Ex empleados del Lavadero Virasoro conformaron una cooperativa con el objetivo de “recuperar una fuente de empleo digna”, según comentaron los trabajadores organizados en La Unión Limitada, un lavadero industrial de prelavado de jeans que funciona en Chacabuco al 3200.
“Hacía dos años que estábamos boyando, haciendo changas pero sin encontrar un trabajo fijo, muchas veces aparecíamos en listas negras por haber estado en el Lavadero Virasoro. A raíz de esta situación nació la idea de conformar una cooperativa”, comentó Rubén Benítez, uno de los once trabajadores que integran la nueva cooperativa. “Queremos agradecer todo el apoyo recibido por el gobierno provincial y sindicatos amigos, como Atilra y los Aceiteros, que nos dieron una mano enorme para poder poner en marcha la cooperativa”, agregó.
Después del largo conflicto en el Lavadero Virasoro, que concluyó en diciembre de 2007 con setenta empleados despedidos que cobraron sus respectivas indemnizaciones, había sonado la posibilidad de formar una cooperativa, aunque no prosperó porque “no estaban dadas las condiciones”, indicó Benítez, y continuó: “A la mayoría de los setenta despedidos nos costó reinsertarnos en el mercado laboral, por eso tomamos esta iniciativa de conformar una cooperativa de trabajo. Se alquiló un local y parte de las máquinas. Juntamos dinero para comprar compresores y armar unos muñecos que necesitamos para trabajar”.
Este grupo de once operarios, todos con experiencia y mano de obra calificada, llevó a cabo este martes a la mañana una asamblea en el local de zona sur. Todavía están realizando los trámites formales –tanto a nivel provincial como nacional– para terminar de constituir la cooperativa, aunque están “bastante avanzados”, según destacaron. El lavadero La Unión viene funcionando desde hace un mes y medio, y ya cuenta con algunos clientes.
“Estamos trabajando con algunas marcas de ropa. Desarrollamos la misma tarea que hacíamos en el Lavadero Virasoro: localizado, cepillado, corrosión, lavado y planchado de todo lo que es jean. El cliente trae la prenda confeccionada, es decir la tela cruda, y de acá sale listo para venderse en los comercios”, relató Benítez. “La idea es comprar más máquinas, ya que ahora estamos alquilando buena parte de ellas. A medida que nos vayamos consolidando, una idea a futuro es recuperar a varios compañeros que quedaron en el camino que tienen el oficio y tampoco pueden conseguir trabajo”, sostuvo el trabajador.
En este contexto de crisis laboral que se manifiesta en algunas empresas, según evaluaron los operarios, es para destacar la organización bajo el formato de cooperativa. “Queremos autogestionarnos y trabajar dignamente”, fue la principal consigna durante la asamblea de ayer en el local de Chacabuco 3220. “Estuvimos en la Dirección provincial de Cooperativas que funciona en la esquina de Sarmiento y Mendoza y nos asesoraron para poner en marcha el tema de los papeles, cosa que ya hicimos. Y para esta semana tenemos una reunión en el Inae, el instituto nacional que regula a las cooperativas de trabajo”, indicó Benítez.
El ex trabajador del Lavadero Virasoro comentó que mantuvieron charlas con otras cooperativas que vienen funcionando en la ciudad y también con sindicatos. “También hablamos con Alicia Ciciliani y nos dijo que podíamos contar con el apoyo del Ministerio de Trabajo provincial para gestionar subsidios o maquinaria. Necesitaríamos una planchadora, una secadora para los jeans y una lavadora más grande”, enumeró Benítez.
Los trabajadores del lavadero La Unión expresaron que “la cooperativa fue la salida más viable” en el marco de una situación de irregularidad laboral. “Todos tenemos una familia detrás y al no conseguir laburo se hacía muy difícil. Tenemos esperanza de que esto de sus frutos. Dentro de poco podremos facturar en regla y no es lo mismo que hacer una changa”, dijo Cristian Castillo, otro de los empleados que integra la nueva cooperativa dedicada al prelavado de jeans.
Para Benítez, “el largo conflicto en el Lavadero Virasoro (donde hoy trabajan unas 150 personas) fue una gran enseñanza en cuanto a que los trabajadores salimos a pelear por nuestros derechos, como es el aumento de salarios y para que se nos reconozca como delegados. En el medio de la pelea la empresa echó a 70 personas para desviar la discusión”. Una vez finalizado el conflicto, los operarios que quedaron en la calle comenzaron a buscar un nuevo trabajo, pero no fue fácil. Ahora, con la experiencia cooperativa, están ilusionados en volver a tener una fuente de empleo digna.
