Con un golazo de Maximiliano Lovera, el Canaya se consagró campeón de la Copa de la Liga Profesional, al vencer 1 a 0 a Platense, en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero. Ahora, define al campeón del año ante River.
En la calurosa noche santiagueña, el pueblo auriazul gritó campeón después de cinco años, tras aquella conquista de la Copa Argentina 2018. Ahora derrotó por la mínima al Calamar y con Miguel Russo como estandarte fue un justo ganador del certamen.
El partido arrancó con demoras por algunas bengalas que cayeron al campo de juego. En esos primeros minutos, Platense se acercó con un par de jugadas de pelota parada que inquietaron a la última línea auriazul. Cuando Central se había acomodado mejor en el partido, perdió una pelota en campo rival y el Calamar sacó una peligrosa contra que en el final no supo manejar de la mejor manera.
Pasaba poco en las áreas hasta que a los 39’, Maximiliano Lovera inventó una gran jugada para abrir el marcador. El volante ofensivo se sacó la primera marca con un quiebre de cintura que lo puso de cara al arco, en el camino metió un caño y definió cruzado y con gran precisión ante la salida de Ramiro Macagno.
El segundo tiempo también arrancó con demoras y parates, pero por un durísimo choque de cabezas entre Facundo Mallo y Mateo Pellegrini. El jugador de Platense se llevó la peor parte y fue sacado del estadio en ambulancia. Para colmo, tras el choque, el futbolista Calamar cayó encima de la rodilla de Damián Martínez, que también debió ser reemplazado (por Juan Cruz Komar) por lesión.
Una manera de superar el golazo del primer tiempo hubiese sido si la gran jugada que armaron entre Ignacio Malcorra, Lovera y Jaminton Campaz terminaba con la pelota dentro del arco. El autor del gol la cuchareó para dejar el colombiano mano a mano, pero el suave remate terminó en el travesaño.
La primera llegada clara para el equipo de Vicente López llegó en los pies del ingresado Maximiliano Zalazar, quien parecía no tener demasiado espacio pero sacó un remate dirigido al ángulo, que hizo revolcar y lucir a Jorge Broun.
En el partido pasaba poco. A Central le convenía la parsimonia del rival porque pasaban los minutos y la victoria no corría riesgos ni se veía amenazada. Mucho menos cuando a los 43’ se fue expulsado (por doble amarilla) el defensor Gastón Suso, que cortó con falta una contra manejada por Campaz.
Pero en tiempo de adición, los dirigidos por Martín Palermo arriesgaron y en el auriazul se notó desesperación por el final. Ahí fue cuando Nicolás Servetto sacó una media vuelta desde el borde del área que pasó muy cerca del palo más lejano de Fatura, quien en la jugada siguiente también se lució mandando afuera un cabezazo rival.
El conjunto de Arroyito sufrió en el final, una sana costumbre. Pero tuvo su recompensa. El árbitro Nicolás Ramírez pitó el final y el estadio fue una fiesta, tanto en la cancha como en las tribunas. Con este título, Rosario Central se ganó el derecho a disputar el Trofeo de Campeones 2023, ante River (campeón del torneo LPF) a partido único, el viernes 22 de diciembre, con horario y estadio (el Madre de Ciudades de Santiago o el Kempes de Córdoba) a confirmar.
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