¿Qué hacer desde la escuela ante la problemática ambiental? La pregunta se reitera cada vez con mayor preocupación en las aulas y se retoma con más fuerza cuando las quemas azotan el humedal. La información, el debate y el aporte de materiales didácticos se vuelven entonces esenciales. “La escuela tiene todos los días la oportunidad generosa de formar subjetividades que tengan la capacidad de apreciación y de cuidado”, dice la profesora Claudia Costinovsky, coordinadora del Área de Educación Socioambiental del Taller Ecologista. El espacio ofrece una rica variedad de propuestas pedagógicas para trabajar sobre el ambiente.

La pregunta ¿qué hacer? retoma fuerzas cuando las cenizas de las quemas inundan los patios, el fuego devora la fauna y la flora de las islas, el humo vuelve irrespirable la vida y lo que impera es una grave sensación de impotencia y desasosiego. “A veces me bajoneo también. Pero a quienes creemos profundamente en el sentido de lo que hacemos modestamente todos los días, nos dura poco la desesperanza”, anima Claudia Costinovsky, y enseguida comparte sus razones de por qué mantener en alto la confianza. Habla de diferentes dimensiones del trabajo que hacen en el Taller Ecologista, desde hace 37 años.

Una de esas dimensiones en la que enfatiza es la lucha política: “Hay que seguir batallando por la ley de Humedales; y no queremos cualquier ley, queremos el proyecto que se dio en consenso con muchas organizaciones que tienen bastante trayectoria en el tema, y que ha logrado mucho apoyo en el reclamo popular”.

Otro de esos aspectos de trabajo es el que se refiere al ámbito de la educación. “Cuando se trabaja en edades tempranas hay que acompañar el mirar, el descubrir, el escuchar. Una filósofa colombiana, Ana Patricia Noguera, habla del «reencantamiento del mundo». Me gusta mucho esa imagen. Se trata de eso, de dejar de dar la espalda a la naturaleza y de inscribirnos en la naturaleza”.

Esa alianza con la naturaleza, señala, es posible en cualquier momento de la vida. Sólo hace falta que alguien señale, muestre, esa necesidad. Es entonces cuando la tarea de la escuela se vuelve central, no para resolver los problemas ambientales “que jamás podría hacer sola”, pero sí para apropiarse de la dimensión del cuidado. 

Para Costinovsky, este es un reto colectivo que no deja afuera a las generaciones mayores. “Me resisto a decir «le toca a las nuevas generaciones». No, nos toca a nosotros trabajar para cambiar, más allá de que no lleguemos a ver ciertas conquistas en materia de derechos humanos y ambientales. La tarea de la escuela pasa por ofrecer algo diferente en un mundo que está tan regido por el mercado, por el consumo, por la lógica del tener. Si no se ocupa de eso la escuela, puede que no haya nadie que se ocupe. De esto se trata fundamentalmente: de ofrecer el mundo y pensar que las cosas puedan ser diferentes aunque los cambios no sean inmediatos”.

La educadora está convencida, y transmite esa idea, de que a largo plazo si se pone el acento en formar en ese gesto de apreciación y de cuidado, ese esfuerzo tendrá repercusión política. Y subraya la necesidad de asumir “un compromiso ético y político con el sostenimiento de la vida, que la escuela pueda hacer eso todos los días”. 

Las consultas al Taller Ecologista por ese qué hacer se han multiplicado en estos dos últimos años por parte de las escuelas. Un dato que por un lado celebran y por otro lado no dejan de mostrar su desazón, ya que esas consultas tienen que ver con la urgencia de hacerle frente a las quemas cotidianas en el humedal. 

La coordinadora del área de educación señala que desde los espacios educativos el contacto que se busca con la ONG es cada vez más desde grupos de docentes, equipos institucionales o centros de estudiantes. Pone como ejemplo la Jornada sobre educación, ambiente y sociedad, que el Normal 2 prepara para el jueves 22 y destina a sus estudiantes de los profesorados de primaria y de inicial, “que son las futuras docentes”, destaca Costinovsky sobre la importancia con la que cada vez más se toma la cuestión ambiental y se dimensiona la gravedad que se vive. 

Materiales y propuestas

Los materiales y propuestas producidas por el Taller Ecologista aportan a las luchas socioambientales con una mirada ético política –destaca Costinovsky– y suman en sus letras y contenidos “el revuelo estético poético”, de Florencia Ruiz Ferretti, educadora, cantante y compositora. 

Entre esos materiales están el radioteatro infantil Araí y el Carpincho, una video animación con títeres de papel del radioteatro Fábula del Fuego y el río, los podcasts para la secundaria La voz del río, el disco Tierragua dedicado a concientizar sobre la vida en el humedal y unas Propuestas pedagógicas para abordar la flora y la fauna de nuestros humedales.

Es Florencia Ruiz Ferretti quien recorre lo valioso de esos materiales y la vigencia que tienen. “Araí y el Carpincho es el primer radioteatro infantil referido al río y las islas, un proyecto musical y sonoro dirigido a niñxs, familias y docentes”, tal como se presenta la idea. Está compuesto por cinco capítulos, “pensados para abordar la temática de los humedales, su importancia en nuestras vidas, su riqueza natural, su legado cultural, los pueblos originarios que habitaron la zona y las prácticas y formas de vida actuales”. Se trata de una producción del Taller Ecologista en el marco del Programa Humedales sin Fronteras.

El radioteatro se grabó en 2019 y se hizo público en 2020. En ese año “toma una importancia mediática enorme por el tema de las quemas, sumado al Covid, que hizo que niñas y niños estuviesen en sus casas”, apunta la compositora.

Es un material muy consultado por las escuelas, de hecho tiene más de 40 mil reproducciones. “El radioteatro buscó conectar con el humedal, mostrar que somos humedal y dependemos de él aunque vivamos muy lejos del río. También que fuera un material sonoro, que es lo que trabajo”, detalla, y agrega que llegó en un momento en que era todo pantallas, para ofrecer una invitación “a viajar a la isla a través de la escucha”.

“Ya pasaron dos años de su presentación y sigue siendo un material actualizado, porque estamos en la misma: no se logró la ley de Humedales”, expresa sobre el desafío pendiente de alcanzar. 

En septiembre de 2021, se presentó una cartilla con propuestas pedagógicas para abordar el capítulo del radioteatro referido a la flora y la fauna del humedal. Está orientada al primer ciclo de la escuela primaria. Ruiz Ferretti apunta aquí que la intención es que esas ideas funcionen de apoyo a la enseñanza y también para animarse desde el trabajo en el aula a construir nuevas ideas.

Otro material bellísimo es el disco Tierragua, del cual Florencia Ruiz Ferretti es la productora musical. Aunque se encarga de destacar que buscó componer las letras y temas musicales sumando a músicas y músicos, escritoras y escritores de distintos lugares del Litoral. 

“Es un material pensado para compartir en familia como para docentes”, dice, y resalta el carácter interdisciplinario del disco y demás recursos que producen desde el Taller Ecologista. Es acompañado por una cartilla que reúne una fundamentación de este trabajo y las letras de las canciones, donde el acento está en mostrar que “la biodiversidad y las diversidades culturales están enlazadas y no se pueden pensar unas sin otras”. 

El podcast La voz del río para adolescentes y docentes del secundario –explica la compositora– está armado en tres capítulos que hablan sobre los humedales, la urgencia de que se apruebe la ley en su defensa y otro que reúne voces isleñas. 

Todos los materiales pedagógicos que produce el Taller Ecologista están disponibles de manera gratuita para bajar de la página de la ONG.

¡Sumate y ampliá el arco informativo! Por 700 pesos por mes recibí todos los días info destacada de Redacción Rosario por correo electrónico, y los sábados, en tu casa, el semanario El Eslabón. Para suscribirte, contactanos por Whatsapp.

Más notas relacionadas
Más por Marcela Isaías
Más en Educación

Dejá un comentario

Sugerencia

Rosario Salvaje tendrá su cuarta edición en el Galpón 11

Este sábado 23 de noviembre, desde las 20, el festival volverá al espacio de Sargento Cabr