Por amplísima mayoría, con 175 votos a favor, 1 en contra y 9 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó -el miércoles pasado- un proyecto para crear por ley las Becas Progresar, destinadas a garantizar los estudios secundarios, terciarios y universitarios de las y los jóvenes en situación de vulnerabilidad.
La iniciativa brinda continuidad y jerarquización a este programa que se lanzó en 2014, durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner. Ahora el Senado deberá analizar la media sanción. El año pasado en comisiones de la Cámara alta se trabajó una propuesta similar.
El voto negativo en Diputados fue del liberal José Luis Espert, mientras que las abstenciones corresponden a los diputados de la CC-ARI Victoria Borrego, Maximiliano Ferraro, Mónica Frade, Juan Manuel López, Leonor Martínez Villada, Paula Oliveto. También se abstuvieron Laura Castets (Valores Republicanos), Paula Omodeo (CREO) y Carlos Zapata (Ahora Patria).
El dictamen que se puso a votación este jueves fue fruto de un consenso al que se llegó el año pasado entre oficialismo y oposición en la Comisión de Educación que preside Blanca Osuna (FdT).
Uno de los puntos más destacados es que se ampliará el margen de edad para los beneficiarios, pasando de 24 años como máximo a 30 años. No cambia la edad a partir de la cual se podrá acceder, que se mantendrá en 16, aunque se faculta al Ministerio de Economía a ir incorporando paulatinamente estudiantes desde los 15.
Qué establece el proyecto
Por medio de la iniciativa, se crea por ley el Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina (Progresar), con el fin de promover oportunidades de permanencia, egreso, reinserción educativa en todos los niveles y en la formación técnico profesional de jóvenes de entre 16 y 30 años de edad inclusive, residentes en la Argentina.
El Ministerio de Educación de la Nación será la autoridad de aplicación y podrá ampliar la edad hasta 30 años en los grupos prioritarios que defina. Asimismo, paulatinamente incorporará a estudiantes de 15 años.
Los requisitos para acceder al Progresar serán: tener entre 16 y 30 años de edad, inclusive; ser argentina/o nativa/o; naturalizada/o o extranjera/o, con residencia legal de 2 años y 5 en el país y contar con DNI; acreditar la regularidad en una institución educativa o la asistencia a cursos o centros de formación acreditados por el programa.
También que los ingresos de la/el joven y de su grupo familiar no deberán ser superiores a 3 Salarios Mínimos Vitales y Móviles (SMVM). Aclara que no se considerarán como ingreso familiar las pensiones no contributivas por discapacidad. Y la realización de un control anual de salud.
Quienes posean Progresar tendrán derecho a percibir una transferencia monetaria en los plazos estipulados por el Ministerio de Educación de la Nación; ser titular de una tarjeta de débito sin costo donde se acredite la transferencia monetaria; y postularse a becas internacionales y programas del Estado.
Se propone la creación de Espacios Progresar, entendidos como espacios de tutorías y acompañamiento para aspirantes y titulares del programa que funcionarán en las instituciones educativas.
“Será prioridad del Ministerio de Educación de la Nación la implementación de acciones con el fin de fortalecer el acceso a dispositivos tecnológicos y de conectividad”, indica el texto y, asimismo, la cartera educativa deberá realizar evaluaciones anuales del programa orientadas a conocer su implementación y funcionamiento.
Compromiso social del Estado
La titular de la Comisión de Educación, Blanca Osuna (FdT, Entre Ríos), destacó -durante el debate- que es un programa educativo, de derechos, de compromiso social del Estado. “No estamos inaugurando un programa que no existe, sino justamente, lo llamativo que tiene el programa es que está por cumplir 10 años con lo cual ha transitado su existencia distintas etapas y gestiones de Gobierno”, remarcó.
“¿Dónde están quienes gozan y han accedido al Progresar? Hoy están en las escuelas, en las universidades, las escuelas de adultos, están en la búsqueda de trabajo. Es la franja con vulnerabilidad más sensible, más multidimensional y es ahí donde el programa efectivamente tiene que operar”, planteó Osuna.
Por otro lado, recordó que es un programa generado por la ex presidenta y actual vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner en 2014. “Esa definición de creación, no solamente puso recursos para poder generar un puente de acceso a un aporte económico, sino mucho más que eso, a un acompañamiento y a una asistencia en lo educativo y a una exigencia de una intervención concertada entre distintos sectores e instituciones del propio Estado como son el Ministerio de Educación, el Ansés, el Ministerio de Salud”, expresó Osuna.
Y cerró: “En una Argentina compleja el programa permite y posibilita esta realidad tener un trabajo y en la obligación que ponemos en el Estado y que no sea sensible a fluctuaciones que rechacen las inversiones necesarias”.
El legislador santafesino (FdT), Eduardo Toniollo, al momento de votar la iniciativa señaló: “Donde algunos señalan un gasto, nosotros vemos progreso social y una apuesta al futuro”. A su vez, explicó: “A casi diez años de su creación, el Progresar constituye una de las políticas públicas más exitosas de este siglo. Promulgado como Decreto de Necesidad y Urgencia, se propuso originalmente asistir a los jóvenes de entre 18 y 24 años para que pudieran finalizar sus estudios primarios y secundarios, y encarar una carrera en la educación superior”.
También señaló que “hoy hay casi 1 millón y medio de pibes y pibas a los que el Estado acompaña, invirtiendo más de 120 mil millones de pesos en su formación profesional”.
“Lo que buscamos es garantizar esta beca por ley, para hacer más eficaz su alcance y garantizar su cumplimiento más allá de los vaivenes políticos del gobierno de turno”, sostuvo y recordó que “entre 2016 y 2019 el programa fue desfinanciado por la gestión de Macri”.
Toniolli detalló que el programa tiene distintas líneas: “Mientras que poco más de la mitad de los beneficiarios son asistidos para terminar la educación obligatoria -primaria o secundaria- el 47% restante transita otros niveles no obligatorios pero sumamente necesarios para integrarse mejor a un mercado laboral complejo: el 14,5% cursa en terciarios, el 22% en universidades, un 6% realiza estudios en enfermería y un 4,5% toma cursos de formación laboral con salida directa”.
“El Progresar se inscribe en la mejor tradición argentina de consagrar a la educación pública no sólo como un derecho, sino como un orgullo. Que haya sido aplicado por un gobierno peronista, y que busque ser ley por iniciativa de otro gobierno del mismo signo político, es coherente con el pensamiento y la práctica de nuestra fuerza política: durante el gobierno de Perón se construyeron más de 8 mil escuelas y se instituyó la gratuidad de la educación universitaria, y durante el de Néstor Kirchner se impulsaron las leyes de financiamiento educativo y de educación técnica, por nombrar solamente algunas de las muchas medidas tomadas en esta materia”, aseguró.
Fuente: El Parlamentario
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