“El trasfondo es la crueldad”, define la doctora en psicología Bettina Calvi al hablar de los discursos, enunciaciones y mensajes que avalan la discriminación, la deshumanización y hasta hacen apología de la pedofilia. La gravedad es que se generan y promueven desde el máximo referente del Estado, el presidente Javier Milei. La docente e investigadora asegura que más que nunca hay que estar en las calles este #8M y en las marchas por venir para rechazar estos insultos y agravios.
Hace poco tiempo Calvi, junto a otras y otros profesionales y personalidades del derecho, la academia y el periodismo, como Carlos Rozansky, Dora Barrancos y Liliana Hendel, presentaron ante la Cámara de Diputados un pedido de juicio político a Milei por estas manifestaciones de odio. “El nombrado ha incurrido de manera reiterada en la causal de mal desempeño a través de diversas apariciones públicas así como en aportes deliberados en redes sociales de amplia difusión. En ellas, se asocian de manera explícita situaciones del ámbito político económico, con graves delitos sexuales así como de violación de la legislación vigente en materia de discapacidad”, se lee en el pedido elevado.
El reclamo público logró reunir miles de adhesiones y manifestaciones de apoyo, en especial -repasa Calvi- de quienes trabajan sobre temas de infancias y violencias en la Argentina y en otros países; de personalidades de la cultura, de la educación y de la política. Fue “muy impresionante” la repercusión alcanzada, agradece. También hubo “ataques e insultos, todos con un tinte de agresividad sexual” que llegaron desde las redes sociales.
El pedido presentado en la Legislatura logró ser incorporado para su trámite administrativo y ya tiene número de expediente. La confianza es que se sigan sumando más de estos reclamos también desde otras organizaciones.
Violencia sin fin
Las agresiones no se detienen. Este miércoles el presidente de la Nación volvió a arremeter en su discurso contra lo diferente. Lo tremendo es que lo hizo frente a un auditorio de chicas y chicos del secundario, en el Colegio Cardenal Copello, donde estudió.
Fue a inaugurar el ciclo lectivo y no ahorró en descalificaciones y burlas groseras, además de mirar con sorna y reírse de un estudiante que escoltaba la bandera y se desmayó a su lado. Al tiempo que lo asociaba a su mensaje macartista contra “zurdos” y “comunistas”.
Calvi advierte que Milei “sexualiza violentamente todo su lenguaje y el contenido discursivo” y lo lleva adelante “sin registro de a quién va dirigido”.
“No es lo mismo cuando estas agresiones y la naturalización de la violencia vienen de un ciudadano (común) que cuando vienen desde el Estado en su máximo representante. La naturalización de la violencia es llevada al extremo, toma otra connotación mucho más grave”, alerta Calvi, quien es también docente de posgrado y escritora.
La académica avisa una y otra vez sobre el aval simbólico de estos hechos: “Es apología de la violencia hacia las infancias y sobre todo de la pedofilia”.
En esta denuncia se detiene y detalla: “La pedofilia es un delito que está tremendamente diseminado en la sociedad, ocurre con una incidencia altísima dentro de las organizaciones familiares y fuera de ellas. Venimos luchando contra este delito, primero para que se haga visible, que se denuncie y también contra los discursos negacionistas que lo niegan o lo justifican”.
Calvi integra la comisión directiva de la Asociación Civil de Altos Estudios en Violencias y Abusos Sexuales (Aevas), que dirige el doctor Carlos Rozansky.
La discriminación por discapacidad de parte del Ejecutivo no queda afuera del pedido de juicio político. Esto en referencia a lo ocurrido la semana pasada -y antes de asumir la presidencia también- de usar a las personas con síndrome de Down para descalificar a otras. “Es otra forma de violencia”, dice la especialista.
A no callarse
No dejarla pasar, no naturalizar, repudiar y hacer visibles estas violencias es la invitación a seguir. “No tenemos que callarnos de ninguna manera con este tipo de discursos, porque esto es no tener registro del semejante; no hay empatía con el otro, qué mensaje les dejamos a las chicas y los chicos”, alerta Calvi.
“Las mujeres y las disidencias son colectivos que han sido fuertemente agredidos por el discurso presidencial, por eso este viernes (#8M) tenemos que dar una respuesta contundente en las calles”, llama Calvi a sumarse a la marcha en el Día Internacional de las Mujeres y las Disidencias.
Calvi remarca los riesgos a los que habilitan estos mensajes (todo indica que seguirán): “Estos discursos, estas formas enunciativas que tienen y el contenido de lo que dice el presidente fomentan la violencia en todos sus órdenes”.
Explica que esto no es solo a los “like” que les da a los mensajes en las redes sociales, muchos expresados en memes que agreden sin reparo alguno, sino a otras expresiones iguales de violentas y con contenido sexual. Mensajes que tienen como imágenes “violaciones a mujeres, humillaciones de todo tipo, discriminación, palabras que aluden a patologías y son usadas como insultos, cosas que ya estaban totalmente superadas o parecían estarlo en una sociedad que se trabajó tanto para que esto no sucediera más”.
La gravedad -señala- es que avalar estos mensajes habilita a que “se empiecen a liberar situaciones de mucha violencia y agresividad”.
“El trasfondo de esto es realmente la crueldad”, expresa la doctora Bettina Calvi sobre lo que sustenta estos discursos.
Dice que lo que se vive alrededor de estos hechos le recuerdan a su tesis en la que trabajó las situaciones de abuso sexual en la niñez. “Lo que se observaba de parte del abusador era mucha crueldad. Al abusador no le importa el daño que le está ocasionando al otro, no tiene ningún registro de eso. Sabe que lo que está haciendo está mal y no le importa”, explica Calvi, y compara los abusos con las “escenas de las torturas, la crueldad en su estado más salvaje”.
Comparte la preocupación de que el uso de esas ofensas, imágenes repudiables y sobre todo la apología de los abusos se generalicen y deriven en una mayor crueldad.
El desafío de la escuela
-¿Cuál es el compromiso de la educación, de la escuela frente a estos discursos?
–La escuela tiene un gran desafío en este momento, que es no convalidar estos discursos de odio, de crueldad y de discriminación. Sé que es difícil porque la escuela y las docentes están atravesando una crisis terrible, también de desprestigio y descalificación. Las ofensas y la discriminación van para todos lados, no reconocen fronteras. Es llamativa tanta crueldad para los laburantes en todos los sectores, salvo los privilegiados. No es solo esta política económica, que es cruel en sí misma, sino que además está condimentada por estos discursos terribles. Es muy importante que podamos transmitirles a las niñas, a los niños y a las y los adolescentes que esto no es natural, que no está bien, que va en contra de la solidaridad, de la empatía. Sabemos que se sienten atraídos por ciertos discursos disruptivos, tenemos que poder transmitirles que esto no es disruptivo, que es ofensivo, violento. Lo disruptivo es poder hacerle frente, ponerle una resistencia para que esto no sea moneda corriente.
Calvi trae a la charla el recuerdo de cuando en su carrera de estudiante cursaba la materia psicología educativa y el profesor era Raúl Ageno: “Nos hablaba siempre de las dos funciones clave de la educación: la capacitación y la socialización, y que ninguna era más importante que la otra. Más que nunca debemos llevarlas de la mano. Capacitar y socializar, porque socializar tiene que ver justamente con la empatía, con no hacer al otro lo que no me gustaría que me hagan a mí”.
La especialista reconoce que a veces el abatimiento gana los estados de ánimos, pero enseguida se repone -e invita a mirarlo así- pensando que se pudo con la dictadura, entonces también se podrá con esta situación que se vive: “Nos encontraremos el 8 y el 24 de marzo, todas y todos. Es fundamental estar en las calles”.
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