integró el Batallón de Inteligencia 121 y tuvo bajo su órbita los centros clandestinos La Calamita (en Granadero Baigorria), Quinta de Funes, La Intermedia (en La Ribera), Escuela Magnasco,Ceferino Namuncurá y la Fábrica Militar Domingo Matheu de Rosario. En juicios por delitos de lesa humanidad recibió ya tres condenas a prisión perpetua, otra a 18 años y también es juzgado actualmente en la megacausa Guerrieri IV. “Expulsado del Colegio de Abogados, título que ostentó con soberbia y burla en cada juicio que enfrentó”, recordaron desde Juicio y Castigo en un comunicado, y agregaron: “Robo de bebés, secuestros y torturas, son algunas de las atrocidades que llevó a cabo durante esos años”.
Por su parte, desde la agrupación Hijos Rosario remarcaron: “Las domiciliarias para los genocidas son impunidad encubierta. El pueblo argentino así lo manifestó evitando el fallo del 2×1 para los condenados por delitos de lesa humanidad”. Y agregaron: “Amelong nunca se arrepintió ni mostró respeto por sus víctimas y los familiares, ni siquiera por los tribunales que lo juzgaron”.
“Permitir que Amelong, un torturador y asesino varias veces condenado en juicios por delitos de lesa humanidad, tenga prisión domiciliaria, es poner en peligro al conjunto de la sociedad fallando en contra del pueblo argentino que apoya el reclamo de Memoria, Verdad y Justicia”, concluye el escrito.
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