El Canaya padeció una dura goleada ante la T: fue 4 a 1 en el Mario Kempes, por la fecha 3 de la Copa de la Liga. Entre las fallas del fondo y la falta de efectividad se explica el resultado. Botta, Rodríguez, Sosa y Catalán, los goles locales; Lovera marcó el de la visita.

Sobre todo en la primera parte, Rosario Central llegó mucho pero anotó poco. El dueño de casa, por el contrario, anotó cada vez que llegó. En parte, eso explica la dura caída del auriazul en el estadio Mario Alberto Kempes, por la tercera jornada de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional.

De entrada, Facundo Mallo apareció en soledad en una jugada de córner, pero su cabezazo salió a las manos de Guido Herrera. El Canaya también llegó por abajo, tras una gran pared entre Maximiliano Lovera e Ignacio Malcorra que culminó con remate a colocar de este último que exigió al arquero.

Foto: Prensa RC

Central empezó a extrañar la presencia de Carlos Quintana (arrancó en el banco) cuando a los 13’, un pase por arriba de la defensa encontró sólo a Rubén Botta, que abrió el marcador con un golazo. El habilidoso volante quedó mano a mano con Jorge Broun, pero de espaldas. La resolución fue magistral: amagó un taco, con el que se sacó de encima al arquero, y luego definió.

El equipo dirigido por Miguel Russo siguió llegando y fallando. El paraguayo Alan Rodríguez se encontró con un rebote a la altura de la medialuna, pero no pudo esquinar su disparo y Herrera sacó sin problemas por encima del travesaño. Acto seguido, Lovera habilitó con un gran pase a Luca Martínez Dupuy, pero el arquero volvió a ganar su duelo.

El empate, merecido, llegó desde los doce pasos. A los 30’, Lovera clavó su penal al ángulo, inatajable. Nada hacía pensar que Central se iba a meter al vestuario con una desventaja de dos goles. Es que a los 41’, Juan Rodríguez ganó en lo alto y anotó su gol, convalidado cuatro minutos más tarde, tras revisión en el VAR. Y a los 48’, Herrera sacó desde su arco, Agustín Sández durmió en la marca, y el paraguayo Ramón Sosa no perdonó.

Ya en el segundo tiempo, Central no logró reponerse del tamaño golpe que sufrió sobre el final de la etapa anterior. Y a los 15’ llegó el nocaut que le propinó el defensor Matías Catalán. Recuperó en la salida auriazul y empezó a encarar hasta quedar de frente a Fatura, a quien derrotó con una buena definición.

La goleada pudo ser peor si el ingresado juvenil delantero José Romero no desperdiciaba una chance clara, en la que Broun ya había quedado vencido. Mucho tendrá que mejorar Central, desde lo anímico y futbolístico. El último campeón aún no ganó en las tres fechas que lleva el certamen. Para colmo, la fecha siguiente no podrá ser local en el Gigante, donde es más fuerte.

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