La presidenta Cristina Fernández respondió rápidamente el reclamo santafesino sobre coparticipación –que el gobernador Hermes Binner anunció que llevará a la Corte Suprema de Justicia de fracasar la vía administrativa–, durante el acto de este miércoles en Villa Corrientes, Cristina señaló que la provincia “logró el récord de 4.600 millones de pesos de transferencia automática" de la Nación y recordó que en “2002 apenas superaba los 800 millones”. Sumado a otros ítems, la Nación desembolsó el año pasado 6.100 millones de pesos en Santa Fe, “más de la mitad del presupuesto de la provincia”, puntualizó. Y fustigó a las patronales rurales: “Nunca creí en las sociedades duales donde un puñado de poderosos se queda con toda la renta”, expresó.
Como estaba previsto, la presidenta arribó a la ciudad alrededor del mediodía. Junto al intendente Miguel Lifschitz y el gobernador Hermes Binner realizó una fugaz recorrida de las obras de reconstrucción del muelle del Parque España, donde recogió el saludo de los trabajadores, que no exportan ni comen soja: “Vamos Cristina”, le gritaron.
De allí la comitiva partió hacia la ex villa La Lata, un asentamiento ubicado en Corrientes y Aménabar, a pocas cuadras del macrocentro, estigmatizado por años como un lugar inseguro e indeseable.
Allí se realizó el acto de entrega de viviendas en el marco del Programa Rosario Hábitat, que la Municipalidad lleva adelante con fondos propios y del BID, estos últimos pagados luego por la Nación.
“Es muy importante el esfuerzo de los ciudadanos, de sus autoridades municipales y provinciales, pero un país avanza sólo cuando tiene un proyecto nacional que lo contiene, que hace del trabajo y no de la especulación el eje de sus políticas. Esto no es milagroso, ni depende de la genialidad de un presidente”, dijo la presidenta, en alusión al campo y, tal vez, a quienes la hospedaron en la ciudad.
El palco mostraba una presencia mayoritaria de funcionarios de la gestión socialista. La pata peronista estaba puesta por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el diputado nacional Agustín Rossi, uno de los pocos peronistas santafesinos fieles al proyecto nacional. Los santafesinos federales Carlos Reutemann y Jorge Obeid no participaron de la visita presidencial, previsiblemente estaban trabajando para conseguir más recursos para la provincia.
Saludado por una silbatina constante, Binner habló muy poco. Dio la bienvenida a la primera mandataria y a aquellos “que no están de acuerdo en algunas cosas”. Remarcó la importancia del Programa Rosario Hábitat, que se inició durante su gestión como intendente de Rosario, e invitó a Cristina al acto del 20 de Junio por el Día de la Bandera.
En su discurso, la presidenta defendió el modelo económico instaurado por su marido, Néstor Kirchner, y continuado durante su gestión. Destacó que en los últimos años la economía creció un 66 por ciento, y precisó que “47 de esos puntos se los debemos al mercado interno, a ustedes”, en referencia a quienes habían llegado hasta el acto para escucharla.
Enseguida la presidenta respondió el reclamo del gobernador, quien estaba a su lado, por los fondos coparticipables. Binner solicita 4 mil millones de pesos de diferentes rubros y, días atrás, anunció que si en un mes no conseguía respuesta acudiría en demanda judicial a la Corte Suprema.
Su reclamo tuvo rápida cabida, aunque tal vez no en los términos que esperaba. Cristina puntualizó que en 2008 Santa Fe “logró el record de 4.600 millones de pesos de transferencia automática” y recordó que en “2002 apenas superaba los 800 millones y nunca podía perforar el techo de los mil millones”.
Si a esa cifra se le suman otros recursos nacionales que vuelven a Santa Fe, explicó la primera mandataria, la cifra anual trepa a 6.100 millones, la mitad del presupuesto de la provincia. Binner no recibió los 4 mil que reclamaba, pero al menos se llevó un palo.
En el mismo sentido afirmó que la “redistribución no sólo es en los social sino también en lo geográfico”. Porque, de aplicarse el modelo santafesino federal –que no sólo tiene a Binner como artillero sino también a Reutemann y Obeid– las provincias ricas por sus recursos y condiciones naturales deberían vivir en la abundancia y abandonar a la miseria y las necesidades insatisfechas a las demás. Un federalismo para los que más tienen.
Cristina también volvió a defender las políticas implementadas para enfrentar la crisis financiera mundial y explicó que las medidas anticíclicas son “para apagar las macanas hechas desde afuera”. En ese sentido, sostuvo que “cuando los culpables son los de afuera nadie explica el por qué de las medidas”.
