“Andamiaje cultural. La huella obrera en la ciudad” se llama la muestra realizada por estudiantes de la Escuela Superior de Museología. Se puede visitar hasta el 22 de diciembre que viene, en el Museo de la Memoria (Córdoba y Moreno), de miércoles a domingos de 11 a 18. Un trabajo que valora el hacer colectivo, la historia para entender el presente y la defensa de los bienes culturales.

La propuesta de las y los estudiantes del 3er año de la carrera de museología pasó por recuperar las luchas obreras que se dieron en la ciudad en los primeros años del siglo XX y las identidades que se configuraron. “En 1910, Rosario era una ciudad en crecimiento, impulsada por la industria y la inmigración, pero marcada por tensiones sociales entre una burguesía privilegiada y una clase trabajadora emergente. Este contexto dio lugar a una identidad obrera que, a través de espacios de sensibilidad y cultura, cuestionaba los valores elitistas que intentaban invisibilizarla”, explican sobre el sentido de la muestra.

La tarea la dieron en el marco de las cátedras de Museografía III y Planificación y gestión de políticas públicas. Las y los protagonistas de concretarla son: Renata Nannini, Paola Benítez, Sofía Brioschi, Verónica Bullentini, Elisabet Lescano, Florencia Giusti, Erika Ganges, Lucas Pavoni, Malena Oliva, Victoria Duarte, Alexina Scalbi y Alicia Torres.

Lo primero que gana la mirada, apenas se ingresa a la sala, es el gran mural que reproduce el trabajo diario en el puerto, las luchas de aquel entonces tanto para mejorar las condiciones laborales como para hacer visibles las reivindicaciones sociales. Lo dibujaron dos alumnas de la carrera: Sofía Brioschiy Alicia Torres.

Tizas blancas sobre una pared negra, como un gran pizarrón, en el que entre otras enseñanzas se lee: “Esgrime cuando llegue el momento como arma la única que está en tu poder para defenderte: ¡Huelga general!”. La huella obrera convocando a la memoria y al presente.

En el lugar, una réplica de fotos, diarios, volantes, vestimenta de la época y utensilios de las y los obreros son parte del relato sobre la vida política y cotidiana de las y los trabajadores de la época.

Foto: Réplicas de volantes, fotos y diarios, suman al recorrido.

Luisa y Joaquín

Las historias de Luisa Lallana y Joaquín Penina son recuperadas en el trabajo de las y los estudiantes que finalizaron sus estudios en la Escuela de Museología. Uno de los paneles Radiografía de una obrera- repasa quién era Luisa Lallana, la obrera que había nacido en Rosario en 1910, trabajaba como bolsera cerca del puerto y abrazaba las ideas anarquistas. Una de las estudiantes, Alicia Torres, realizó un retrato de la trabajadora rosarina que también integra el recorrido.

Al igual que Lallana, Joaquín Penina era militante anarquista que luchaba para cambiar las condiciones de vida de la clase trabajadora. Sus figuras son rescatadas en un video realizado por la Secretaría de Igualación, Género y DDHH de Rosario que se proyecta como parte de la muestra.

Lallana fue asesinada durante la huelga del 8 de mayo de 1928. Joaquín Penina fue fusilado el 9 de septiembre de 1930, durante la dictadura de Uriburu. Los dos protagonizaron las protestas sociales de las primeras décadas de 1900 y dieron su vida por las luchas obreras.

Foto: Retrato de Luisa Lallana (acrílico) realizado por Alicia Torres.

El poder de la palabra

Otra instancia de la muestra destaca cómo las obreras y los obreros del período indagado son “activos constructores de su propia lucha”, cómo “el desarrollo de una cultura propia en sus propios lugares de orígenes” hacen posible el fortalecimiento de las propias identidades. Y cómo, para que esto ocurra, las bibliotecas barriales jugaron como espacios de transformación social.

Esas bibliotecas barriales (hoy más conocidas como populares) ofrecían talleres y espacios de encuentro: las ideas revolucionarias crecían allí, junto al hacer cultural y social. Al tiempo que “el discurso hegemónico de la época trataba de marginar y estigmatizar a los obreros anarquistas tachándolos de bárbaros y peligrosos”. Imposible no vincular la historia con el presente.

“La muestra reconfigura estos relatos -se lee en uno de los paneles- destacando cómo estos actores sociales activos no solo resistían esas narrativas, sino que activamente producían cultura, conocimiento y espacios de autonomía”.

Es también en ese contexto histórico, entre luchas obreras, gremios combativos y con la intención de “cambiar la imagen de Rosario como ciudad mercantilista”, que un grupo de intelectuales impulsa la creación de la Biblioteca Argentina, fundada en 1910, “con la meta de ilustrar a la ciudad en el arte y la cultura”.

Foto: Parte de la muestra realizada por estudiantes de museología.

La fuerza de la educación  

Andamiaje cultural. La huella obrera en la ciudad se despliega en el primer piso del Museo de la Memoria. En la Sala Juan Emilio Basso Feresín, inaugurada el 10 de diciembre de 2021 en homenaje al querido Juane Basso. En el ingreso se lee uno de sus legados: “La imparcialidad y la objetividad es una búsqueda que le corresponde a los jueces. Nosotros somos querellantes. O periodistas. O militantes. O sobrevivientes”. Una idea que vale para la militancia, para el periodismo y también para la educación.

El mensaje es toda una presentación de lo que propone la muestra de las estudiantes de Museología. La decisión de pararse en la historia, documentarla y abrir ventanas para seguir construyéndola.

De una u otra manera, eso fue lo que estudiantes y directivos destacaron cuando el viernes 29 pasado quedó inaugurado el recorrido. El director del Museo de la Memoria, Lucas Massuco, y la directora de la Escuela de Museología, Mercedes Murúa, coincidieron en celebrar el encuentro de ambas instituciones municipales y el trabajo colaborativo. Y, en especial, que estas iniciativas también puedan leerse como huellas obreras de la cultura, en defensa de la educación pública y del patrimonio cultural.

Dónde se estudia museología

La Escuela Superior de Museología Rosario es municipal, pública y gratuita. Su plan de estudio es de tres años y el título que otorga es de Técnica/o Superior en Museología y Gestión Patrimonial. Tiene validez nacional.

Desde la escuela detallan: “Formamos museólogas/os como técnicas/os, gestoras/es, conservadoras/es y comunicadoras/es del patrimonio”.

La modalidad de cursado es presencial, de lunes a viernes a partir de las 18. A lo largo de la carrera se realizan prácticas preprofesionales obligatorias en museos y unidades de gestión patrimonial.

Para más informes sobre la carrera y la inscripción, dirigirse a la Escuela de Museología, San Lorenzo 2233 4° y 5° pisos. Horarios de administración: de lunes a viernes de 8 a 14, o bien al correo: bedeliaesm@gmail.com

 

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