El diálogo entre los dueños de la tradicional fábrica de anteojos y los delegados de los trabajadores llegó a su fin. Reunidos este jueves en el Ministerio de Trabajo, la patronal hizo saber que pretendía que los 38 empleados que quedaron –19 ya arreglaron individualmente su desvinculación– firmen la aceptación de cobrar el 75 % de las indemnizaciones, en nueve cuotas y sin garantías. Los representantes de los trabajadores pidieron, al menos, esto último. Uno de los dueños, Rolando Balbazoni, apadrinado por dos abogados, se plantó en la última oferta y dio por terminadas las negociaciones. Es decir, no habrá indemnización y los trabajadores llevarán su reclamo a la Justicia.

Como resultado, la idea de encarar por la salida cooperativa comenzó a tomar más fuerza entre los empleados del laboratorio oftalmológico, que resolvieron retomar el corte de calle, montar guardia en las puertas de Mendoza al 8100 para custodiar las maquinarias y pelear la expropiación del inmueble.

“Iniciaremos juicios contra la empresa por el pago del ciento por ciento de las indemnizaciones. Mientras tanto custodiaremos la planta para que no se lleven las máquinas”, dijo Miguel López, secretario general del Sindicato de Empleados de la Industria del Vidrio y Afines. Y continuó: “Desde nuestro sindicato y el de Obreros del Vidrio (Soiva) iniciaremos conversaciones para estudiar la continuidad como cooperativa en la misma fábrica y con esas maquinarias”.

Balbazoni Hermanos cerró sus puertas hace dos meses. Sus dueños, Rolando y Humberto, argumentaron estar “cansados”. La fatiga patronal dejó a 57 trabajadores en la calle. El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, y después la conciliación voluntaria. Esto les permitió a los empleados cobrar el salario de junio más el medio aguinaldo, que terminaron de percibir este jueves. En un momento se barajó la posibilidad de venta a la empresa de Buenos Aires Augusto Express, pero no prosperó.

“No quisieron seguir con la conciliación y se negaron a pagar el mes de julio, que correspondería porque está dentro de la conciliación voluntaria que terminó hoy”, comentó López.

Ariel Tapia, obrero de Balbazoni e integrante de la comisión interna de Soiva, se quejó frente a la “intransigencia” de la empresa.

“La gente está muy irritada por tanto manoseo de la patronal. Nos vamos a quedar en la puerta para que no entre nadie. La idea es formar la cooperativa para seguir trabajando, ya que la situación está complicada. Nosotros lo único que queremos es conservar el trabajo, y lucharemos por eso”, machacó Tapia.

Los trabajadores de Balbazoni volvieron a cortar calle Mendoza al 8100 para manifestar toda su bronca tras la frustración de las negociaciones.

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