El Pre Encuentro de Mujeres y Diversidades organizado por la Asamblea Lesbotransfeminista de Rosario, reclamó por políticas de Estado que atiendan a la pobreza y las demás violencias.
“Pullaro es Milei”, eligieron sintetizar quienes participaron en el Pre Encuentro de Mujeres y Diversidades Sexuales organizado por la Asamblea Lesbotransfeminista donde se habló de violencias, cultura, educación, salud, trabajo y diversidades sexuales. La preocupación central estuvo en las políticas de ajuste que en sintonía llevan adelante los gobiernos nacional y provincial, que se traducen en más hambre, discursos de odio y violencias.
El Pre encuentro se dio a principio de este mes, en la Facultad de Ciencias Médicas (UNR) y con miras al 37° Encuentro plurinacional de mujeres y disidencias que se prepara para octubre (del 11 al 13) en Jujuy. Fue una oportunidad para poner en debate las preocupaciones comunes de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, intersexuales y no binaries.
“El Pre Encuentro en Rosario se hizo también para que pudieran participar todas las compañeras que no tienen la posibilidad de viajar a Jujuy; vinieron muchas de los alrededores y participaron muchas jóvenes”, valoró Viviana Della Siega, integrante de la Asamblea Lesbotransfeminista, para destacar el carácter democratizador de la actividad. La realidad económica –recordó– es un condicionante para poder asistir al encuentro de Jujuy. “Hasta cuesta llegar a las reuniones de cada semana de la Asamblea por no tener plata ni para el colectivo”, lamentó.
Viviana trabajó en la organización del Pre Encuentro y los talleres que dieron pie a los intercambios y debates. El hambre, las violencias y todo lo que deriva de los discursos de odio –señaló–, “más cuando se los habilita desde el más alto nivel”, fueron preocupaciones centrales marcadas en los debates.
Las discusiones en los talleres y la participación en todas las actividades –dijo Viviana– se dieron “en un clima amable y de alegría” por esa misma posibilidad que ofrece el cara a cara. “La gente que se encontraba se abrazaba, lo que también muestra la necesidad que hay de encontrarnos con el otro, con la otra, más en estos momentos, y por lo menos saber que estamos del mismo lado”, apreció, y destacó la disposición de la Facultad de Medicina, que facilitó el lugar.
Por los talleres
En los talleres habilitados para los intercambios se marcaron preocupaciones comunes y se hicieron propuestas. Hubo declaraciones comunes a todos los espacios, como el ajuste que encaran Milei y Pullaro en los ámbitos de la vida pública. Se alertó sobre el trato a las y los jubilados, y las consecuencias que derivarán de la reforma previsional impulsada por el oficialismo. La convocatoria a las marchas de repudio fue parte de los pedidos solidarios.
Entre los reclamos generalizados estuvo el de aumentar los presupuestos para las diferentes esferas del Estado, como el educativo y el que va para financiar las universidades nacionales. Que el Estado cumpla con sus funciones y se haga cargo de lo propio.
Se acordó no naturalizar las violencias ni los discursos de odio; y se convocó a valorizar los espacios de organización y de construcción colectiva. Una denuncia común pasó por advertir sobre el desmantelamiento de la Educación Sexual Integral (ESI) con las implicancias que eso tiene para la salud, la educación y los cuidados.
Las conclusiones de los talleres convocaron a sumarse a las marchas que por estos días ganan las agendas de los derechos educativos, de la salud, sociales y en defensa del trabajo. Entre estas convocatorias, la de participar en la marcha de la Noche de los Lápices que será este lunes.
Persecución y pobreza
“Desde la asunción del presidente Javier Milei, las diversidades estamos siendo perseguidas política e ideológicamente”, denunciaron quienes participaron en el Taller de diversidad sexual. Señalan como consecuencias de estas decisiones el cierre y el desmantelamiento del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad de la Nación, más el recorte de las políticas públicas del colectivo de la diversidad sexual.
Advierten que esta persecución ideológica y política que se ejerce desde la Nación, también se da en el gobierno provincial, a cargo de Maximiliano Pullaro. Desde este espacio se exigió –entre otras reivindicaciones– la implementación del cupo laboral travesti-trans y la no desvinculación de las y los trabajadoras de la Secretaría de Mujeres, Género y Diversidad de la Provincia.
En la puesta en común en este taller se exigió el fortalecimiento del área de diversidad sexual para el acompañamiento a familias diversas y la implementación efectiva de políticas en salud de diversidad sexual.
“¿Dónde está Tehuel?”. Una pregunta hecha en voz alta para reclamar justicia por el joven trans desaparecido en 2021. También se repudió el lesbicidio en Barracas y se pidió que se reconozca en la carátula como lesbicidio. Se reclamó por la creación de áreas municipales y provinciales para las situaciones de discriminación y odio; y la de un “equipo lesbotransfeminista de autodefensa”.
En el Taller de salud se reconoció cómo impactan “el ajuste, la pobreza y el hambre en la salud, en sus diversos ámbitos y esferas”. Y que se traducen en las dificultades para acceder a consultas, en la falta de insumos y medicamentos, “en el marco de la falta de políticas públicas” y la ausencia del Estado.
Se escucharon las voces de quienes se forman como profesionales de la salud y que marcaron –entre otras dificultades– “la falta de perspectiva de género en las diversas carreras vinculadas a la salud”. “El abordaje de la salud implica no sólo actuar frente a la enfermedad sino prevención y promoción partiendo de condiciones dignas en el ambiente en que se vive”, concluyeron.
Las problemáticas más comunes que se visibilizan en los centros de salud y hospitales pasan por “los embarazos adolescentes, el resurgimiento de enfermedades contagiosas como la sífilis y la tuberculosis, falta de recursos e insumos de todo tipo, hasta elementos básicos como la leche maternizada, preservativos o papel higiénico, y de medicamentos de primera necesidad como analgésico o ibuprofeno”.
La salud mental es una problemática extendida pero que “menos abordaje y presupuesto recibe”. Y subrayan “la necesidad de no patologizar la pobreza y la exclusión”. Advierten que la precarización laboral es una realidad de quienes trabajan en las áreas de salud.
Algunas de las propuestas del taller pasaron por la necesidad de fortalecer “el armado de redes barriales e institucionales”.
Derechos y violencia institucional
En el Taller de cultura y educación manifestaron preocupación por los diversos consumos problemáticos, incluso los relacionados con las plataformas de apuestas.
En relación a las políticas educativas y respecto de las y los trabajadores del sector, se defendió a la educación pública como un derecho humano inalienable y no como un servicio; y se alertó sobre las condiciones de trabajo de la docencia con sueldos de pobreza y presentismo que atentan contra “una educación transformadora”, limitan el derecho a huelga y el acceso al sistema a nuevas docentes.
“Reivindicamos el hacer escuela como forma de construir pensamiento crítico. Y a la escuela gratuita, pública, emancipadora, que dignifique la vida de las comunidades, multicultural, como herramienta para la lucha contra el narcotráfico. También una Universidad abierta, feminista y diversa”, escribieron a manera de declaración de principios.
Otra de las valoraciones del taller pasó por reivindicar a las comunidades de pueblos originarios y la interculturalidad; la educación de las personas adultas y el pedido de que se implemente una real inclusión de las personas con discapacidad.
En este taller se marcó la necesidad de “generar espacios de mujeres y diversidades en los ámbitos educativos para poder dar debates propios”. Se denunciaron “micromachismos” en la actividad sindical docente. Y se propuso un escrache al ministro de Educación de la provincia, José Goity, por las políticas que lleva adelante.
Otro reclamo de este espacio fue que se difunda y aplique en los espacios culturales, la ordenanza municipal que impide a los deudores de cuotas alimentarias trabajar en el ámbito del municipio.
El Taller de violencias se destacó por la participación de “un gran número de mujeres y jóvenes que era la primera vez que asistían a un encuentro”. Coincidieron en marcar “un aumento de todo tipo de violencias pero se señaló preocupación por el incremento de la violencia institucional dando cuenta de experiencias personales en lo que respecta persecución policial por motivos de orientación sexual”.
Marcaron una gran preocupación por las dificultades en el acceso a la justicia y “para los ingresos en las casas albergues que son refugios para mujeres, niñeces y diversidades sexuales en contextos de violencia”. También por las razias policiales sobre todo a las juventudes, ya sea en la vía pública o en los colectivos. Al respecto advirtieron sobre “la necesidad de construir recursos escritos para conocer los derechos y qué hacer cuando te paran por la calle o te demoran”.
Entre otras propuestas de este taller, se destacaron las de construir redes de confianza para contrarrestar la falta de recursos del Estado; la elaboración de protocolos para asesorar, conocer y acompañar en situaciones de violencia de género e institucional, y la elaboración de materiales sencillos y de fácil difusión que contengan información para la asistencia “ya que en muchas oportunidades hay dificultades para contactar con el Teléfono Verde”.
Publicado en el semanario El Eslabón del 14/09/24
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