La sociología ahora podrá obtener recortes de la realidad si los profesionales de esa disciplina apenas toman impulso y se pegan una vueltita por los barrios rosarinos y elevan un poco la mirada. Los pasacalles como contenedores de algunas síntesis pintorescas.
Seguramente la fórmula integrada por el periodista Carlos Del Frade y el ex concejal Alberto Cortés no se hubiera imaginado nunca que en algunos barrios la competencia por el espacio público aéreo no provendría de otros binomios o fuerzas políticas sino de chicas batalladoras a la hora de hacer el amor o de un temperamental amante de los 3CV que encontró un nicho en las parejas de recién casados nostálgicos de la ranita.
Pero allí están, orondos pese a los vientos del sur que llegaron para apaciguar tanto calor a destiempo. Pasacalles que flotan por encima del imaginario popular. Postulantes que rozan con la tela de su oferta otras ofertas más prosaicas pero igualmente altivas y cargadas de pasión.
Si billetera mata galán, algunos pasacalles mutilan las partes de un marketing que no percibe “el otro lado” de la sociedad.
(Fuente: La Yeca)