El abogado Jorge Elías celebró la resolución de la Cámara Nacional del Trabajo de suspender –gracias a la demanda de inconstitucionalidad de la CGT– la “reforma” que pretendía llevar adelante Milei a través del mega DNU.

“Con organización, unidad y compromiso, desde la CGT hemos logrado frenar el intento de reforma laboral propuesto con el DNU. No nos vencerán mientras permanezcamos unidos. Nos encontramos el 24 en la Plaza del Congreso”, publicó en su perfil de la ex red social del pajarito celeste el dirigente de la sanidad Héctor Daer, uno de los integrantes del triunvirato que conduce la Confederación General del Trabajo, el pasado miércoles 3. La novedad había comenzado a circular unas horas antes y fue tomada como un triunfo por el movimiento obrero organizado en la pulseada que el flamante gobierno nacional eligió sostener cuando dio a conocer el mega DNU que pretende arrasar con todo lo conquistado en materia de derechos laborales desde la irrupción del peronismo allá por 1945. El abogado especializado en el ámbito laboral Jorge Elías celebró la resolución de la Cámara Nacional del Trabajo. “Es una noticia muy alentadora porque la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo ha dictado una resolución que suspende la ejecución del DNU hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo sobre la impugnación constitucional que ha hecho la CGT”, señaló Elías en diálogo con el programa Poné la Pava de Radio Rebelde Rosario, y se explayó: “Lo interesante es que lo limita exclusivamente a los problemas laborales, que, si bien el DNU tiene de todo y hay impugnaciones hechas en otros tribunales globalmente contra el decreto, en este caso lo que interesó a la CGT como representantes de los intereses colectivos e individuales de los trabajadores es este aspecto y la cámara entendió que es su competencia y lo resolvió. De ahí a que esto quede firme hay un trecho, porque naturalmente ya el Gobierno, además de insultar a los jueces, de tratar de echarlos y esas cosas típicas de gente que no respeta en absoluto las instituciones, está preparando una apelación”.

En ese sentido, el abogado laboralista rosarino remarca que se abren dos caminos de apelación: “Ese fallo puede ser apelado ante la Corte Suprema, y ahí habrá que ver qué dice la Corte. Y el otro es que se pretenda sacarle esta causa a la Justicia laboral para acumularlo en el fuero contencioso administrativo, donde ya hay un juez que está interviniendo (Esteban Furnari), junto a todos los demás amparos que hay contra el decreto. Si se apela el fallo de la Cámara, el único tribunal que está por encima es la Corte. Y si hay un conflicto para decidir si va al fuero laboral o al contencioso administrativo, también la única con potestad de resolverlo es la Corte porque no hay nadie por encima de ellos que los pueda obligar a los dos. Así que se abre un escenario con novedades, con pronósticos de todo color”. 

El iluminado

Más allá de que resten instancias para que la suspensión del DNU en lo que refiere a lo estrictamente laboral sea un hecho, Elías se encarga de destacar como algo muy interesante “el efecto que ha tenido esto en la ciudadanía, en la opinión pública, en los trabajadores y hasta en los medios que, ante un fallo muy bien fundado, independientemente de que alguien pueda criticarlo, se dice «esto no puede caminar así, acá no hay ninguna urgencia, acá no hay ningún apuro, y además no se puede de un plumazo borrar todo esto»”. Y también el hecho de que “esto ha encontrado un eco favorable en opiniones jurídicas independientes. No sólo en aquellos que estamos más cerca del derecho laboral, no sólo en aquellos tratadistas, especialistas que son afines a la oposición o que tienen una trayectoria en el movimiento nacional y popular, sino en algunos juristas de insospechada neutralidad, o al menos de posición tomada no precisamente pro-kirchnerista, que dijeron «lo que se pretendía hacer es una barbaridad, el fallo está muy bien». Es decir, ha instalado un debate en términos legales que lo que está poniendo en discusión es este pensamiento de Milei que cree que porque ganó y lo votó mucha gente puede hacer lo que quiere y como quiere. Entonces saca un DNU para privatizar los clubes de fútbol, que se puedan revender las entradas, que los jueces se pongan una toga, que se libere el mar para que pesquen los extranjeros, lo que se le ocurra, incluidos los derechos de los trabajadores. ¿Puede un gobierno hacer actos de estos rasgos dictatoriales? Pareciera que hay un consenso entre la gente de bien que dice: «Pará, esto no se puede hacer»”. 

Foto: Jorge Contrera | El Eslabón/Redacción Rosario

Jorge Elías remarca que el hecho de que sea una movida impulsada o surgida desde la CGT “le da mucha más fuerza y valor”, porque además hay una cuestión política, una puja, una pulseada, “lo que más me llama la atención es que en otros ámbitos en los que ni siquiera miran con simpatía a los trabajadores, entienden que esto es inconstitucional”, y agrega: “Estamos instalando un debate, más allá de que no sabemos cómo termina y que seguramente no va a ser fácil, pero la movilización de la CGT (la del miércoles 24 al Congreso), seguramente con este respaldo va a encontrar en muchos trabajadores que empiezan a pensar que les van a quitar un montón de cosas, una gran motivación para salir a protestar”. 

Para finalizar, Elías señala que “la idea mesiánica del presidente es «yo hago todo lo que se me antoje y se me da la gana porque la ciudadanía me invistió de un mandato supremo y esto es lo que hay que hacer y no hay marcha atrás»”, y argumenta: “No es el político que pide 10 para sacar 8 y terminar arreglando por 7. Es el tipo que quiere todo o nada. Y no descartaría que estos contratiempos puedan afectar el ánimo de aquel que se siente iluminado. Los iluminados no aceptan que la realidad les diga «No, esto no es así». El político conoce la realidad, lee la realidad y busca adaptarse a la realidad para imponer sus convicciones, sus ideas. El iluminado, el llamado del cielo cree que es una guerra santa, y en una guerra santa no hay negociación. Por eso es peligroso esto, porque el discurso presidencial es muy violento y está muy cerca del «hay que matar a todos». Por ahora no hay muertos, pero hay mucha violencia”.

Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 06/01/24

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