Ganó Central... ¡y es noticia!
Ganó Central... ¡y es noticia!

En el debut de Merlo, Central volvió a ganar después de ocho fechas. Los goles que desataron la algarabía canalla fueron convertidos por Guillermo Burdisso, Zelaya y Méndez, mientras que Cristian Ledesma había abierto la cuenta para los dirigidos por Miguel Russo.

La llegada de Reinaldo Carlos Merlo a la conducción técnica de Central generó varias cuestiones en el golpeado pueblo canalla. Motivó que los hinchas renovarán las pequeñas ilusiones que se permiten tener por estos tiempos (salvarse del descenso) ya que la mayoría veía (y aseguraba, en cuanta charla de café o foro de Internet se prendiera) que con Alfaro la próxima parada se llamaba Nacional B.

En los jugadores, la obligación a mostrar que se sigue vivo y con ganas de ponerle el cuerpo a semejante situación y a demostrar que se es el mejor en la semana para estar el domingo.

Y en los rivales, que habrá que cuidarse por que el que los conduce a éstos es aquel que llegó a Racing para salvarlo del descenso y los terminó coronando campeón, palabra que los hinchas de la Academia habían llegado a olvidar, o a desconocer su significado en el caso de los menores de 35 años.

Vamos a probar con Mostaza

En el estreno nomás de la era Merlo, Central mostró pequeños grandes cambios. Más allá del desconcierto inicial, en el que encima sufrió un gol en contra que en otras épocas le hubiera costado carísimo, se mostró ordenado en el fondo (Broun, la excepción), intentó elaborar jugadas colectivas, y supo hacerse fuerte en la adversidad para dar vuelta un resultado ante uno de los equipos más complicados del fútbol argentino, como lo es San Lorenzo, pese a las notorias ausencias que mostró en su visita al Gigante de Arroyito.

Aprobada la improvisada y juvenil dupla central formada por el promisorio y cada vez más asentado Braghieri y por el casi debutante Guillermo Burdisso, que como frutilla del postre gritó el gol del empate gracias a un perfecto cabezazo.

Bien por Zelaya que hace tiempo no tenía la oportunidad de jugar desde el arranque y no la dejó pasar, ya que peleó cada pelota como si fuese la última y porque en el último suspiro de la primera mitad, aprovecho un error infantil del joven arquero Centeno y puso el 2 a 1 parcial para irse a los vestuarios a escuchar la primera charla “de entretiempo” de Mostaza, con una sonrisa Gigante.

Y bien por Méndez que no sólo disimuló con su entrega, la inactividad del pobre Borzani que después de muchísimo tiempo y con la desagradable sensación de sentirse afuera de Central en el medio, volvió y aportó más corazón que fútbol, si no que fue el que más empujó y el que encontró el premio a tanto sacrificio a los 11 del complemento, cuando empujó un preciso pase de Zelaya para gritar el trercero y asegurar el resultado.

Ganó Central y es noticia. Se cumplió la vieja máxima de técnico que debuta no pierde y el siempre fiel pueblo auriazul pudo irse del Gigante con las manos y los corazones llenos después de mucho (¡demasiado!) tiempo. La única mancha, la inseguridad evidenciada por el arquerito Broun en los últimos encuentros, obviamente comprensible teniendo en cuenta el momento del equipo en su conjunto, pero a la vez un lujo que un equipo que se juega la permanencia en primera no se puede dar. Pero ¿a quién le importa? Si ganó Central en Arroyito y eso, en los tiempos que corren, es noticia.
 

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