La seccional San Lorenzo y la Federación nacional de sindicatos Aceiteros ratificaron que habrá más huelgas que afectan al complejo agroexportador para resistir las políticas nacionales.
Entre mito y realidad, lo del aceite hirviendo cayendo sobre los invasores ingleses quedó inscripto en la historia como símbolo de resistencia nacional y popular. Y además, el plenario en que trabajadores y trabajadoras aceiteros ratificaron su decisión de resistir las políticas del gobierno nacional con más medidas de fuerza fue en San Lorenzo, a pocos metros de la escena de otra gesta histórica de las luchas por la Independencia. En el reciente encuentro sindical, las referencias fueron a un pasado mucho más reciente pero no vivido por buena parte de los más de 250 delegados y delegadas de varias provincias: el de la última década del siglo pasado, cuando las hoy bien plantadas organizaciones sindicales aceiteras afrontaron una coyuntura de políticas antinacionales y antipopulares emparentadas con los actuales.
“Los que peinamos canas tenemos que contarles que en los 90 con un pollo hacíamos tres comidas; que si trabajabas en una empresa contratista no tenías ni siquiera nombre y apellido, eras una orden de compra”, describió Daniel Succi, secretario general del emblemático Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea) del Departamento San Lorenzo, anfitrión de un plenario que consolidó su confluencia con las del resto del país, agrupadas en la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA), cuyo titular, el rosarino Daniel Yofra, también peina canas y se expresó en el mismo sentido de advertencia sobre los efectos de la actual gestión de gobierno nacional.
El énfasis de los dirigentes es entendible habida cuenta de la enorme diferencia entre lo que relatan y lo que todavía hoy sostienen en el sector en términos de ingresos salariales y condiciones laborales.
De hecho, trabajadoras y trabajadores del sector aún no sufrieron siquiera la aplicación de Ganancias, impuesto que se les había dejado de aplicar y que ahora retorna Ley Bases mediante.
La nueva y controvertida norma golpea también con la reforma laboral precarizadora, por ejemplo a través de la eliminación de las responsabilidades de las grandes empresas sobre el personal de las contratistas a través de las cuáles tercerizan tareas.
Sobre ambos aspectos, en el plenario abundó información clara y precisa a través de dos paneles. Sobre “La reforma laboral regresiva: aspectos individuales y colectivos”, se explayaron la abogada del Soea San Lorenzo María Laura Campas y sus colegas de la Federación Matías Cremonte y Carlos Zamboni Siri. Y respecto de “La política económica del gobierno nacional y sus consecuencias y el panorama actual de impuesto a las Ganancias a la 4ª categoría” los expositores fueron las asesoras del gremio local Eugenia Sandoval y Silvia Zeballos junto con Sergio Arelovich y Natalia Pérez Barreda, asesores de la Federación e integrantes de Mate (Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía); y Juan Santarcángelo, Doctor en Economía e investigador del Conicet.
La vinculación entre sus profesionales y asesores es parte de la coordinación entre el Soea y FTCIODyARA que comenzó a perfilarse cuando Succi fue elegido como sucesor de Pablo Reguera y cuya principal expresión es la estrategia conjunta para la negociación de las paritarias y la realización de medidas de fuerza, ya sea en ese marco o contra las políticas oficiales.
Antes, la organización del cordón industrial afrontaba por su lado la disputa salarial en un sector cuyas empresas más grandes están radicadas en esa zona y se mostraba reacia a confluir con la también fuerte seccional rosarina, de la que en 2013 surgió el actual titular de la Federación.
Ahora, el plenario se vivió como un hecho “histórico” de unidad, en el que se facultó a las conducciones a definir la continuidad de “un plan de lucha que se inició el 24 de enero”, sostuvo Succi, haciendo referencia al paro general de la CGT de aquella jornada, pero que Aceiteros sostiene con su propia impronta, en la que pesa un poder no menor: el de paralizar la actividad del complejo agroexportador, tal como lo demostraran en estos últimos meses. Respecto de para cuándo la próxima, en el plenario no hubo precisiones pero sí pistas. Entre lo que dirigentes y delegados barajaron se contó el actual panorama de escasa actividad en los puertos por la generalizada actitud del “campo” de no vender las cosechas, lo que atenta contra el afán de recaudación de dólares que afiebra al gobierno. Una medida en tiempos de mayor movimiento exportador sería más efectiva, se razonó en el salón del Soea sanlorencino. Lo que quedó claro, es que ollas y aceite hirviendo sobran.
Al mismo tiempo, en el encuentro se ratificó la vocación de avanzar en la unidad con sindicatos, organizaciones y movimientos también dispuestos a enfrentar al gobierno y a insistir en el pedido de convocatoria a medidas de fuerza generales a las centrales obreras.
“Me parece que gran parte de la CGT no está a la altura de las circunstancias”, señaló Yofra después del plenario, a la vez que llamó a “unificar los sectores del movimiento obrero”, a través de “sus propios plenarios” para “ver hasta dónde quieren ir a pelear”.
“Nosotros estamos dispuestos a enfrentar todas las medidas en contra de los trabajadores más allá de lo que haga la CGT, ya ocurrió en los 90 con el MTA (Movimiento de Trabajadores Argentinos) y seguramente va a volver a ocurrir ahora si esta CGT sigue sentándose a la mesa de los patrones, no solamente de los patrones de empresa sino los patrones del gobierno”, reforzó el referente de la Federación.
Succi y Yofra encabezaron la apertura del plenario del miércoles junto con el secretario gremial del Soea San Lorenzo, Martin Morales; el tesorero de la Federación Aceitera, Eduardo Labra; el secretario adjunto del Soea San Lorenzo, Hugo López y el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (Soear), Marco Pozzi, otro de los que destacó la importancia de avanzar en la unidad entre quienes resisten la gestión del presidente Javier Milei.
Junto con lo de la unidad, Pozzi es uno de los que viene resaltando ya desde antes de la asunción del actual mandatario la importancia del trabajo cotidiano de capacitación y formación de trabajadoras y trabajadores. “Me preocupa el sujeto de lucha que hemos creado, que hemos institucionalizado desde los sindicatos. Un tipo que vota a Milei difícilmente sienta empatía por otro compañero. Hay que dar vuelta esa realidad, es una tarea compleja que vamos a tener”, había remarcado días después del balotaje de noviembre pasado, para adelantar luego la intención de trabajar en conjunto con referentes de otras organizaciones del cordón industrial rosarino por un “programa al mejor estilo de los 70, que cubra la necesidad de los trabajadores; y discutir eso y no la agenda que instala el poder hegemónico”.
Ocho meses después, las huelgas y movilizaciones que se fueron sucediendo y el reciente plenario en San Lorenzo confirman que en eso andan los aceiteros.
Publicado en el semanario El Eslabón del 27/07/24
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