Desde hoy 1º de setiembre está en marcha el nuevo incremento tarifario de la energía eléctrica, que ya había aumentado a principios de año, y también en el servicio de agua, que hacía dos años no se incrementaba y ahora costará un 29 por ciento más. En las facturas de la EPE, el aumento es del 13,4 por ciento promedio.
De acuerdo con lo informado oficialmente, el aumento no es igual para todos los usuarios de la Empresa Provincial de la Energía. Para los aproximadamente 70 mil jubilados que pagan una tarifa diferenciada el incremento es de hasta 1,25 pesos por mes; para los residenciales que consumen hasta 240 kw por bimestre –unos 370 mil hogares– la suba asciende al 7 por ciento y para los que consumen más de esa cantidad, igual que para las industrias y comercios, las facturas se engrosarán un 14 por ciento.
Los usuarios agrupados bajo el nombre Grandes Demandas y para las cooperativas eléctricas, la suba es del 13,7 por ciento.
En el caso del agua, el aumento del 29 por ciento alcanza a las facturas bimestrales de todas las categorías de usuarios (residenciales y no residenciales) y para todos los cargos y servicios especiales vinculados a las prestaciones de la empresa, como las conexiones y desconexiones. Esto significa, por ejemplo, que un usuario propietario de una vivienda de hasta 60 metros cuadrados y con servicios de agua y desagües cloacal y pluvial pasará de recibir una factura de 31,75 pesos a una de 40,95 pesos. Si la vivienda es de entre 60 y 120 metros cuadrados, la factura sube de 56,20 pesos a 72,49 pesos por bimestre.
Junto con las nuevas tarifas, el gobierno provincial difundió una serie de datos para justificar los incrementos. Las subas “obedecen a la necesidad de afrontar los mayores costos que demanda la provisión de los respectivos servicios”, se explicó desde la Casa Gris.
“La medida está orientada a compensar los incrementos de costos en el sector eléctrico, tanto los de transporte en el mercado eléctrico mayorista como los específicos de la distribución”, fue la justificación del aumento en el caso de la EPE. En cuanto a Assa –la empresa de agua reestatizada durante la gestión de gobierno de Jorge Obeid– se destacó que la tarifa llevaba “más de dos años sin variaciones, durante los cuales los costos operativos se incrementaron en un 81 por ciento”.
Respecto de Assa, el gobierno provincial también indicó que lo que la empresa recauda “no alcanza a cubrir ni la mitad de los gastos e inversiones” que realiza.