Es posible pensar en “nuevas maneras de hacer escuela”. La idea la defiende la educadora Dora Ciappini quien piensa en la educación “como algo vivo, en movimiento” y asegura que un buen camino en el oficio docente es “trabajar con el alma de les niñes desde el hacer, el sentir y el pensar”. Lo hace cuando habla de las razones de la obra de su autoría La escuela de Olga y Leticia Cossettini. Mirar el pasado para recrear el presente (Editorial Chirimbote), que se presentará en la Feria Internacional del Libro de Rosario.
La presentación de La escuela de Olga y Leticia Cossettini será el jueves 15 de septiembre, a las 17, en la sala Jorge Riestra del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. La convocatoria a docentes y estudiantes de los profesorados es a preguntarse Qué escuelas queremos, se hace en forma conjunta con la Red Cossettini y con la presencia de la educadora Amanda Paccotti. Dora y Amanda son fundadoras de esta Red de formación e investigación educativa que celebra su 20 aniversario.
Dora Ciappini -maestra normal y asesora pedagógica- anticipa que la presentación es más cercana a la propuesta de taller que a las más conocidas. Será con la participación de su hermana Marcela Ciappini, docente y terapeuta holística. La invitación es a sumarse a una serie de actividades lúdicas para poner en cuestión la escuela actual y el oficio de enseñar, además de dialogar sobre el contenido del libro en un juego de preguntas y respuestas.
La escuela de Olga y Leticia Cossettini se viene presentando en distintas provincias. Su autora asegura que la devolución de los intercambios a los que provoca entre quienes participan son muy gratificantes “porque en general se van pensando, se van con muchas preguntas, con ganas de seguir en este juego de encontrarse y construir juntes”. “Sigo comprobando -se explaya sobre esas respuestas- que les docentes están muy solos, que no tienen espacios para el encuentro entre elles y con otres que les permitan compartir sus preocupaciones, sus saberes, sus ideas y propuestas. Sigue faltando el trabajo en equipo dentro de las escuelas que es fundamental para vivir y repensar la escuela de hoy”.
El libro de Dora Ciappini recorre la experiencia pedagógica de las hermanas Olga y Leticia Cossettini, con el acento en la llamada Escuela Serena (entre 1935 y 1950). Recoge además experiencias de la escuela actual de las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, y que recrean aquella huella.
“Dora nos invita a recorrer varias aristas del legado de estas tradiciones humanistas y democráticas de diversos educadores y las experiencias que realizaron, dejando huellas en su propia práctica como educadora y en tantas escuelas de diferentes lugares de nuestro país que acompañó y continúa caminando, que recogen los frutos de aquel humanismo pedagógico y se animan a recrear, enriquecer, compartiéndonos la palabra de sus hacedores en el relato de sus propias travesías institucionales” escribe en el prólogo del libro, el pedagogo Gabriel Brener.
Las preguntas por el oficio docente
En charla con Redacción Rosario, la autora de La escuela de Olga y Leticia Cossettini destaca la importancia de conocer la experiencia pedagógica de estas hermanas en la formación docente y en la capacitación permanentre. No como receta -dice- sino para recrearla en cada contexto singular.
-¿Cómo surge la idea del libro? ¿A quiénes está destinado?
-La idea de este libro fue un sueño que siempre tuve porque quería que circularan y llegaran a les docentes y estudiantes de los institutos de formación estas pedagogías, que fueron disruptivas en su momento. Quería que se conozcan, se analicen desde la realidad actual y sirvieran para recrear y crear nuevas maneras de hacer escuela. Cuando iba escribiendo el libro me pasaba que lo hacía como si estuviera conversando con docentes o estudiantes de los profesorados, que se hacían preguntas sobre cómo construir una nueva escuela posible. Y pensaba que compartirles mis saberes y experiencias les servirían para preguntarse y pensar nuevas maneras de aprender y enseñar.
-¿A qué convoca el subtítulo del libro: “Mirar el pasado para recrear el presente”?
-Me pareció que para construir algo nuevo es importante conocer experiencias que existieron, fueron disruptivas en su momento y que hoy nos pueden servir como base para recrear esas experiencias y crear nuevas. Básicamente les destinataries son les docentes y les estudiantes pero también quienes sientan curiosidad por este tema. También sentí que era importante rescatar a algunes de les educadores que llevaron a cabo en sus escuelas proyectos innovadores en escuelas públicas de gestión estatal y privada, que rompían en ese momento con la escuela tradicional en Argentina y Uruguay como Olga y Leticia Cossettini, Jesualdo Sosa, Luis Iglesias, Luis Parrilla ya que es una deuda pendiente que tienen los profesorados y las capacitaciones. Se conocen más proyectos de origen extranjero como Montessori o Waldorf y no los nuestros que sabemos que se nutrieron de muchos educadores europeos pero los recrearon teniendo en cuenta el contexto donde se llevaron a cabo. Ese pasado, esas propuestas concretas todavía hoy pueden ser puestas en juego en las escuelas porque como no son recetas pueden recrearse y crear nuevas maneras de hacer escuela.
-¿Qué enseñanza principal deja la pedagogía Cossettini?
-Muchas y muy ricas. Cada vez que leo sus libros (de las hermanas Olga y Leticia) descubro algo nuevo que aparece como un desafío para quienes entendemos la educación como algo vivo, como movimiento no acabado. Si bien lo más conocido de ellas es la educación a través del arte, a mí me interesa, sobre todo, pensando en lo que le falta a la escuela de hoy, la propuesta que tenían en cuanto al trabajo en equipo, lo cooperativo, la formación ciudadana y el trabajar con las posibilidades creativas de les niñes como protagonistas de sus aprendizajes. Rescato y me parece nodal lo que ellas decían de trabajar con el alma de les niñes desde el hacer, el sentir y el pensar.
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