En una vuelta más de tuerca de las increíbles aventuras del puerto de Rosario por el que pasaron filipinos y hasta empresarios de medios locales. Ahora, la nueva conducción accionista de la concesionaria se presentó en convocatoria.
Terminal Puerto Rosario SA, concesionaria de las terminales portuarias 1 y 2, se presentó en convocatoria de acreedores. La medida se tomó a poco más de un mes de que su accionista mayoritario, y presidente, Guillermo Salazar Boero diera un paso al costado. Entonces, el empresario local, Gustavo Shanahan, hasta ese momento accionista minoritario, se quedó con el 70 por ciento de las acciones. El grupo español de Puerto de Tarragona mantiene su 30 por ciento del paquete.
Las versiones sobre el monto de la deuda acumulada por al empresa varían según los interlocutores y van desde los 100 millones de pesos a los 50 millones, pero de dólares. Desde la empresa adujeron que fue “una decisión responsable” para ordenar el puerto y para garantizar la continuidad de los puestos laborales.
La convocatoria de la Terminal Puerto Rosario sonó fuerte en el mundo de los negocios. Sin embargo, en un comunicado oficial, la empresa planteó que se trata de “una decisión responsable y dirigida a enfrentar con la mayor seriedad el futuro”.
Además, sostienen que la decisión se tomó “ante la compleja situación económica y financiera de la empresa y que el fin primordial “es asegurar las fuentes de trabajo y al mismo tiempo permitir un espacio de negociación de los pasivos para ordenar de manera integral toda la actividad portuaria”.
Uno de los principales colaboradores de Shanahan, el nuevo accionista mayoritario de la concesión, explicó a El Ciudadano que “si bien nunca una presentación es una buena noticia, la comunidad portuaria respalda la decisión porque el fin es terminar con las desproligidades de contratos y contra-contratos y ofrecerle a los acreedores un horizonte que antes no tenían, lo que va a impactar positivamente”.
“Se trata de plantear una nueva etapa, de poner el puerto a donde nunca pudo estar con una versión a largo plazo para que pueda haber más inversiones, más clientes y más cargas, es decir posicionar definitivamente al puerto de Rosario como una marca, como el motor de la región, como lo fue en su origen”, planteó.
“Estamos logrando a partir del 1º de junio, una mayor operatividad, en la nueva etapa el objetivo fue la continuidad y toda las instituciones está velando por las fuentes de trabajo que son unas 600 directas y otro tanto en forma indirecta, esto es una importante herramienta de mano de obra para Rosario”, añadió.
Apenas asumió como presidente, Shanahan contrató a una empresa de servicios portuarios vinculada al grupo Vicentín para que opere la terminal, y que es la misma opera en el puerto de Barranqueras.
Shanahan es un empresario rosarino que también incursiona en proyectos de urbaniza-ción como el del country Los Pasos en la zona noroeste en donde proyectó un estadio de Jockey sobre césped con el fin que sea sede de un mundial.
Cabe recordar que el primer contrato que llevó adelante el Ente Administrador del Puerto Rosario Enapro, creado en 1994 cuando la Nación transfirió los puertos a las provincias, lo hizo en 1998 con la International Container Terminal Services (Ictsi), que operaba el Puerto de Manila y en de Buenos Aires, y que bajo la denominación Puerto Rosario S. A. Esa primera concesión a la empresa filipina trajo innumerables dolores de cabeza con conflictos laborales e incumplimientos de pago por lo que en 2000 la concesión se revocó.
En 2002 ganó la concesión al Terminal Puerto Rosario S. A. que maneja el Puerto de Tarragona, España por 30 años. Pero los tarraconenses se presentaron en 2005 ante la Justicia para denunciar a su contraparte local por una maniobra societaria en desmedro de los españoles.
En abril de 2005 ingresó al directorio el empresario Orlando Vignatti. Después se retiró y traspasó sus acciones a Guillermo Salazar Boero, quien se alió a Raiser para desarrollar la salida de granos, pero siguieron los problemas y los rojos crecieron.
