A diferencia del presidente argentino, Javier Milei, el mandatario brasileño no admira al magnate de la tecnología: “¿Quién se cree que es? Este tipo tiene que aceptar las reglas de este país y la decisión de la Corte Suprema. Este no es un país con complejo de perro callejero”, señaló.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, emplazó al magnate y propietario de la red social X, Elon Musk, a respetar las leyes de Brasil, luego de que el inversionista se negara a cumplir un ultimátum del Supremo Tribunal Federal (STF). “¿Quién se cree que es? Tiene que respetar la decisión de la Corte Suprema de Brasil. Este tipo tiene que aceptar las reglas de este país y, si este país tomó una decisión a través de la Corte Suprema, tiene que aceptarla. Lo que vale para mí, lo vale para él”, dijo el mandatario en una intervención radial. Y finalmente la Justicia dispuso que X deje de funcionar en Brasil hasta tanto respete las normas. La red social tiene 20 millones de usuarios en ese país.

Hace tiempo que X viene incumpliendo pedidos de la Justicia brasileña. Esa corporación se niega sistemáticamente a eliminar mensajes de odio, racismo y violencia. En la mayoría de estos casos, las cuentas pertenecen a bolsonaristas odiadores y violentos que publican noticias falsas e incitan a cometer delitos. 

Sólo porque tenga dinero no significa que pueda hacer lo que quiera. Debe aceptar las reglas del país y respetar la decisión de la Corte Suprema. Este no es un país con complejo de perro callejero”, escribió Lula en la red de Musk.

Guerra cognitiva: corporaciones o estados nación

Musk es un referente de la ultraderecha mundial que viene expresando con desparpajo un amplio espectro de violencias: racismo, golpismo, misoginia, elitismo, entre otras. Es un enemigo declarado de la soberanía y las leyes. Pero el problema no es solo Musk. 

Su actitud se enmarca en la guerra declarada entre las corporaciones tecnológicas y los estados nación. Meta (Facebook e Instagram) y X, entre otras, tienen más poder económico y político que muchas naciones desarrolladas e industrializadas juntas. 

Además, estas empresas pueden incidir, como ningún estado puede hacerlo, en una de las disputas más decisivas de las muchas que se están librando en el mundo: la batalla cognitiva, la lucha por la mente humana. En un documento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) la mente fue declarada “un nuevo campo de batalla”.

“Los humanos son el dominio en disputa. El objetivo es convertir a cada ser humano en un arma”, señalan documentos oficiales de la (OTAN) en los que se plantea “la militarización de la opinión pública”.

Con fecha junio-noviembre de 2020 se publicó el texto de 45 páginas titulado “Cognitive Warfare” (“Guerra cognitiva”), firmado por el contraalmirante francés y comandante de la Fuerza de Tareas Naval francesa François du Cluzel.

Allí se afirma que existe un nuevo tipo de guerra cuyo campo de batalla es la mente, y se dispone un plan detallado para que la OTAN participe de esa contienda con el objetivo de dominar los sentimientos, las opiniones, las percepciones, las ideas y las acciones de todos los habitantes del planeta, que de esta manera pasan a ser objetivos militares.

En enero de 2024, el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, pidió perdón a familias presentes en el Congreso de Estados Unidos durante una polémica audiencia ante la Comisión Judicial del Senado, en la cual varios directores ejecutivos de las grandes empresas de redes sociales testificaron sobre los riesgos que sus productos representan para los jóvenes.

No fue la primera vez que Zuckerberg se presenta a declarar ante cuerpos legislativos. Lo hizo en Estados Unidos y también ante la Unión Europea (UE), en varias oportunidades. En todos los casos, repartió altas dosis de hipocresía y dejó claro quién manda. 

Con Brasil no se jode

El 30 de agosto, el juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF), ordenó la suspensión a nivel nacional de X. Así, agregó al país a una lista de naciones donde no está presente esta plataforma de redes sociales. El 31 de agosto, la aplicación mostró inestabilidad y el contenido no se cargó como de costumbre, lo que indica que los proveedores de internet del país están cumpliendo la orden, según informó el sitio argentino Chequeado.

El medio agrega que la decisión se produjo tras la negativa de Musk de nombrar a un representante legal en Brasil y su incumplimiento de las órdenes de moderación de contenidos de Moraes. El 28 de agosto, Moraes incitó a Musk  a cumplir con la legislación brasileña en un plazo de 24 horas. El empresario respondió con sarcasmo, publicando memes generados con inteligencia artificial y llamó al juez “censor” y “dictador”.

Musk ha sido investigado en Brasil desde la primera semana de abril. En el expediente número 4.957 está bajo la mirada de la Justicia por obstrucción a la justicia, participación en una organización criminal e incitación al delito. En la causa conocida como “Milicias digitales”, que instruye como relator el juez De Moraes (del STF) y está relacionada con los atentados ocurridos en Brasilia el 8 de enero de 2022, se lo investiga como parte de grupos sospechosos de difundir noticias falsas en redes sociales para influir en procesos políticos.

Chequeado agrega que Brasil se encuentra actualmente en un año electoral, con más de 5.000 ciudades en todo el país listas para elegir a sus nuevos alcaldes en octubre, y el período de campaña comenzó oficialmente el 16 de agosto.

El 7 de abril, De Moraes incluyó a Musk en la investigación y ordenó a X abstenerse de “desobedecer cualquier orden judicial emitida” por el Poder Judicial brasileño, incluida la reactivación de perfiles cuyo bloqueo había sido ordenado por el STF. También determinó que, en caso de incumplimiento, se impondría a la empresa una multa diaria de 100 mil reales (alrededor de 20 mil dólares) por perfil, y que los representantes legales de X en Brasil serían acusados ​​de desobedecer una orden judicial.

Menos de 24 horas después, el 8 de abril, Musk publicó en las redes sociales que el juez también lo había amenazado con encarcelar a su personal. Musk mencionó que podría cerrar la sede de X en Brasil en respuesta a lo que consideró excesivo y “censura” por parte de De Moraes.

El 17 de agosto, X anunció el cierre de su oficina en Brasil, lo que viola la legislación del país. Para operar dentro del territorio nacional, todas las plataformas de redes sociales deben contar con al menos un representante legal con quien se pueda contactar.

El 28 de agosto, De Moraes citó a Musk a través de X, exigiéndole que, en un plazo de 24 horas, designara un nuevo representante de la empresa en Brasil. El director ejecutivo inundó sus propias redes sociales con memes y chistes sobre el juez, algunos generados con inteligencia artificial. El 30 de agosto, apenas 48 horas después de que se mencionara a Musk, De Moraes ordenó la suspensión de X en el país. La plataforma de redes sociales aún no contaba con un responsable legal en Brasil. La mañana del 31 de agosto la plataforma quedó restringida.

El multimillonario patotea y amenaza

En respuesta a las medidas tomadas por la Justicia brasileña, Musk buscará que Estados Unidos confisque activos pertenecientes al gobierno de Brasil, informó el sitio de noticias ruso RT.

“A menos que el gobierno brasileño devuelva la propiedad confiscada ilegalmente de X y SpaceX, buscaremos también la incautación recíproca de los activos del Gobierno”, escribió el dueño de Tesla, SpaceX y X en sus redes sociales.

Además, agrega el medio ruso, adjuntó una noticia sobre la reciente incautación del avión presidencial del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, en República Dominicana, por parte de las autoridades estadounidenses, dando a entender que con el presidente de Brasil podrían seguir un camino similar. “Espero que a Lula le gusten los vuelos comerciales”, amenazó Musk.

El magnate también arremetió contra De Moraes, vaticinando que sería encarcelado por él mismo. “Un día, Alexandre, esta foto tuya en prisión será real. Recuerda mis palabras”, señaló el empresario y publicó una imagen creada por inteligencia artificial en la que se ve a un juez calvo en una celda.

En otro tuit, Elon Musk difundió una foto de un cuarto de baño, preguntado al ministro si a él le gusta su papel higiénico en el que dice “Alexandre”.

Según informó RT, previamente, el 17 de agosto, desde X justificaron el cierre de sus oficinas en Brasil a partir de acusaciones dirigidas contra de Moraes, quien está a cargo de la causa. Entre otros señalamientos, se le reclama que no haya escuchado las “apelaciones” de la empresa, así como también que haya “amenazado” al personal, “violentado la ley y faltado el respeto al debido proceso”.

Este es el último capítulo, agrega el sitio ruso, de una larga diatriba entre las autoridades judiciales de Brasil y Musk. En distintos momentos, el ministro brasileño ordenó al empresario consignar datos de acceso de algunos perfiles, borrar ciertas publicaciones y la suspensión de las cuentas de varios “influencers bolsonaristas”. El magnate sudafricano se ha negado a honrar estas decisiones, al considerar que se trata de violaciones a la libertad de expresión.

El diario argentino Página 12 agregó que a la medida cautelar dictada contra X se sumó un nuevo frente de conflicto a partir de la posición de Starlink, que provee servicios de internet satelital, frente al bloqueo. Esta compañía, una unidad de la empresa tecnológica SpaceX controlada por Musk, le informó a Anatel, el ente regulador de telecomunicaciones en territorio brasileño, que no acatará la orden de bloquear la plataforma en el país hasta que sus cuentas locales sean descongeladas.

Las cuentas de Starlink habían sido bloqueadas por De Moraes con el fin de garantizar el pago de las multas impuestas a X. El incumplimiento de la orden, confirmado en Globo TV por el presidente de Anatel, Carlos Baigorri, implica que los más de 200 mil habitantes de Brasil que contratan el servicio podrían seguir accediendo a la red social, agrega el medio argentino.

Las sanciones contra las empresas del magnate fueron adoptadas en medio de la campaña para las elecciones municipales de octubre. Esto ha agitado la polarización entre la extrema derecha, liderada por Jair Bolsonaro, quien ha mostrado una relación estrecha con Musk, y el progresismo, encarnado en el gobierno actual. 

Bolsonaro condena el procedimiento del tribunal como una “persecución ideológica contra los conservadores”. Lula declaró que toda empresa extranjera que opera en Brasil “debe respetar la justicia del país”.

Según Página 12, la decisión de ratificar la medida del STF es parte de los esfuerzos para impedir que la campaña para las elecciones municipales se vea inundada de noticias falsas, como ocurrió en las presidenciales de 2018, donde Lula triunfó sobre un Bolsonaro que aspiraba a la reelección. Durante este proceso electoral, cientos de perfiles en diversas plataformas fueron desactivados por orden judicial, en muchos casos por la difusión masiva de ataques contra las instituciones democráticas, atribuidos en su mayoría a la extrema derecha.

La empresa Starlink respondió a la orden judicial asegurando que está cumpliendo la orden del juez Moraes de bloquear el acceso a la red social X en Brasil. En una publicación en X, Starlink dijo que había iniciado procedimientos legales en el Tribunal Supremo de Brasil explicando la “flagrante ilegalidad” de la orden de Moraes, que congeló las finanzas de Starlink y le impide realizar transacciones financieras en Brasil.

“Independientemente del trato ilegal dado a Starlink en la congelación de nuestros activos, estamos cumpliendo la orden de bloquear el acceso a X en Brasil”, señaló el posteo en X.

Starlink, que ofrece servicios de internet por satélite y tiene unas 215 mil líneas activas en Brasil, añadió que sigue buscando todas las vías legales, al igual que otros que están de acuerdo en que las “recientes órdenes del juez violan la Constitución brasileña”.

La tensión entre Brasil y el imperio empresarial de Musk recrudeció aún más cuando el regulador de telecomunicaciones del país amenazó con sancionar a Starlink, después de que el máximo tribunal federal respaldó la polémica decisión de prohibir la red social X en el país, informó el medio argentino Infobae.

Además, las cuentas de Starlink han sido bloqueadas por De Moraes a fin de garantizar el pago de las multas impuestas a X, que tiene unos 20 millones de usuarios en el país.

La decisión adoptada el lunes por el Tribunal Supremo se enmarca en la intención de las autoridades judiciales de impedir que la campaña para las próximas elecciones municipales sea inundada de noticias falsas, como ocurrió en las presidenciales de 2018, en las que Lula derrotó a Bolsonaro, quien aspiraba a la reelección. En ese proceso electoral, fueron desactivados por orden judicial cientos de perfiles en diversas plataformas, en muchos casos por la difusión masiva de ataques contra las instituciones democráticas.

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