El Lole y su escudero Spinozzi.
El Lole y su escudero Spinozzi.

Carlos Reutemann presentó su lista, Santa Fe Federal, en Rosario, donde nunca, ni siquiera cuando llegó a cosechar casi un millón de votos, pudo ganar. No fue parco, nunca lo fue en campaña: “Yo no voy a estar el 29 de junio en Olivos”, dijo, ante una concurrencia importante.

No se puso la campera roja. No importa, está en campaña: “Es necesario aclarar porque se está mintiendo y usted sabe, miente miente que algo queda: tenemos divergencias con la otra lista de compañeros justicialistas que son públicas y acá no hay absolutamente ninguna estrategia, yo no voy a estar el 29 de junio en Olivos”, le respondió Reutemann al gobernador Hermes Binner y al socialismo, que intenta por todos los medios polarizar con el ex corredor de Fórmula 1. Y dejó en claro que sigue pensando en que su adversario extra partidario lleva adelante prácticas hitlerianas, sólo que en este caso fue más sutil: citó, sin nombrarlo, a Joseph Goebbels, el cerebro de la comunicación nazi.

“Yo no voy a estar el 29 de junio en Olivos, aunque pertenecemos al mismo partido, donde siempre en el peronismo hubo respeto por las discrepancias y en temas puntuales hay diferencias absolutas”, completó, para dar en realidad la respuesta a Binner: los votos no se van a juntar al día siguiente de los comicios.

Ahora, además, el Lole dijo cosas interesantes, de esas que no se escuchan seguido pero que van a formar parte de lo poco que queda de campaña: “(Carlos) Menem fue presidente mientras yo era gobernador, y él apoyó a Héctor Cavallero; y nosotros lo topamos con Jorge Obeid y cuando (Menem) quiso poner –quiso decir promoverla para renovar su banca– a Liliana Gurdulich como senadora, lo topamos también”. O sea, puso en escena objetivos capítulos de confrontación con el menemismo, apuntando a dos flancos: al socialismo, que lo quiere asociar con el ex presidente riojano, y al sector que lidera Agustín Rossi, que lo acusa de lo mismo pero, además, lleva como cabeza de lista de concejales a uno de los aludidos.

Hacia ese mismo lugar del escenario político fue dirigido el siguiente párrafo: “En el caso de la Resolución 125 les dije primero –en privado– (al kirchnerismo, a la presidenta, al ex presidente, no se sabe) que era un conflicto innecesario, que afectaba al corazón de la provincia de Santa Fe, incluida la ciudad de Rosario”. Pero, rápidamente, puso la mira también en el banco del Frente Progresista: “No hay acuerdos debajo de la mesa, no hay lemas, los votos no se suman y están mintiendo de nuevo diciendo que hay una ley de lemas: miente, miente que algo queda”, en una nueva vuelta de tuerca sobre Goebbels.

Luego Reutemann habló del tono de campaña: “Esta es una elección parlamentaria y de todas las que he participado ninguna ha tomado la virulencia y el cariz de esta y si la gente mira la política de reojo después de esta campaña en lugar de acercarse a la política se va a alejar”.

Sobre las presuntas chances presidenciales, Reutemann fue menos directo, pero dejó claro que están en su órbita de análisis: “Ayer me vinieron a ver unos empresarios y me dijeron que si la situación sigue así van a tener que cerrar una fábrica de sembradoras y eso me parece mas importante que estar pensando en el 2011; cada uno va a presentar después del 28 de junio el currículum de sus votos en su provincia”.

Y arrojó una estocada ala gestión de Binner con datos de los últimos días: “El diferimiento de pagos en Santa Fe, que lo leí en los medios, es un tema serio y sensible, porque es una provincia, pese a lo que dijeron en su momento, que se entregó ordenada a esta gestión, tanto es así que hubo una discusión y la Auditoría General de la Nación firmó el estado de las cuentas. Es toda una señal de una situación económica de cierta inestabilidad”. Se espera devolución de atenciones en las próximas horas.

Por último, el ex piloto automovilístico, al argumentar a favor de más recursos federales para Santa Fe, dejó sentado un precedente peligroso: “La discusión que se viene es el régimen de coparticipación federal y esto viene de la Convención Constituyente de 1994, que decía que se debe repartir la torta de nuevo; si las provincia petroleras tienen regalías a mí como representante de una provincia agrícola me gustaría tener regalías del agro. Es una situación que hay que clarificar y poner todo arriba de la mesa y esto viene desde 1994”. Se entiende. El problema que le queda a sus estrategas de campaña es cómo van a hacer cuando, invocando la misma Constitución de 1994, el socialismo le plantee a Reutemann y sus legisladores provinciales la necesidad –de Binner– de reformar la Carta Magna santafesina. Tal vez se deje de prestar importancia al engendro que vio laluz luego del Pacto de Olivos, en aquella Convención Constituyente en la que el propio Reutemann y su doble sucesor Jorge Obeid tuvieron la oportunidad de conocer a la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

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