El jueves 11 de abril, a las 18.30, se presenta Freire recargado. Desafiar el modelo universitario desde la educación popular, el libro del profesor de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) Gustavo Brufman, editado por Homo Sapiens. Una obra que invita a pensar en “otro modo de ser universidad”.

La presentación será en la librería de Sarmiento 829, y acompañarán al autor y director del Centro de Estudio, Investigación y Documentación Educativa (Ceide) Simón Rodríguez, Iván Torres Leal (Ceide) y Natalia Fattore (directora de ciencias de la educación).

La propuesta -dice Brufman a modo de adelanto- apunta a pensar en lo popular en la universidad pública, a refundar los vínculos pedagógicos tanto al interior como por fuera del ámbito universitario y a recoger las historias de vida de las y los estudiantes que llegan a estas aulas.

La publicación de este libro en tiempos en que se pretende negar la discusión pedagógica y se desfinancia la educación pública es para celebrar. El motivo es doble si la obra es una invitación a pensar el legado del pedagogo brasileño Paulo Freire. Un acto de rebeldía y convocante. “Tiene un impacto increíble, me han consultado de distintas universidades nacionales”, confía Brufman por la respuesta que ya tiene Freire recargado.

El libro se gestó en la materia Núcleo Antropológico Educativo de Ciencias de la Educación. Un trabajo que se inició antes de la pandemia y -al decir de Brufman- “a la luz de un proceso de reforma curricular” de la carrera. Se buscó indagar en las pedagogías emancipatorias, “fundamentalmente el rescate en la historia de Latinoamérica de las voces disruptivas que nos fueron acercando, de un modo u otro, a experiencias emancipatorias en educación”. Y que indagaron con autores, docentes e investigadores actuales, como Pablo Imen o Hernán Ouviña. “Íbamos entendiendo la necesidad de incorporar la educación popular como tema, al ámbito de la propia cátedra”, apunta el autor de Freire recargado.

En esa tarea, se aprueba un seminario de educación popular de carácter curricular; acompañado de un seminario de formación permanente. Lo singular es que este nuevo proceso ya se daba en plena pandemia. “Nos introdujo la pregunta de si era posible llevar a cabo un seminario de educación popular en contexto de virtualidad. Y además para una carrera que fue concebida en la presencialidad y no en el campo de las tecnologías de la comunicación. Y lo hicimos y tuvo un impacto importantísimo en el reconocimiento de los estudiantes que atravesaron la experiencia”, destaca el profesor Brufman.

A la experiencia se suma otro hecho trascendental: en el 2021 se celebraron los 100 años del nacimiento de Paulo Freire. Un acontecimiento que dio lugar a “un sinnúmero de paneles, foros virtuales de educadores recogiendo el guante del pensamiento freiriano”.

El libro de Brufman que se presenta este jueves. Foto: IG Homo Sapiens Ediciones

Universidad y pedagogía

En charla con Redacción Rosario, el profesor Gustavo Brufman aseguró que “Freire quedó marginado a la periferia de las ciencias de la educación por el dominio del pensamiento neoliberal, cientificista y mercantilista del conocimiento”. Se definió a favor de reconocer los saberes que portan las clases populares, y de esa manera repensar la idea de “extensión universitaria”.

Calificó como paradójico que se acuse de adoctrinadores a quienes plantean la pedagogía de la autonomía y de la liberación, al referirse a las medidas que la derecha toma cuando es gobierno, como pasó con Bolsonaro en Brasil y ahora con Milei en la Argentina.

“Quien viene vociferando contra el adoctrinamiento en las escuelas es quien promueve el pensamiento único”, opinó sobre la amenaza presidencial de penar a maestras y maestros denunciados por “adoctrinar”, y aseguró que se trata de un discurso muy perverso al que hay que darle pelea.

-En junio de 2017, en una charla organizada en la UNR, el pedagogo Frei Betto afirmó: “La universidad no basta con que sea pública, también tiene que ser popular” ¿Cómo pensar hoy una educación popular universitaria?

-Ese es el punto que ha sido nuestro caballito de batalla para poder introducir el pensamiento de Freire. El primer dato es que desde los años 90, incluso al día de hoy, Freire quedó marginado a la periferia de las ciencias de la educación, por la dominancia del pensamiento neoliberal, del pensamiento cientificista y del carácter administrativista de la educación, y por el sentido mercantilista del conocimiento. Empezamos a preguntarnos por dónde pasaría el carácter popular de lo público para el conocimiento en educación superior. Y empezamos a desempolvar desde el propio proceso histórico de Paulo Freire en vida sus distintas etapas. En realidad hubo varios Freires contextualizados en su dinámica histórica. No es lo mismo el primer Paulo Freire de la década del 50 hasta el golpe de Estado del 64 en Brasil, donde él venía constituyendo los círculos de cultura y centrando su experiencia en torno a la alfabetización de adultos, que una segunda etapa marcada por el exilio y la necesidad de tomar contacto con otros pueblos, con el Consejo Mundial de Iglesias, con los movimientos populares y los movimientos de liberación. Es el Freire que en el año 1972 logra publicar su famosa obra Pedagogía del oprimido, recogiendo un carácter de clase en perspectiva anticapitalista. Y si se quiere hay un tercer Paulo Freire, que es el de la vuelta al Brasil en la década del 80, constituyéndose en secretario de Educación en San Pablo, cuando empieza a hablar de una radicalidad democrática; y cuando luego de todo su recorrido y experiencia por África, comienza a darse cuenta de que no solo había un carácter de opresión de clase a nivel capitalista sino múltiples opresiones. Empienza entonces a desarrollar un pensamiento más vinculado a la idea de las múltiples colonialidades, a hablar de una pedagogia “niña”, una pedagogía indoafrolatinoamericana, campesina, feminista; y ya no hablaba del oprimido, sino de las, los oprimidos. Esto es lo que le va configurando a nuestra propuesta el sentido de lo popular, en tanto y en cuanto nosotros trabajamos metodologías cualitativas de la investigación en educación y la necesidad de revincular la universidad pública con el movimiento social.

-La necesidad de vinculación con el medio ha sido siempre una demanda a la universidad.

-Justamente, en lugar de hablar de extensión universitaria se trata de repensarnos desde un lugar de ignorancia, partiendo de la idea de que las clases populares portan sus propios modos de conocimiento, sus saberes ancestrales, si se quiere sus propias epistemologías. Estamos hablando, en la perspectiva de lo que plantea Boaventura de Sousa Santos en las Epistemologías del Sur, de un diálogo de saberes y no de una universidad que va a ir al encuentro del movimiento social a transferir; en todo caso vamos a refundar y a recrear.

El educador brasileño Paulo Freire.

-Durante el gobierno de Bolsonaro se dio una campaña en Brasil para censurar a Paulo Freire en las aulas. Igual como ahora anuncia Milei que va  a penalizar el “adoctrinamiento en las escuelas” ¿Por qué es “peligroso” para estos sectores de derecha el legado de Freire?

-Es paradójico que la persona que, de manera feroz y bestial, habla del adoctrinamiento sea quien inaugura el ciclo lectivo en la escuela en la que cursó vociferando contra los zurdos y despreocupándose por lo que le acontece a cada adolescente, niño o niña que están allí sentados, esperando que diga algo importante para su propia historia. Es paradójico que seamos acusados de adoctrinadores quienes planteamos la pedagogía de la autonomía, la pedagogía de la liberación, la idea de que todo niñito, toda niñita, adolescente o joven son autores de palabra y pensamiento propios. Con lo cual hay una inversión de valores, cuando por una ingeniería conceptual muy perversa pareciera que son iguales el concepto de “liberal”, de “libertario” y el de “liberador”, que remiten a raíces de pensamiento absolutamente contrapuestas. El adoctrinamiento que, aunque poco tiene que ver está vinculado a la educación, es la base del totalitarismo cuyo objetivo fundamental es el control social. Ahora bien, quien viene vociferando contra el adoctrinamiento en las escuelas es quien promueve el pensamiento único. El contrasentido absoluto.

-Con el conocimiento de que en nuestra historia reciente, en dictadura, esto significó persecución y muerte.

-Claro. Estamos hablando de una persona que habla del universo capitalista como la única posibilidad de construir el sentido que para él tiene la noción de libertad, pero sobre la base del negacionismo, de justificar bases militares del terror. Es un discurso muy perverso que debemos encontrar formas de problematizar, de analizar colectivamente y de comprenderlo “con la cabeza puesta donde los pies pisan”, al decir de Frei Betto, una gran expresión que recogió de Paulo Freire al tomar su legado y construir sentido en la historia en perspectiva de un posible futuro emancipatorio.

-En un supuesto encuentro con Paulo Freire ¿qué pregunta no podría faltar?

-De todo su recorrido y de todas sus posibilidades de diálogo a lo largo de su experiencia, cuáles serían los conceptos, las categorías centrales que pudo recoger como fundamento de su propuesta pero originarias, precisamente en las comunidades y pueblos con los que le tocó trabajar. Esta idea de cómo refundar un diálogo de saberes que le dé al otro entidad de sujeto protagonista de la historia.

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