La atomización del escenario para los comicios de convencionales muestra, al menos, cuatro patas. Unidos buscará validar, LLA crecer y Granata permanecer. El peronismo, en fragmentos.
En poco más de un mes los frentes políticos santafesinos interesados en participar de las elecciones para elegir convencionales constituyentes el 13 de abril, deberán refrendar ante las autoridades electorales sus coaliciones y, en menos de cuarenta días, presentar sus nóminas de candidatos. En un escenario atomizado al menos entre cuatro alianzas partidarias –tres del centro hacia la derecha y una cuya identidad es un conjunto de tensiones en proceso-, el peronismo aparece como el más perjudicado por la decisión de que esos comicios se realicen sin Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso), atento a su atomización actual y a la falta de conducción. De todas maneras, si se concretan los amagues que dejan trascender alguno de los líderes fraccionarios, el conjunto separado de sus islas puede conformar un archipiélago en la Convención Constituyente. Unidos, Somos Vida (Amalia Granata) y La Libertad Avanza (LLA), en tanto, disputarán los votos de un electorado en el que la diferenciación puede conseguirse mediante un corrimiento cada vez más hacia la derecha, la conversión de derechos en “privilegios”, el antiestatismo y la carrera de castas en la que está inmersa parte de la conversación pública.
Validación
Todo indica, aunque no esté confirmado públicamente, que el gobernador Maximiliano Pullaro encabezará la lista de convencionales constituyentes de Unidos. También pueden jugar su vice, la proísta Gisela Scaglia, y la presidenta de la Cámara de Diputados provincial, la socialista Clara García. Es el tridente que, según esta última, funcionó aceitado en la gestión y en la toma de decisiones en el primer año de gestión del frente antiperonista de la provincia. Algo así como poner toda la carne al asador, al precio actual del asado.
Una buena elección de Unidos –algo que no es para nada disparatado– confirmaría ante tempo las chances del gobernador de reelegir en 2027, reforma constitucional mediante y si los tres años que le restan de gobierno se lo permiten. La dinámica actual de las cosas convierte a tres años en un larguísimo plazo.
Pullaro obtuvo un millón de votos hace poco más de un año, cuando se postuló para la Gobernación por el “frente de frentes”, que sumó al viejo acuerdo entre la UCR, el PS, el PDP y otras fuerzas de menor relevancia (denominado entonces Frente Progresista, Cívico y Social), la presencia del PRO. Santa Fe es la única provincia en la que se ató el nudo de ese lazo electoral, atento a que los seguidores de Mauricio Macri prefieren –en su mayoría– sujetarse a la suerte libertaria antes que a un acuerdo de centro.
Así lo demuestra el anuncio de abandono de las filas proístas del diputado nacional santafesino, José Núñez, quien buscará cobijo en LLA, dominado en la provincia por otra diputada nacional, la economista Romina Diez, quien tiene un vínculo directo con uno de los vértices del “triángulo de hierro” que (des)gobierna el país: la hermana Karina. Javier Milei y el ministro sin cartera pero con amplia billetera, Santiago Caputo, conforman los otros dos.
Si juega a todas sus figuras en las elecciones para convencionales, Unidos puede ratificar el apoyo en las urnas conseguido hace un año y medio, y encarar con vigor el resto de los años de gobierno, pero si pierde un significativo caudal de votos arriesga un potencial y adelantado síndrome del pato rengo.
En su acuerdo parlamentario con Omar Perotti, jefe de una de las islas peronistas, Pullaro eliminó las Paso para las elecciones de convencionales constituyentes, lo cual aparece como un golpe destinado –justamente– al PJ santafesino, cuya atomización no le permite siguiera hacer un Congreso partidario presencial.
Unidos llevará una sola lista, al igual que LLA –que ya nominó a quien la encabezará– y ese va a ser el camino del otro sector opositor a Pullaro, el que lidera la mediática Amalia Granata.
Por derecha
Esas expresiones políticas, LLA y Somos Vida, buscarán limar las chances electorales de Unidos por derecha. Lo cual, digamos, revela las condiciones del escenario político-ideológico de la coyuntura.
El aparente acuerdo Pullaro-Perotti permitió a Granata convertirse en la lideresa de la oposición, al menos por un rato. Porque el día que tenía que votar contra la reforma constitucional en Diputados estaba de viaje en El Vaticano, ausencia que le recordó con énfasis otra mediática, la senadora nacional de lo que fue Juntos por el Cambio (JxC), Carolina Losada, quien también busca un lugar en las listas de Unidos para las elecciones del 13 de abril.
El estandarte de la campaña de Granata será, según adelantó la diputada, la eliminación del Senado provincial, viejo deseo del Frente Progresista en sus comienzos. En esa línea también irán los mileístas santafesinos: achique, menos, reducción, eliminación, caída conforman su diccionario de época.
A mediados de diciembre, Romina Diez anunció por X –el espacio “público” de los libertarios– que quien encabezará la lista de convencionales de LLA será el actual diputado nacional y ex diputado provincial, referente del catolicismo conservador, el abogado Nicolás Mayoraz.
También en la red X, el designado candidato respondió a la designación de Diez: “Vamos a poner todo para que la casta no se salga con la suya. Si hay reforma, que sea para plasmar la defensa de la vida, la libertad y la propiedad de todos los santafesinos. ¡¡VLLC!!”.
Gracias mi amiga y presidente de LLA Santa Fe por la confianza y el apoyo!! Gracias también al Jefe @KarinaMileiOk y a nuestro presidente @JMilei Vamos a poner todo para que la casta no se salga con la suya. Si hay reforma, que sea para plasmar la defensa de la vida, la…
— Nicolás Mayoraz (@NicolasMayoraz) December 16, 2024
En 2011, cuando el concepto de “casta” era un término propio de los estudios antropológicos y no de la ciencia política, Mayoraz encabezó una lista de concejales en la interna del Partido Justicialista rosarino llamada “Somos Todos Rosario”. Llevaba como postulante a la Intendencia a otro abogado, católico y conservador, Arturo Araujo, entonces presidente del Colegio profesional que reúne a los graduados de Derecho. Se referenciaba con el reutemismo, que aún disputaba el sentido del peronismo santafesino con el kirchnerismo, al que Mayoraz siempre se opuso.
No hace tanto, el 26 de julio 2020 y en ocasión de un aniversario del “paso a la inmortalidad” de la segunda esposa de Juan Perón, publicó en su cuenta de Facebook un texto que tituló: “Eva, peronismo y dignidad humana”, en el que aseguraba que “el mejor homenaje que podemos hacer por la memoria de Eva Duarte de Perón es, en los tiempos que corren, recordar su lealtad al General Perón, y su fidelidad a la doctrina peronista, expresada en las obras y en las palabras”.
Señalaba que “para el peronismo –que toma del pensamiento cristiano el concepto de la persona humana– todos los hombres y mujeres poseen una dignidad intrínseca fundada en su carácter de hijos de Dios (San Pablo)”, por lo que “el criterio de inviolabilidad de la dignidad humana se diferencia sustancialmente del pensamiento liberal y del pensamiento marxista, y por esta razón el peronismo sostiene una clara concepción de este valor en la construcción social, en la cual el hombre es el centro; y tanto el Estado, como las diversas formas de organización social están obligados a respetarlo”.
No fue hace tanto, pero eran otros tiempos, cuando para el ahora candidato existía margen para la crítica al pensamiento liberal, la valoración de la construcción social sobre el individualismo extremo, y para el Estado había un rol en vez de un topo destructivo.
Al no tener en el Gobierno provincial a alguien a quien poder nominar como “kirchnerista”, los mileístas locales se dedicarán –ya lo hacen– a convertir a Pullaro en un líder populista pro casta.
Isleños
Unos días antes de fin de año, el PJ santafesino celebró –por zoom– su Congreso partidario. Como en una retirada setentista de la Plaza de Mayo pero digital, los congresales del Movimiento Evita y del sector del senador nacional Marcelo Lewandowski desconectaron sus computadoras en señal de repudio a lo que otros sectores internos, el de los senadores provinciales, La Corriente + de Agustín Rossi y La Cámpora, querían aprobar como moción del encuentro.
También el perottismo refunfuñó por el acuerdo que, finalmente, se aprobó: que el Congreso facultara a la mesa de acción política del PJ para confeccionar las listas de convencionales constituyentes. Lo que ocurrió era previsible, porque ya había sido adelantado por los protagonistas: la fragmentación real del peronismo santafesino se expuso en una instancia formal. Y, parece, cada uno jugará la suya.
Tanto Perotti como Lewandowski habían dejado trascender la posibilidad de ir “por afuera del PJ” en los comicios convencionales de abril. Ahora también lo evalúa el Movimiento Evita, que mantiene su acuerdo con Comunidad (los ex rossistas Norma López y Leandro Busatto) y con los extrapartidarios de Ciudad Futura (Monteverde-Tepp).
Uno de los efectos del Congreso fue la renuncia a la vicepresidencia primera del PJ provincial del diputado nacional del Evita, Eduardo Toniolli, quien dimitió calificando como “espectáculo bochornoso” el mitin que presidió el ex diputado provincial Luis Rubeo.
Por medio de una nota enviada a las autoridades partidarias, el diputado denunció que se hizo “participar de las votaciones a personas que no eran congresales” y también “la trampa pullarista de someter al peronismo a una elección sin Paso”, de los que varios acusan a Perotti.
“En el marco de nuestro Congreso partidario provincial, y aprovechándose de la virtualidad, un puñado de dirigentes convirtió lo que debía ser una herramienta democrática para resolver cómo organizarnos frente a las elecciones de convencionales constituyentes, en un espectáculo bochornoso, haciendo participar de las votaciones a personas que no eran congresales”, sostuvo Toniolli.
Recordando palabras del ministro del Interior del ex presidente Roque Sáenz Peña, Indalecio Gómez, apuntó que “la política consiste muchas veces en optar entre dificultades”. La del Congreso partidario, continúa la nota, “era una de esas ocasiones: frente a la trampa pullarista de someter al peronismo a una elección sin Paso, ninguna de las opciones en danza era buena”. Y completó: “Pero algunos eligieron la peor: romper todo”.
La primera consecuencia del Congreso, entonces, es el estallido. Pero las esquirlas ya existían antes de la explosión formal. Sin conducción unificada ni un liderazgo aceptado por las mayorías, las diferentes islas del peronismo santafesino se encaminan hacia una oferta fraccionada de opciones electorales. Aunque, hasta el cierre de listas, nunca se sabe. En su favor, tiene un segmento del electorado que está subrepresentado: el del “progresismo” o centroizquierda, que sólo aparece tentado –sapos mediante– por la pata socialista de Unidos.
Publicado en el semanario El Eslabón del 04/01/25
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