Los Blizters llegaron a la década y media de trayectoria musical haciendo lo que van a hacer una vez más, este 1º de octubre en el Galpón de la Música, para festejar semejante cumpleaños: rock puro, duro y potente con guitarra, batería, bajo y vozarrón.
Todos los artistas transmiten una estética, pero algunos de ellos también transmiten una ética. Todos los artistas transmiten un mensaje, pero algunos de ellos lo inyectan de un contenido ideológico, para mí estos últimos son los imprescindibles. En 15 años los Blizters vieron pasar bandas que en su momento parecían eternas, las más relevantes, las más exitosas, las invencibles (considerando esto del “negocio de la música” como la competición que es). Cuando casi todas ellas dejaron de caminar ya, viendo disueltos sus anhelos de masividad y fortuna, los Blizters siguen en pie avanzando tozudamente hacia un objetivo que ya lograron. Porque aunque cueste remar contra un mercado empecinado en acallarles la voz que podría conmover al mundo entero, sin exagerar, los pibes prenden un fuego en la terraza/sala de ensayo del negro Reta, agarran los instrumentos y tienen una mitología vastísima de canciones y anécdotas que navegar, y también la compañía de amigxs hermosxs que se subieron a este barco hace mucho y no se van a bajar jamás. Así de potente es la marea que arrastra las canciones de esta banda.
Una vez que te metés en Los Blizters no querés salir más, es música que se te impregna en los oídos y te contamina el corazón. ¿Cómo se logra este resultado? Es algo más que aprender un par de truquitos y ponerse linda ropa, decir de todo sin decir nada y felar el interés adecuado. Es tener la carne sensible, que las cosas de la vida te duelan y encontrar en la música la única válvula de escape a la muerte o la locura. Es tener la urgencia de sublimar el odio en poesía y reivindicar al amor como la espada mejor adornada contra el miedo. “Una espada sin pared no tiene objeto de ser” dicen.
Los Blizters, los losers, los parias, los marginales, los que “no laburan bien la prensa” y a veces atentan contra su propia proyección profesional.
Los Blizters, 15 años de amistad, peleas, llantos, migraciones, borracheras, dos toneladas de marihuana hecha viento y alma hecha canción por Robinho, Joel, Joaquín, los Seba, Facu, Nahuel, Rodri y Santi.
Pero esencialmente Los Blizters, 4 discos de estudio, 38 canciones publicadas y 15 años de recitales potentes, cargados de rock puro y duro, guitarra, batería, bajo y voz.
Lo más importante de todo no es la paradójica injusticia de que estos músicos no estén llenos de guita por hacer lo que hacen, ni que muchos otros que lo merecen menos sí lo estén. Tampoco que el mundo sea un lugar tan hostil y opresivo. Lo más importante y quizás lo único importante de esta nota es emprender un breve análisis sobre la obra, música y letra, que todos los sátrapas anteriormente mencionados dejaron y siguen ampliando día a día.
El primer disco sale en 2009, Calesita Caracol EP (que de ep no tiene nada) de ocho canciones. Las letras del compositor y guitarrista Robinho Cassares nos dejan poesía en el aire: “son tu vibración y la mía, como intervalos perfectos en la mejor de las canciones”, “las flores nos arrojan frutas por pudrir”, “somos hojas en una gran tormenta”, hermosas letras adornadas por un power trío increíble con baterías y guitarras que aún en su inmadurez muestran ya un potencial que nadie podría ignorar, excepto quizás la expulsiva ciudad de Rosario.
El segundo trabajo, de 2014, “Enciéndase el ser”, amplía la formación a un cuarteto integrando una segunda guitarra. Ni más ni menos que Sebastián Bosch se suma a Robinho en guitarra y voz, Joel Santana en batería y Rodrigo Lagar en Bajo. Esta placa nos trae frases que explican bien el sentido de hacer música “Del alma me ha salido cantar aunque no escuches, soy onda y con solo vibrar ya me encontré”. El sonido se afianza y Blizters ya es el huracán que nos desbordará en el resto de los discos de la banda. Pablo Pino de Cielo Razzo los apadrina cantando en “Lucero”, la tercera canción, y sellan una relación que suma 8 años de amistad y admiración mutua.
En agosto de 2015 sale a la luz “Temor, Terror y Apariencia”, tercer disco que oficia como primer disco “profesional” de la banda. Si bien toda la música que ya venían haciendo los Blizters sonaba muy bien, éste es el primer trabajo que tiene los procesos comunes para lograr estándares de calidad profesional. Nahuel Reta reemplaza a Rodrigo Lagar en bajo y Sebastián Montes a Sebastián Bosch en guitarra.
¿Rock? ¿Grunge? ¿Hard Reggae? Estamos frente a una banda que no se explica, se siente. Es tan simple como ingresar a Spotify o Bandcamp, darle play y entender por qué, de todo lo que pueda decir y lo que pueda escribir, nada llega a calificarlos.
En 2021 la sensibilidad de Robinho o Pato, como lo conocen los amigos, tiene mucho que decir sobre la pandemia y la vida en general. “Luego Amanece” es el más reciente compendio de canciones que parió la agrupación, doce canciones, para ser más específico.
Facu Chuave Torres reemplaza a Sebastián Montes en la guitarra.
Este disco supera en calidad técnica y de sonido al anterior, como debe ser, y también amplía la banda estilísticamente desplegando nuevos recursos. Se vuelve a sumar Pablo Pino en la voz de “Será Anécdota” y le da apertura a un disco que tiene multitud de invitadxs con mucho talento. Las melodías y las letras, una vez más nos sorprenden: “Abro las manos, el dolor es la fuerza. Sobre una tumba viva nace el futuro. Estoy en contra de lo que digo y no me explico el mañana que sobra”.
Realmente toda la música nacida del imaginario de Robinho Cassares es superlativa, una de tantas bendiciones paganas que nos regala este bello pueblo habitado por más de un millón de injusticias contra las cuales el artista incansable continúa arremetiendo con el amor como armadura y el arte como rocinante.
Blizters. Festeja sus 15 años el sábado 1º de octubre, a partir de las 20 en el Galpón de la Música (Estévez Boero 980), con un recital junto a Gay Gay Guys y Troika.
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