¿Quiere quedar bien con su bebé?
¿Quiere quedar bien con su bebé?

Superando las fantasías de los más osados autores de ciencia ficción, por Internet se ofrecen mascotas mamíferas, manipuladas genéticamente, empaquetadas y en estado latente. ¿Alguien quiere comprar una a sus hijos?

Aunque el fenómeno Genpet lleva poco más de tres años, las inefables cadenas de mails, como mareas que ayudan a los mensajes en botellas a llegar a la playa, han acercado a la Argentina, en los últimos días, una historia que bien vale la pena contar. Desde el principio.

Debe haber sido una tarde lluviosa, el aburrimiento debe haber tomado por asalto la cabeza de Adam Brandejs, un canadiense ingenioso e intrépido que deambulaba por su estudio sin dar con una idea que lo sedujera. Miró unos tubos de ensayo, sopesó con escaso interés y con el rabillo del ojo un par de probetas empañadas por la humedad, cosas que le había prestado un amigo bioquímico. Nada fluía en esa cabezota de artista y diseñador.

De golpe la lluvia serena debe haber dado paso a un viento algo fresco que entró por la ventana –más bien la abrió de par en par– y acto seguido es posible que un fogonazo importante haya precedido al escandaloso trueno que habrá disparado en el cerebro de Adam el clic inspirador que lo llevó a pensar, en apenas unas fracciones de segundo, el primer bosquejo de Genpet. Sonrió. Chasqueó entre sí los dedos mayor y pulgar de ambas manos. Y llamó a su casa, como le había prometido a su mujer. Iría a comer temprano y compraría la pintura para el maldito cerco.

Luego de cenar unas truchas ahumadas de las más baratas, que su esposa compró en el mercado de Wychwood Park, Adam se puso a pensar cómo haría para hacer creer a un buen número de idiotas que en el mercado estaban disponibles unas mascotas en estado de suspensión, mamíferos para ser más exactos, cuyos signos vitales básicos se mantenían constantes merced a unos tubos conectados a su cuerpo. Chan-chan, chan-chan, chan-chan, se escucharía si se tratara de un misterio más a los que la Iniciativa Drama tiene acostumbrados a millones de fans de la serie Lost. Pero esto sería un experimento artístico-mediático. De aquellos.

La idea perfeccionada

¿Qué son, al fin y al cabo, los Genpets? Adam estableció que serían mascotas modificadas genéticamente para que sean de fácil mantenimiento, hipoalergénicas y seguras para los hijos de quien se atreviera a comprarlos. Wow, esto se va poniendo lindo.

El canadiense, además, quiso que sus mascotas fueran capaces de ser exhibidos en estado de hibernación, que se alimentan con nutrientes que provee la empresa, que denominó BioGenica, a través de unos tubos conectados a su cuerpo, y que tuvieran diferentes personalidades controladas a base de fármacos. El tipo sabía que esto haría su buen ruido.

Pero tal vez lo más ingenioso que hizo Adam fue, una vez diseñados y fabricados los Genpets, divulgar su experimento a través de cadenas de correo electrónico que contaban la novedad científica en términos hipercríticos. Inventó un cuestionario básico para divulgar los detalles biológicos de sus criaturas. Vale detenerse unos momentos y leerlo.

Todo lo que hay que saber de un Genpet

¿Los Genpets son animales reales? Si, son mamíferos vivos y que respiran. BioGenica es una compañía de bioingeniería que ha combinado y modificado el ADN para crear Genpets. Los Genpets tienen sangre, huesos, y músculos; sangrarán si se los corta y mueren si son maltratados como cualquier otro ser vivo. Los componentes electrónicos están solamente en los paquetes y los conectan a una máquina que mantiene los signos vitales básicos constantes.

¿Porque los Genpets se empaquetan como los juguetes? Los Genpets están diseñados para ser vendidos en los estantes de cualquier tienda al por menor y almacenes no tradicionales de venta de animales domésticos. Esta es la razón por la cual se empaquetan en plástico.

¿Cómo se hacen los Genpets? El prototipo y la cría original de Genpets fue creado usando un proceso llamado “micro inyección de Zigoto”, y crece luego en granjas asistidas de laboratorio. La micro inyección de Zigoto es un método favorable para combinar ADN y para insertar ciertas proteínas de diversas especies. Especialmente fue utilizada en 1997 para empalmar ratones con las medusas bio-luminiscentes y se ha utilizado desde entonces para crear conejos, cerdos, pescados, y monos que brillan intensamente.

¿Cómo hacen para que los Genpets vivan en los paquetes? Dentro del paquete, las mascotas están en un tipo de hibernación químicamente inducida que se controla por una proteína nutriente que pasa a través de unos tubos instalados en los paquetes. La hibernación asegura la comodidad del Genpets mientras está en los estantes de una tienda. También hay agujeros de respiración que permiten que el aire se filtre.

¿Los Genpets demuestran emociones? Sí, y es por eso que BioGenica ha codificado diferentes tipos de Genpets por color. Vienen en siete diversos tipos de personalidad (rojo=atlético, naranja=aventurero, amarillo=divertido, verde=tranquilo, azul=comunicativo, violeta=imaginativo). Cada tipo de personalidad demuestra ciertas emociones características.

¿Los Genpets pueden hablar? Estos animales tienen un número limitado de cuerdas vocales para conveniencia de los padres. Sin embargo, hacen cierto sonido.

¿Crecen aún más en su tamaño? No. Ya vienen empaquetados en su tamaño máximo de crecimiento.

¿Cuánto viven los Genpets? Vienen en dos modelos básicos de configuración: 1 y 3 años.

¿Se pueden sacar los Genpets de los paquetes? Sí, después de la compra el Genpet se puede quitar de su paquete. Hay que pensar en Genpets como muñecas vivas. Genpets está diseñado para moverse más bien como un niño recién nacido, así que su gama de movimiento es limitada.

¿Un Genpets puede llegar a morder? No debe morder pero no obstante, BioGenica vende un kit removedor de dientes.

¿Genpets abre los ojos? Sí. Si se saca del paquete original, Genpet despertará lentamente sobre el curso de aproximadamente 20 minutos.

¿Cómo se controlan las diferentes personalidades? Los paquetes de alimentación de Genpet están codificados por color. Según esto, la fórmula está especialmente diseñada con drogas que controlan el comportamiento. Así podemos calmarlos o estimularlos sin tener que forzar la estructura del ADN.

¿Los Genpets defecan? Sí, pero produce muy poca basura y como también requiere sólo la alimentación necesaria (nutrientes) los hace el animal doméstico perfecto.

¿Pueden Genpets reproducirse? No. No pueden reproducirse.

¿Pueden los Genpets llegar ser violentos? El Genpet está diseñado para ser dócil, combinando los nutrientes que los mantiene templados.

Después de tamaña presentación en sociedad, el bueno de Adam lanzaba una inocente pregunta: ¿Usted le compraría un Genpet a su hijo? Y el tipo/a a quien le llegaba el mail, seguramente, ensayaba un ¡Plop! involuntario.

Las opiniones de los cibernautas

Un capítulo aparte de la campaña mediática iniciada por Brandejs a través de Internet es la reacción que provocó en algunas personas, por lo general jóvenes, que se encontraron cara a cara con la noticia y las imágenes de los blister con Genpets dentro.

Algunos reaccionaron como los católicos ultras lo hace frente a la eutanasia o el aborto. Otros mostraron verdadero sentido del humor. Van algunos ejemplos.

“Hola yo soy un genpet y les puedo decir que es cierto que somos reales, actualmente soy árbitro de fútbol en Uruguay, me llamo Líber Prudente y trabajo para Paco Casal y el club Peñarol”, azuzó Anónimo, obviamente de Uruguay y, presumiblemente, de Montevideo.

“Hola, yo también soy un genpet, actualmente estudio en la Universidad de Colima de Manzanillo, ando en busca de unas hembras para saber que es lo que mi dueño siente cuando lo hace”, se atrevió a postear otro cibernauta anónimo y decididamente mexicano.

Una tal Georgette, en tanto, opinó: “Realmente la ciencia y la tecnología avanzan y creo que sería mas interesante crear cosas que nos puedan ayudar a preservar la vida que ya tenemos y mejorarla, no jugar a ser Dios e inventar mascotitas que pueden empeorar muchas cosas, ya que por lo que leí consumen algún tipo de drogas y, si por error no se suministran, ¿qué pasará? ¿O si se suministran las equivocadas? Si el ser humano, teniendo sentimientos y razón, es capaz de destruirlo todo, ¿qué podría pasar con estas «lindas criaturitas»?”. Caramba.

Fernando, acaso preocupado por los ribetes que iba tomando el tema, aclaró: “Bueno, para que no se hagan la historia tan grande… y luego empiecen a inventar cosas como «¡Es tecnología extraterrestre!», eso de los GenPets ¡¡¡es… mentira!!! Bueno, en realidad es un setup artístico de un tipo de por ahí”, sin dar mayores precisiones.

La verdad de la milanesa

Lo cierto es que el fulano canadiense se las quiso cobrar todas juntas a varios actores de la cadena informativa y de divulgación científica, a los estupefactos consumidores de noticias raras y, por qué no, a los siempre preparados moralistas que opinan sobre todo sin indagar nada.

Brandejs no es un científico, ni loco ni revolucionario, es un artista de Ontario, Canadá, que como especulamos al inicio de esta nota, debe haber estado muy pero muy aburrido entre tanto mullido sistema de bienestar para sacar a la cancha a estos muñequitos de silicona, que de eso se trata.

Un buen día consiguió que un matricero interprete a la perfección su idea original y con ese prototipo produjo un puñado de Genpets, a los cuales rodeó de un packaging verdaderamente asombroso (ver fotos).

Tal cual lo explica en ese mismo sitio, los Genpets “son muñecos automatizados hechos de látex y plástico, con un circuito electrónico que simula una respiración lenta”.

Y fueron tantos los incautos que, aterrorizados, comenzaron a escribir cartas al Papa, a los gobiernos del mundo, a la ONU y a otros sitios menos institucionalizados, que Wikipedia, la enciclopedia on line mutante se ocupó de aclarar: “De aspecto parecen pequeños humanoides sin pelo, y fueron diseñados para ser presentados como criaturas vivas, pero hibernando, genéticamente creadas para ser compradas como mascotas. El elaborado empaque indicaba al comprador una gama de colores a elegir, para diferentes personalidades y niveles de actividad, teniendo capacidad vocal limitada”. Bue, nada sencillo, ¿verdad?

La descripción del chasco persiste en detallar la jugada de don Adam: “La idea de esta exhibición es fomentar la discusión abierta sobre posibles beneficios o perjuicios de la bioingeniería, además de la reacción que esto genera en diferentes personas. Parte del trabajo de la exposición es el complemento mismo de la página web, cuyo diseño y apariencia hacen muy creíble que los Genpets sean realmente productos de bioingeniería en el mercado. Esto además marca la importancia de Internet que, en conjunto con la exposición, trae credibilidad a la idea que se quiere proyectar. Incluso muchas personas que no han visto la exhibición más que por fotos, ven el sitio y dan por sentado que todo es real (aunque a algunos les basta un correo y unas fotos para asumir que es verdad). Este trabajo está enmarcado en la estrategia de la simulación. En 2006, Genpets fueron expuestos en el weblog del “Museum of Hoaxes”, en San Diego, California.

Los medios y la pavada

Aunque usted sí lo crea y no haga falta demostrarlo, varios medios y comunicadores se hicieron un lugarcito para mostrar a los Genpets y, cómo privarse de tan delicioso manjar, opinar sobre ellos y acerca de las horrendas implicancias de su proliferación en el mercado de mascotas. Ni qué hablar de las consecuencias teológicas y científicas de tamaña herejía.

Los primeros en ensayar una comunicación sobre el fenómeno Genpet fueron,nada menos, que la BBC News Worldwide, que a través de un programa llamado Click, transmitió la gran noticia. También en el periódico Times, del Reino Unido, en el New York Times, y en el canal G4TechTV se dieron furibundas panzadas con la presentación de los presuntos mamíferos manipulados genéticamente. Sí, no fue en Canal 26, fue en esos medios donde primero se pudo ver a los Genpets. Claro que, al menos, tuvieron la decencia de aclarar todo al final de las emisiones o artículos impresos.

Otros fueron menos detallistas, por decir algo. El 14 de diciembre de 2008, hace apenas tres meses, el diario hondureño La Tribuna publicó en una página entera el artículo de los Genpets pensando que en realidad se trataba de mascotas genéticamente modificadas. “¡Cuidado con las mascotas mutantes!” fue el sutil título elegido, no menos impactante que el subtítulo, que rezaba: “Los «clones» no pueden dar amor…”. En fin.

Un día después (efecto rebote), el 15 de diciembre de 2008, el diario mexicano El Siglo de Torreón hizo lo propio. Los lectores que comentaron la noticia en el sitio calificaron a la redacción como poco seria por no verificar la veracidad de las notas, lo que debe haber influido en sus editores para tomar una drástica decisión: la nota fue retirada de su página de Internet. O sea…

El diario de tendencia amarillista Extra de Costa Rica, también se dio el gusto, y comunidades y diarios electrónicos publicaron la página como un caso real. Por ejemplo, el 23 de enero de 2009, un usuario de Egel Forum publicó la noticia como real y varios usuarios creyeron el caso.

Según Wikipedia, el 3 de febrero de 2009, hace unos pocos días, “Francisco J. Gastón publicó en el portal www.yoinfluyo.com, de México, esta nota como real, y no sólo eso, sino que dijo textualmente: «Sus hijos juegan con la mascota y la gente de BioGenica juega a ser Dios y a tocar las cadenas de ADN para tener un producto vendible y atractivo»”.

¿Y por casa cómo andamos? Pues bien, porque un programa de noticias de la Argentina, llamado Telefé Noticias (¿les suena?), dedicó todo un bloque –de 25 minutos, aproximadamente– a la “veracidad” de los Genpets. Mamma mía.

Lo dicho prueba varias cosas, pero como resulta indigerible emular a Luis Majul, quien recomienda no creer a pie juntillas todo lo que sale en los medios, y aconseja seguir a rajatabla ese precepto incluso con él mismo, no sería saludable que este artículo ofrezca ese tipo de consejos. Pero, por las dudas, a fijarse bien si esos muñequitos de Dragon Ball Z tan sofisticados que se exhiben en las jugueterías, o las clásicas Barbies con que nuestras niñas aprenden a ser idiotas lindas, no terminan siendo temibles mascotas manipuladas genéticamente para… manguear a los padres o robarles la llave del auto cuando crezcan comiendo alimento para Seamonkies.

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