El Sr. I se pregunta: si nuestra farándula sale a opinar sobre materia de seguridad, si Susana, la abanderada del movimiento, sale a pedir que vuelva la colimba, si Spinetta, Cacho Castaña y Sandro, entre tantos, también opinan ¿por qué no podía decir lo que piensa Hebe de Bonafini? La madre de plaza de mayo pegó duro y no se salvó ni Sandro.

“¿Cuál es nuestra seguridad con estas vedettes, que son más putas que vedettes, que se atreven a hablar de derechos humanos cuando bailaron y se acostaron con todos los represores? Y si Susana le hubiera acertado al amante que tenía (por Roviralta) con el cenicero en la cabeza y lo hubiera matado, ¿qué? ¿Habría que haberla matado a ella, entonces?”, sintetizó la presidente de Madres de Plaza de Mayo, con la misma simpleza y también con el mismo sentido común con que los grandes medios justifican las burradas que opinan nuestras divas y divos.

“¿Por que no piensan en lo que dicen? En vez de cabeza tiene un maní, lo único que tienen son tetas y no son de ellas”, dijo Bonafini tan harta como el Sr. I.

“Abrámosle la cabeza a la gente, porque sólo ven a los pelotudos como Sandro y todos estos que están hablando por la televisión, apoyando la pena de muerte”, dijo de una vez.

Las declaraciones fueron hechas el jueves 12 en Plaza de Mayo, pero trascendieron este martes. “Estas vedettes tienen el mismo justificativo que tuvieron para matar a nuestros hijos. Decían «está bien que los maten, son terroristas» y ahora dicen que hay que «matar a todo el que mata»”, dijo en referencia a las declaraciones de Susana: "El que mata tiene que morir" .

Por supuesto, los grandes medios de comunicación que fogonean como en la época del ingeniero trucho Blumberg las marchas contra la inseguridad, como era de esperar salieron a descalificar y menoscabar las verdades de Bonafini. Y Susana salió a pedir que vuelva la colimba pero no se expresó al respecto de remakes de filmes de los años 70 y 80 como Los colimbas se divierten, Los colimbas al ataque y otras de Enrique Carreras, Palito Ortega o Carlitos Balá cuyas aventuras deliciosas tenían lugar en el ámbito militar y estaban financiadas por las fuerzas armadas en el poder, las que tanto extraña Susana, protagonista principal, junto a otras vedettes, de esa época de oro y sangre.
 

Más notas relacionadas
Más por Admin
Más en Columnistas

Dejá un comentario

Sugerencia

Una vuelta al origen del barrio Refinería

Este sábado, a las 10, se realizará una visita guiada, libre y gratuita, a la zona de la a