A contramano de los omnipresentes reclamos por mayor seguridad, represión y castigo, En los bordes andando, revista escrita por mujeres encarceladas, toma desenfadadamente la palabra para desmarcarse del lenguaje opresor.
En los bordes andando.
Textos desde la cárcel. Año I. Número 1. Abril 2009.
En agosto de 2008 Luis Sanjurjo comenzó a coordinar “un taller de lectura y pensamiento” con presas de la unidad 31 de Ezeiza. Sin menospreciar la capacidad de sus participantes, les propuso trabajar con una heterogénea serie de escritores y filósofos, que incluyó a Borges, Cortázar, Martínez Estrada, Aníbal Jarkowski, Casullo, Nietzsche, Foucault y Bataille, entre otros.
Si la primera apuesta fuerte del espacio fue evitar una finalidad pragmática, la segunda fue la de propiciar una experiencia disruptiva del orden físico y lingüístico imperante dentro y fuera de la cárcel: desarticular, a través de la lectura y la reflexión, el “habla estereotipada” con que las presas se piensan a sí mismas. Los efectos de dicha experiencia pueden encontrarse en En los bordes andando, una revista que reúne textos y dibujos de Silvina Prieto, Lidia Ríos, Liliana Cabrera, Silvana Ciprión, Stell Chen, Rosa Pistillo, Ruth Cortés, Shariel Paredez, Cinthia Ayala y Sonia Roldán.
Cuando parte de la sociedad argentina pide la pena de muerte o aprueba las condiciones infrahumanas a las que se somete a los reclusos, las potencias creativas e insurgentes del lenguaje se desatan en lugares subterráneos y alimentan pequeños focos de resistencia y cambio.