El gobierno neuquino envió al congreso provincial un proyecto para expropiar la fábrica recuperada y cederla a la cooperativa de trabajadores que la maneja desde 2001. Pero los obreros plantean además la nacionalización, ya que “con el impacto de la crisis económica, una cooperativa suelta, largada al mercado, es muy difícil que tenga condiciones para sobrevivir”, dijo el abogado de los ceramistas Mariano Pedrero.

Pedrero sostiene que se trata de un avance, pero rechazó que el Estado se haga cargo de la deuda que acumuló el ex propietario y pidió la nacionalización de la empresa.

Después de 8 años de lucha de los trabajadores de la fábrica de cerámicos Zanón, el gobierno de Neuquén envió un proyecto para la expropiación de la empresa y la sesión a manos de la Cooperativa de trabajadores Fábrica sin Patrones (Fasinpat), que la lleva adelante desde que, en 2001, la empresa cerró y despidió a sus los trabajadores.

A diferencia de los dos proyectos presentados por los obreros en la legislatura provincial y en el Congreso de la Nación, el proyecto oficial plantea la expropiación de la fábrica con pago a los acreedores y la cesión sin condicionamientos a los trabajadores.

Según contó, en diálogo con el portal Política&Medios, el abogado del Sindicato de Ceramistas, existen dos diferencias fundamentales con el proyecto provincial.

“La primera es que consideramos que la expropiación debería ser sin pago los acreedores, ya que la familia Zanón debería hacerse cargo de su deuda fraudulenta, no es responsabilidad de los trabajadores y trabajadoras, ni del Estado. Segundo, nosotros planteamos la expropiación y nacionalización, bajo el control de los trabajadores, ya que con el impacto de la crisis económica, una cooperativa suelta, largada al mercado, es muy difícil que tenga condiciones para sobrevivir”, señaló.

En este marco de crisis, Pedrero cree que quieren cargar las consecuencias sobre los trabajadores, y es por eso que plantean pagar la deuda privada pero no nacionalizarla. “Creemos que el ejemplo de Zanón sirve a miles de trabajadores que están viendo peligrar sus puestos de trabajo. Así como es un buen ejemplo para el movimiento obrero, hay muchos sectores empresarios, bancarios y partidos que responden a la clase capitalista, que están en contra y no ven con buenos ojos que este ejemplo se expanda”, opinó.

Sin acceso al crédito, ni subsidios, Zanón sería muy vulnerable, entonces plantean que la fábrica quede en manos del Estado y que la producción se destine a planes de viviendas. Así se financiaría la fábrica con las mismas ganancias que se generen y a su vez se construirían viviendas y se crearían puestos de trabajo.

A pesar de las diferencias, los trabajadores coinciden en que es un avance sobre la situación irregular que tienen actualmente, con el riesgo de remate de los bienes y el desalojo.

“Esto nos saca de encima la espada de Damocles que teníamos del remate y desalojo, pero la continuidad laboral está en peligro, porque nos veríamos obligados a competir con miles de empresa de capital nacional y extranjero que cuentan con subsidios millonarios. El grupo San Lorenzo, por ejemplo, que según el Indec es una de las 10 empresas que mayor ganancia tienen en la Argentina y, a pesar de eso, está subsidiado en el gas, en la energía eléctrica, y en el salario. Por eso exigimos la estatización”, argumentó el abogado.

El miércoles 27 el proyecto oficial tomará estado parlamentario y comenzará a debatirse en las comisiones. “Vamos a permanecer movilizados y luchando para asegurarnos que se vote, es un gran paso, pero hasta que la ley no se vote, nosotros vamos a estar ahí, porque en todos estos años hemos aprendido a ser desconfiados y a creer en hechos concretos y no en palabras”, agregó Pedrero.
 

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