Los más de 500 trabajadores de la autopartista Mahle esperan expectantes la reunión de este martes a la mañana en Buenos Aires con los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de la Producción, Débora Giorgi, después de las versiones cada vez más fuertes que mencionan posibles compradores para la empresa.
Delegados de la fábrica de aros de pistón de la zona oeste se reunieron este lunes a la mañana con autoridades de la cartera laboral santafesina. Durante el cónclave en la sede local de Lagos y San Lorenzo, Alicia Ciciliani, viceministra de Trabajo provincial, habló de “varios interesados” en reactivar la planta metalúrgica, cerrada y ocupada por los empleados desde hace poco más de una semana. Aunque aclaró, sin dar nombres, que es el gobierno de Cristina Fernández quien tomó las riendas del posible traspaso de la firma de capitales alemanes a manos de un empresario nacional.
En este sentido, para este martes, a las 11, está pautada una reunión en Buenos Aires entre el cuerpo de delegados de la planta de avenida Perón al 5600, de la que participará Antonio Caló, secretario general de la UOM y los ministros Tomada y Giorgi. “Tenemos buenas expectativas pero sabemos que el camino no será sencillo ni corto”, sostuvo Roberto Campos, uno de los delegados de Mahle, quien estará presente en la audiencia del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Si bien la viceministra de la cartera laboral de Santa Fe mencionó la existencia de supuestos interesados en comprar la empresa autopartista, durante la segunda reunión en el marco de la conciliación obligatoria –resuelta por el gobierno provincial– que se extendió por una hora y media se abordaron diferentes temas que hacen a la supervivencia de los trabajadores que pelean por conservar sus fuentes de empleo.
“Nosotros le pedimos al gerente de recursos humanos de Mahle Argentina, José Serra, que mientras dure la conciliación obligatoria (por un mes) la empresa se comprometa a pagarnos el 100 por ciento de los salarios. Si bien desde que la empresa acusó crisis a fines del año pasado habíamos aceptado un régimen de suspensiones con descuentos salariales, la firma cerró sus puertas y no cumplió nada de lo prometido”, indicó Campos.
“También le pedimos que nos den un recibo de sueldo adeudado y que cumplan con el pago de la Aseguradora de Riesgo del Trabajo (ART) porque tenemos mucha gente enferma”, agregó el sindicalista, al tiempo que informó que el representante de la multinacional que asistió a la reunión se comprometió a “facilitar” todo lo requerido en caso de que aparezca el supuesto comprador. “Tampoco queremos un empresario fantasma que se haga cargo por seis meses y se vaya”, advirtió el delegado.
Campos denunció que la empresa germana produjo un semivaciamiento en la planta de la zona oeste después de cerrar sus puertas, “llevándose algunas computadoras con datos de la fábrica, archivos y legajos de los trabajadores”. La fábrica continúa ocupada por los empleados, a la espera de una pronta y satisfactoria salida al conflicto laboral que protagonizan más de 500 trabajadores. “Seguimos cortando avenida Perón y volanteamos para dar a conocer nuestra situación”, contó Campos.
Sobre los posibles inversores que arrimaría el gobierno que comanda Cristina Fernández –de concretarse esta posibilidad, la salida del conflicto sería similar a lo que ocurrió con Paraná Metal en Villa Constitución–, Campos mantuvo cautela ya que “todavía no hay nada concreto”.
