Vicentín, Buyatti, Dreyfuss. Si se repasan los nombres de las firmas que dispusieron suspensiones y vacaciones forzadas que afectan a unos 500 trabajadores del norte del cordón industrial rosarino, lo primero que se nota es que no se trata de pymes que puedan verse perjudicadas por algún atisbo de retracción económica en el marco de la crisis financiera internacional. “Son las empresas que más ganaron en los últimos seis años. Lo que hacen es pura especulación y terrorismo con los trabajadores”, afirma Pablo Reguera, secretario general del gremio de Aceiteros y de la CGT San Lorenzo, que adelantó que se vienen un par de días de reuniones y una asamblea sindical, el viernes, para resolver los pasos a seguir con el objetivo de parar la ofensiva patronal.

Reguera planteó que las grandes empresas aceiteras “van a tener que presentar balances, números, hasta el último detalle que demuestre que realmente están en crisis” para que los trabajadores acepten las nuevas condiciones que les pretenden imponer.

Es que en Aceiteros no tienen dudas en cuanto a que no hay argumentos que justifiquen los avances sobre los derechos laborales. “Estas empresas ganaron mucho en los últimos años. Son más que caraduras porque hasta hace 30 días estaban trabajando de manera normal y la producción en lo que va del año supera ya a la del año pasado a esta misma altura. Están especulando y presionando para una baja de las retenciones (a las exportaciones de granos) y una la suba del tipo de cambio, pero nosotros no vamos a permitir que los costos los paguemos los trabajadores”, describió Reguera.

Incluso, el dirigente sindical relató que la semana pasada hubo una reunión en la Cámara de Comercio e Industria de San Lorenzo en la que Aceiteros aceptó dejar de discutir momentáneamente un aumento salarial y un representante de los grandes grupos que tienen sus puertos y fábricas en la zona, Ángel González del Cerro, apoderado de Cargill, se comprometió, a cambio de esa concesión del gremio, a que las empresas del sector “no iban a echar ni suspender a ningún compañero”.

Pero las cosas cambiaron esta semana, cuando los trabajadores se encontraron con el anuncio de 200 suspensiones y 300 adelantos de vacaciones forzadas en Vicentín, Buyatti y Dreyfuss.

“A esto hay que sumarle los 100 despidos a trabajadores de la construcción en Celulosa, en Capitán Bermúdez, y unos 20 despidos en contratistas de la zona”, marcó Reguera este miércoles, en diálogo con redacción rosario.

“Mañana (jueves) los gremios de la CGT San Lorenzo nos vamos a reunir con con gente del Ministerio de Trabajo de la provincia y de la Nación para evaluar y armar una estrategia para empezar a trabajar con estas empresas que suspenden y dan vacaciones sin previo aviso, pero no presentan procedimiento de crisis ni están en convocatoria de acreedores”, añadió.

Después, el viernes, dirigentes de Aceiteros se reunirán con el titular de la cartera laboral provincial, Carlos Rodríguez, en la ciudad de Santa Fe. Y terminarán la jornada con una asamblea en el sindicato a partir de las 17 “para ver qué medidas tomar de ahí en más”, adelantó Reguera.

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