Una niña hace su primaria en la escuela de monjas del pueblo. Tiene ocho años y comienza a preguntarse por aquellas verdades que revela el catecismo. De manera ingeniosa y con la mirada propia de su edad devuelve preguntas y respuestas a lo que le propone el mundo adulto. El uso de la razón es un libro que se lee de un tirón, de bella escritura, que divierte y emociona. Lo escribió María Beatriz Jouve. Fue editado por Ciudad Gótica y se presenta este viernes 4 de agosto, a las 17, en la Feria Internacional del Libro de Rosario.

A María Beatriz Jouve se la conoce más como Betty Jouve o la Seño Betty, aquella que alguna vez certificó con sello y firma una nota dirigida al Ratón Pérez, para dejar constancia que un alumno de su escuela había perdido el diente en el recreo. Es autora de otros libros que hablan de la vida en las aulas y del oficio docente.

En El uso de la razón sobresale María Beatriz Jouve escritora. “Tiene que ver con que ya estoy jubilada de la docencia y la escritura nace desde otro lugar. Mis primeros libros estaban muy embebidos de esa práctica docente, de estar en el terreno y de tratar de mirar lo que pasaba en la escuela. Y este libro ya es un libro de la jubilación, mirando a la escuela pero desde otro lugar. Si bien tiene ficción, hay pasajes que tienen que ver con mi paso por la escuela primaria, tiene notas autobiográficas”, cuenta de la cocina de su trabajo.

El libro -remarca Jouve- “se ancla en algo que he vivido, forma parte de mi vida escolar, pero no es del todo autobiográfico”. “Hay mucha hipérbole, mucho de trabajar con la ironía y con lo gracioso”, disfruta de lo narrado.

Por momentos, las ocurrencias de esa niña de ocho años remiten al gran Maestro Firpo o la película La culpa es de Fidel (Julie Gavras). Y para quienes hemos pasado por la escuela religiosa, imposible no identificarse con las imágenes y credos compartidos, superar divanes, divertirnos y emocionarnos.

Un día de clases la hermana Consuelo escribe en el pizarrón: “La vida de sacrificios es el camino breve para el cielo”. Y para que quede bien grabada la enseñanza les pone como ejemplo que si hay una comida que la mamá les preparó y no les gusta que la coman igual y ofrezcan ese sacrificio al Señor. Es cuando la pequeña se autoconvence de que las papas fritas no le gustan para comérselas todas y ofrendar así semejante sacrificio. Aunque la trampa puede ser descubierta, “porque el Señor todo lo ve”.

Pero aunque la tentación sea grande no hay que caer en el pecado de espoilear más de esta escritura. La invitación es a leer el libro.

Entre la fe y la razón

-¿Por qué elegiste el humor y la ironía para hablar de la enseñanza religiosa?

-Creo que uno puede escribir desde dos lugares distintos: en tono de tragedia o de comedia. A mí me sale el tono de comedia. Tiene que ver con una forma personal de encarar los problemas, la vida. Hay pasajes en el libro que pueden resultar densos, tristes o pesados porque en la mirada de una niña tener miedo a morirse o irse al infierno es muy duro; darle una vuelta desde el humor para contarlo es una manera que sea liberador.

-¿Cómo pensaste la idea de este libro?

-En Guardapolvos y campanas aparecen unos embrioncitos de estos relatos. Es una idea que tenía de escribirlos, que están encadenados y tienen que ver con la enseñanza religiosa. La jubilación y la pandemia me permitieron pensar la escritura desde otro lugar. La construcción de esta narradora niña en primera persona fue todo un trabajo de escritura que pude permitirme hacer con otros tiempos. Pude ponerme desde otro lugar. A partir de otras lecturas, de trabajar en taller literario, fueron apareciendo estas escrituras que se transformaron en un libro.

-Más allá de que las docentes seguro lo van a leer ¿Para quién pensaste El uso de la razón?

-Si bien el referente del lector docente siempre va a estar en mí, me parece que cualquiera que haya pasado por una escuela, o sea casi todos, puede conectar con el libro. Porque es la mirada de los niños sobre lo que el mundo adulto construye, y qué significa entrar en el uso de la razón.

La escritora María Beatriz Jouve.

Más sobre la autora

María Beatriz Jouve nació en Carcarañá, aunque desde los 18 años vive en Rosario. Es maestra, profesora y licenciada en Ciencias de la Educación (UNR). Trabajó como docente en diferentes escuelas públicas, y vicedirectora de la Escuela N°150 Cristóbal Colón. También enseñó en los Institutos Superiores N°29 y N°16.

Colaboró con numerosas publicaciones de Amsafé Rosario y fue columnista de educación en el programa de radio La mañana de la TL, conducido por Carlos del Frade y Oscar Ainsuain. Es autora de los libros Crónicas desde la escuela y ¿Se nace o se hace? Crónicas de una maestra, los dos de Ciudad Gótica. También de los libros De guardapolvos y campanas. Historias del aula, el patio y el cuerpo (Editorial Palabras Libres) y de Días de escuela. Relatos, poemas y decires (Editorial Último Recurso).

El uso de la razón -su última producción literaria- lo presenta este viernes 4, a las 17, en el tercer piso del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa (San Martín 1080), en la Feria Internacional del Libro. Será en una mesa de narradores que compartirá con el escritor Jorge Yaconcick.

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