A 49 años del último golpe militar, autoritarismo, represión y ajuste económico son proporcionales y van escalando en el mileinato. Pero la memoria, la verdad, la justicia y la movilización popular resisten los embates. La visión de Tomás Labrador, de Hijos Rosario.
En otro 24 de marzo, Día de La Memoria, la Verdad y la Justicia y cuando pasaron 15 meses de gestión de Javier Milei, la sensación que reina es la de un retroceso peligroso. Hay heridas que parecían cicatrizadas que se volvieron abrir con la agitación constante por parte del gobierno a la violencia política y el absoluto desprecio por la tan mentada libertad, en un contexto hambreador y represivo. “Es muy similar a la política económica que se llevó adelante en la dictadura y a la que Rodolfo Walsh en su carta a la Junta, calificó como una política de miseria planificada”, sintetiza Tomás Labrador, referente de la agrupación Hijos Rosario y militante de los organismos de Derecho Humanos.
El gobierno de “La Libertad Avanza” cercena y persigue las expresiones disidentes y desconoce el Estado de Derecho al incumplir pactos y leyes y justifica sus arrebatos con frases hechas y terminología economicista. Con la represión feroz desatada contra los jubilados, más el DNU con que se llevaron por delante el Congreso comprando voluntades de todas las manera posibles y aprobando a libro cerrado un nuevo endeudamiento con el FMI, el famoso texto de Walsh que denunciaba crímenes horrendos cuando se cumplía un año del golpe en 1977 vuelve a resonar como un llamado de alerta.
“Me parece certera la carta de Rodolfo Walsh sobre la última dictadura, y también le cuadraría muy bien a este gobierno que tenemos hoy en cuanto trata de priorizar los pagos de obligaciones de la deuda a costa del ajuste sobre los jubilados, de la seguridad de las personas, de limitar las paritarias, un montón de cuestiones que repercuten sobre el común de la población, de la ciudadanía, y que realmente son muy negativas”, analiza Labrador. “Para muestra está lo que ocurrió en la marcha de los jubilados, que haya un compañero reportero gráfico [Pablo Grillo] debatiéndose entre la vida y la muerte por un disparo de la Gendarmería en la represión, sumado a un gobierno que reivindica la dictadura abiertamente. Y la reivindica también no solamente en la parte discursiva o en su intento de conseguir impunidad sino en su política económica”, agrega el militante de Hijos.
Ante estos avances, los mecanismos de defensa popular ya se activaron con movilizaciones cada vez más masivas y a la vez quedaron en evidencia palmaria las tristes complicidades, silencios y justificaciones de parte de la sociedad argentina. Son las mismas actitudes que permitieron hace 49 años el establecimiento del terrorismo de Estado, los campos de concentración o centros clandestinos de detención, las censuras y persecuciones y un país desangrado.
En este sentido, Labrador, quien además es licenciado en Comunicación, señala a los medios de prensa y al aparato mediático concentrado como parte fundamental de la justificación de lo injustificable, y del cercenamiento al derecho humano a la información y la libre expresión de ideas.
“La concentración de los medios de comunicación también es uno de los factores que contribuye a la discusión pública y por ende también a la formación de una opinión. Grandes medios en manos de los mismos grupos, como se ve a nivel nacional y local también, limitan la democracia o le bajan la calidad. La democracia no debería ser solamente un ejercicio de emitir votos, sino de otras muchas cuestiones, y en ese sentido los medios de comunicación son importantísimos, tanto como es la distribución del ingreso”, consideró.
En cuanto a las complicidades y silencios ante el discurso negacionista, el activista por los derechos humanos señaló, en el plano local, al gobierno de Maximiliano Pullaro: “Persiguió y encarceló a dirigentes sindicales, reprimió, y también tiene un discurso reivindicativo del gobierno nacional que no negocia paritarias que se fijan para recuperar el poder adquisitivo de los empleados estatales”.
La verdad sobre la mesa
El derrotero del gobierno en materia de derechos humanos entró en fase oscura con la represión a los reclamos de los jubilados pero comenzó desde el primer día con su discurso negacionista y con los desmantelamientos de las políticas de Estado, cierres y despidos de áreas sociales.
“A pesar de todo, nuestra tarea como siempre sigue siendo decir toda la verdad de todo lo que pasó, de los que intervinieron y los empresarios que se beneficiaron e instigaron el golpe de Estado”, recalcó Labrador, quien destacó al respecto el juicio que se lleva adelante en Rosario por el Villazo, un operativo represivo en Villa Constitución que fue antesala en 1975 y matriz de lo que luego fue el denominado Proceso Militar.
“Ese fue un tubo de ensayo de la forma en la que después se iba a llevar adelante la represión y justamente con participación directa de los directivos de una empresa. Ahí veremos qué tipo de sentencia sale, pero el nivel de importancia de los juicios históricamente es que esas sentencias surgen de tribunales comunes que deliberan y llegan a su conclusión después del paso de muchos testigos y el aporte de muchísimas pruebas, y de darles la posibilidad también de defenderse a los acusados y aportar a la verdad”, reseña el integrante de Hijos.
“Pero en general se mantiene el pacto de silencio, ningún represor nos dice a quién fueron entregados los niños que fueron robados a sus padres durante la dictadura en los centros clandestinos de detención; podrían aportar pero no lo hacen, pero aún así eso queda volcado en un juicio, queda como un aporte a la verdad importantísimo desde lo jurídico, para que todo aquel que quiera interesarse por conocer la historia pueda hacerlo de primera mano”, valora Labrador.
El militante también se muestra optimista a pesar de los embates: “Creemos que las reivindicaciones de los organismos de derechos humanos ya son parte esencial de nuestro pueblo, nos lo demuestran en los actos que hacemos, en las marchas de cada 24 de marzo, que todos los años son multitudinarias en la ciudad de Rosario, que es un tema muy transversal y muy sentido por la ciudadanía, por gente que a lo mejor no milita pero que todos los 24 de marzo viene a marchar. A esas personas también las contamos como propias en esta pedagogía que es la búsqueda de verdad y justicia”.
Un año de retroceso
Ya en diciembre pasado, desde Amnistía Internacional presentaron un informe sobre la situación de los derechos humanos en Argentina durante 2024, destacando el preocupante retroceso por las políticas de ajuste económico y reformas promovidas por el gobierno. “Han impactado negativamente en la vida de millones de personas, especialmente las más vulnerables, exacerbando las desigualdades y restringiendo libertades fundamentales”, decía el informe que destacaba la pobreza como principal impacto, con más de 15 millones de personas en esa condición, y más de un millón de niños sin acceso a una cena diaria con políticas de ajuste económico que “han recaído desproporcionadamente sobre mujeres y sectores de bajos ingresos”.
También señalaba que las jubilaciones mínimas no alcanzan a cubrir la canasta básica, dejando a millones de adultos mayores en situación de extrema vulnerabilidad.
Sobre la libertad de expresión analizaron que “crece la hostilidad hacia las y los periodistas, el uso de discursos confrontativos y la desinformación”. Se ha generado “un clima de intimidación y censura, afectando gravemente el debate democrático”, y destacaron un apartado especial recupera el impacto de la violencia digital en las periodistas mujeres.
En cuanto a derechos de las mujeres y diversidad “se reporta un retroceso en políticas de igualdad de género, derechos reproductivos y la protección contra la violencia hacia mujeres y personas del colectivo LGBTIQ+”.
En cuanto a la libertad de reunión y manifestación: “El derecho a la protesta pacífica está en peligro por medidas como el Protocolo para el mantenimiento del orden público y por la actuación de las fuerzas que incluyó el uso desproporcionado de balas de goma y gases lacrimógenos, causando graves lesiones. También se denuncian detenciones arbitrarias, criminalización de manifestantes y agresiones a periodistas, incluso identificados con credenciales de prensa”.
En tanto, esta semana más de 35 organizaciones internacionales y de la región pidieron al gobierno argentino que cumpla con sus obligaciones internacionales sobre derecho a la protesta e investiguen el accionar policial del 12 de marzo pasado. También se solidarizaron con el reclamo por jubilaciones dignas y manifestaron preocupación por el avance del autoritarismo en la Argentina.
Una marcha unificada
La movilización del 24 de marzo fue unificada por las distintas organizaciones y partirá desde Plaza San Martín, desde Dorrego y San Lorenzo, hasta Laprida, luego Córdoba y bajará hasta el Parque de la Bandera donde estará ubicado un escenario. Allí actuarán grupos musicales y después se van a estar leyendo las consignas y el documento.
“La convocatoria es por un país que piense en el bienestar de su pueblo, que eso lo ponga como prioridad en lugar de un país para unos pocos que gozan de muchos beneficios. En esa línea vamos, tal cual lo planteaban nuestros compañeros desaparecidos, que no querían un país para pocos, sino que querían un país justo y un país donde cada uno pudiera desarrollarse y tener sueños y aspiraciones como cualquiera”, sintetizó Labrador.
Publicado en el semanario El Eslabón del 22/03/25
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