“No había lona porque estaba dañada”, informó el jefe del operativo, Hernán Brest, para explicar el ingreso de los futbolistas de Rosario Central al estadio de Newell’s, escudados por un cordón policial.
El plantel profesional del Canaya que llegó este domingo al estadio Marcelo Bielsa para jugar el clásico ante Newell’s (0-0) debió entrar al vestuario visitante resguardado por los escudos de un cordón policial porque no había lona de protección. “La lona de protección del club estaba dañada, por eso no la utilizamos y decidimos hacer un cordón policial y proteger a la delegación visitante con los escudos”, declaró el comisario Brest a LT3.
Además, antes fue apedreado el colectivo que trasladaba a la delegación de Central. Y luego, mientras los jugadores e disponían a saltar al campo de juego, al arquero Jorge Broun le explotó cerca una bomba de estruendo que le cortó el pómulo y lo dejó aturdido, según declaró a la prensa. Pese a estos inconvenientes, el balance del jefe del operativo de seguridad fue positivo: “El operativo salió bien en un 90 por ciento”, dijo, optimista.
“Es un operativo muy complejo –se justificó– porque van 40 mil personas que quieren entrar a la cancha, el 99 por ciento de las cuales son gente que va a ver el partido, pero hay un 1 por ciento que van a provocar disturbios, como los que salieron de la cola de la entrada para ir a tirarle piedras y latas de cerveza al colectivo de la delegación visitante”.
En este punto, Brest reveló que “la gente primero creía que era el colectivo local, pero cuando se dieron cuenta de que era el colectivo visitante algunos salieron de la fila de entrada para ir a agredirlo, en una actitud realmente incomprensible porque cualquier hincha común que ve a un rival puede llegar a tener un cambio de palabras, pero que no pasa de eso”.
El colectivo que trasladaba al plantel profesional de Central fue escoltado por efectivos de Gendarmería Nacional desde su salida del country del club, en la vecina ciudad de Arroyo Seco, y su traslado por la autopista Rosario-Buenos Aires, y por agentes de la policía de Santa Fe en su ingreso a Rosario hasta el estadio de Newell’s.
Cuando el ómnibus llegó a la zona del estadio, dos jugadores de Central se asomaron por el techo cantando y revoleando sus remeras, mientras algunos hinchas de Newell’s arrojaron piedras y latas con las que rompieron varios vidrios de las ventanillas, sin que se reportaran pasajeros heridos.
“Me explotó una bomba y quedé aturdido todo el partido”, contó el arquero en declaraciones a la televisión, y aclaró que que estaba bien y en ningún momento especuló con pedir la suspensión del clásico, en un gesto que le agradeció luego el referente de Newell’s Pablo Pérez.
Sobre este tema, el jefe del operativo explicó hoy que “el estadio fue revisado varias veces, pero se ve que alguien ingresó ese explosivo”. Consultado sobre las fallas del operativo en la custodia del ingreso de la delegación visitante al estadio y al campo de juego, Brest advirtió que “son estadios que tienen muchos años, donde es más difícil implementar un operativo de seguridad sin fallas, como el caso de la lona de protección que estaba dañada y decidimos no utilizarla, por eso protegimos a los jugadores con los escudos y por suerte ahí no pasó nada”.
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snow rider
11/04/2023 en 5:38
Brest warned that «they are stadiums that are many years old, where it is more difficult to implement a security operation without failures.»