Hay gentíos no callados por las derrotas, persecución y falsedades. Siguen y montan para avanzar acompañando las huellas de Artigas, Evita y Perón, con las voces de Galeano, Scalabrini Ortiz y Feinmann.

Hablar “sin los diarios del lunes” no es jodido cuando los resultados no son un prode y los enfrentamientos siguen, sin contar en qué minuto los fules se hacen al sol. Pero en las tribunas se juega otro partido. Así como antes quisieron hacer olvidar y desarticular al artiguismo (desartigar), durante años se intentó “desperonizar” al país, como luego se buscó “deskirchnerizar”. Pero nunca se comprendió ese “percibirse en les otres”, en comunidad sublevada ante las injusticias y arbitrariedades de oligarquías.

Esos otros históricamente pretenden desmantelar, desde el gobierno o la oposición, las políticas de justicia social, inclusión, derechos humanos y el buen vivir. Así que siempre se debe robustecer la disputa corajuda, más allá de los trámites electorales.

El lado oriental del corazón

Hace mucho tiempo, en una cena montevideana de septiembre de 2004, alguien elevó su copa de vino y su voz: “¡Los más infelices serán los más privilegiados! Eso me recuerda una frase peronista: los únicos privilegiados son los niños”. Y agregó: “¿Vieron? También Artigas era peronista”. Había sido el perenne José Pablo Feinmann en la nota “Uruguay”, publicada el 18 de septiembre de 2004, luego de la victoria del Frente Amplio en el país oriental.

“No, querido, Artigas no era peronista. Artigas inventó al peronismo”, lo corrigió José Pepe Mujica. Y, siguiendo con el relato, agregó Feinmann: “Brindamos por eso y por el triunfo del Frente”. Y el Pepe remarcó: “Y en la primera vuelta, carajo”. Otro dijo por ahí: “¡Basta de peronistas y no peronistas, de uruguayos y argentinos. Seamos hermanos artiguistas”.

Feinmann explicó que “con los uruguayos nos une no sólo el espanto de las dictaduras, sino el amor hacia el más grande caudillo de estas tierras nuestras: Artigas, que peleó contra portugueses financiados por Gran Bretaña, contra porteños orgullosos, centralistas, iluminados, y contra lugartenientes que lo traicionaron ¡Triste historia la de nuestras traiciones federales! Ramírez traicionó a Artigas. López a Ramírez. Y Urquiza a todos”.

Mujica, hombre de la izquierda, “zorro fogueado en todas las batallas”, dice: “La izquierda tiene que ser lúcida y profunda con el peronismo. Porque todo empezó mal. Eso de la Unión Democrática fue una cagada increíble y originó muchas más. Y no me digan que digo esto porque estoy en pedo. Digo esto porque es verdá”.

Parecía un perdedor, pero…

Otro uruguayo –también perenne–, Eduardo Galeano, señaló que don José Gervasio había remarcado: “Las tierras se repartían de acuerdo al principio de que «los más infelices serán los más privilegiados». Los indios tenían, en la concepción de Artigas, «el principal derecho»”.

“Fíjense ustedes lo que ha ocurrido con otro perdedor, Artigas, el hombre que hizo la primera reforma agraria de América, antes que Lincoln y antes que Zapata. Hace casi dos siglos, él fue vencido y condenado a la soledad y al exilio”, escribió el oriental.

Galeano, en tanto, sostuvo que hace algunos años “la dictadura militar del Uruguay le erigió un ampuloso mausoleo, queriendo encerrarlo en cárcel de mármol. Pero cuando la dictadura intentó decorar el monumento con algunas de sus frases, no encontró ninguna que no fuera subversiva”. Ahora el mausoleo tiene fechas, nombres de batallas, y ninguna frase. Pero “Artigas no es mudo”.

Artigas sigue siendo peligroso en nuestras tierras. “General de los sencillos, Artigas fue reclutando un verdadero ejército popular formado por los gauchos orientales, los peones rurales, arrieros, negros esclavos y libres, mestizos, indígenas, ocupantes de tierra sin títulos, las mujeres –consideradas no decentes–: el amplio mundo de las clases populares que quería poner fin a la sociedad colonial que los empobrecía”.

El aguante

Con los adelantos en offside, patentan choreando del latín la palabra resiliencia, que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar. Casi como en rosarino charrúa de la Tablada, predica el filósofo Germinal Terrakius: “No retrocedemos, tomamos carrera”.

Está la perseverancia y ser fiel a uno mismo, de marote duro. Se celebra el poder de resistir la adversidad, las hijaputeces y traiciones, como individuo y como comunidad. Con la capacidad de adaptación a una situación adversa, pero para cambiar ese destino.

El especialísimo portal cibernético “Songtell” (que reúne las historias de canciones) dice, de El aguante, tema de Charly: “Es un himno a la resiliencia, la perseverancia y ser fiel a uno mismo. La canción celebra el poder de resistir la adversidad y la dificultad, tanto como individuo como comunidad”.

“En el último verso, el genio declara: «Esto es Rock & Roll»”, sugiriendo que las actitudes y valores que ha estado expresando no se limitan sólo a la música, sino a una forma de vida.

Para el cronista entrerriano Francisco Senegaglia, Artigas fue el constructor de un verdadero proyecto americano que se fundaba en la “subjetividad de la gauchería”, en una subjetividad mestiza, americana. “Artigas planeaba un modelo federal, representativo de derechos, de soberanía territorial y de soberanía identitaria, de pueblo como identidad temporal más que espacial, y eso es un concepto muy charrúa, muy guaraní”.

Aluviones sublevados vigentes

En 2020 parece surgir otro aluvión. “Proyecto Artigas para sembrar/ reforma agraria para justicia social”, bramaron gentíos el 27 de octubre del 20 frente a la Sociedad Rural de Palermo. “Estamos convencidos de que la justicia nos asiste y que llevamos adelante un proceso de paz, agroecología, justicia social y, sobre todo, apegado a la ley”, decía Juan Grabois, junto a compañeros del Proyecto Artigas.

Se movilizaron organizaciones sindicales, ATE, cartoneros, militantes de agrupaciones estudiantiles, ambientalistas, feministas y trabajadores de la economía popular. Claro que callaron los tibios académicos declaracionistas, que prefieren las efemérides con alabanzas para discursear, sin protagonismo y agite político con las patas en el barro.

Grabois aseguró que “estamos acá porque Luis Etchevehere es un mafioso, corrupto y ex ministro de Agricultura que aplastó a los campesinos, chacareros y a los pequeños productores, y también porque es un usurpador profesional”.

Su hermana, Dolores Etchevehere, vuelve a la casa de su infancia en Santa Elena, Entre Ríos, a 138 kilómetros de Paraná, para recuperarla e instalar allí una iniciativa agroecológica. La toma territorial de 14 días buscó un modelo agrario sostenible, libre de agrotóxicos y explotación. 

Advertía entonces Grabois que “sabemos que cualquier persona que levante su voz contra este poder va a ser atacada y acusada de cualquier ridiculez: falta que digan que Alberto (Fernández) está con una pinza desalambrando”. Luego hizo un pedido al gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet y al Presidente de la Nación: “No vacilen en hacer cumplir la ley y en defender esta causa noble”.

Pero los funcionarios no fueron muy escuchados, y el pueblo no los apoyó.

Cómplices de fraude y Milei

Antes, el 25 septiembre 2022, la justicia de esa provincia procesó a la madre y hermanos Etchevehere (Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego) por “administración fraudulenta” de la sociedad dueña de El Diario, causa iniciada en 2013 tras una denuncia de Dolores Etchevehere tras descubrir el vaciamiento de la empresa familiar que dejó en la calle a 80 trabajadores.

Ya en épocas de elecciones, ese Sebastián fue elegido por Javier Milei para ser gobernador de Entre Ríos. Así, rejuntó un 18,88 por ciento de los votos y quedó tercero detrás del 41 por ciento de Frigerio (JxC) y el 39 de Adan Bahl (UxP).

El fundador de Proyecto Artigas, Juan Grabois, dijo que “el gobernador Gustavo Bordet jugó para Etchevehere”. Marcó que la dirigencia peronista estuvo “puesta en la disyuntiva” de “enfrentar a toda esa mierda que podría haber saltado, porque los pactos de poder se rompen cuando se empieza a hablar como lo hizo Dolores”, y decidió “restablecer la normalidad”, la tradicional sumisión a los propietarios del poder.

“A pesar de las patotas y las amenazas, el Proyecto Artigas ya está en marcha y busca promover el desarrollo de una experiencia agroecológica que produzca alimentos sanos a precios justos”, anunciaron desde el colectivo alineado con el referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).

Hoy continúan los trámites de sucesión de los bienes hereditarios y se plantea la nulidad de todos los actos jurídicos por la falsificación de la firma de Dolores en el expediente sucesorio. De ese gentío de “cabecitas”, al decir de Eva Duarte, se gesta el desordenado y salvaje “subsuelo de la patria sublevado”. Era “el espíritu conjunto que iniciaban sus tareas de reivindicación. El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo”, como decía otro perenne: Raúl Scalabrini Ortiz.

También advertía Evita, en 1952, durante su último discurso en el balcón de la Casa Rosada Plaza de Mayo el Día del Trabajador: “El capitalismo foráneo y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos”.

Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 25/11/23

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