Si hay diferencias internas, este no es el momento para mostrarlas. El razonamiento campea en las tribus internas del socialismo santafesino tras el resultado de las primarias para concejales en Rosario, en las que el conjunto de listas del peronismo obtuvo 52 mil votos más que los logrados por las nóminas del Frente Progresista Cívico y Social. Y así se dan postales como la de la entrega por parte de la provincia de una partida de 10 millones de pesos de los Fondos del Conurbano al municipio rosarino. Esta mano que el gobernador Hermes Binner le dio al intendente Miguel Lifschitz se suma a la relacionada con la atención de la salud pública de alta complejidad, que implicó la transferencia de 80 millones de pesos desde el gobierno provincial al municipal. Y generó una foto de unidad en la que, por supuesto, no faltó la primera candidata a concejal Clara García.

La entrega de la partida de los Fondos del Conurbano fue este viernes en Rosario y Binner y Lifschitz intercambiaron sonrisas junto con la candidata y varios otros dirigentes y funcionarios de ambas administraciones.

Tanto el gobernador como el intendente señalaron que la forma de distribución de los fondos que realizaban las administraciones provinciales justicialistas no eran las correctas y que ahora sí se están haciendo las cosas bien.

“Recién el año pasado comenzamos a recibir este dinero. En los diez años anteriores la Municipalidad recibió 21 millones, y ahora estamos recibiendo casi la misma cifra pero por año”, celebró Lifschitz.

“Esto tiene que ver con aplicar la ley, no discriminar ni a Rosario ni a Santa Fe. En los años anteriores los fondos se usaban para cualquier otra cosa y hoy son para los conurbanos, para finalidades sociales, emprendimientos comunitarios, para emprendimientos que tengan que ver con los sectores más postergados de la ciudad”, agregó.

“Había una interpretación amañada de lo que era este fondo, y por eso alguna vez se usó parte del mismo para construir una cancha de bochas en el club de un pueblo o para reformar una plaza en otro, pero no para su fin específico”, señaló Binner.

Según se informó desde la Casa Gris, los 10 millones que acaba de recibir la Municipalidad serán destinados a la adquisición de 9 camiones para recolección de residuos destinados al llamado Plan de Gestión Ambiental. “Este proyecto surge de la necesidad de mejorar la integración de sectores vulnerables de la población (recolectores informales) mediante la implementación de estrategias de separación de residuos y esquemas de base corporativa, reutilización y comercialización”, indica la resolución del Ministerio de Gobierno y Reforma del estado del gobierno provincial, por la que se otorgó el dinero.

A comienzos de este año la provincia había cumplido también con la promesa de solventar las prestaciones de alta complejidad del sistema municipal de salud rosarino. En ese caso fueron 80 millones los que llegaron al Palacio de los Leones.

Ahora, la nueva inyección de fondos y la consiguiente foto de gobernador e intendente estrechando sus diestras llegan en pleno arranque del tramo final de la campaña para las elecciones a concejales, signada por el resultado de las primarias, en las que la diferencia de votos entre las listas justicialistas y las del oficialismo sorprendió.

Aunque para afuera insistieron en remarcar que lo sucedido en las primarias no es referencia para lo que pueda ocurrir en la general y se mostraron confiados en lograr un triunfo, para adentro la lectura de los socialistas fue otra: hay que ponerse las pilas para revertir la diferencia y asegurar la victoria.

En tal lectura parecen coincidir los distintos sectores internos, que resolvieron dejar de lado sus disputas ligadas al futuro político de sus principales referentes. Ni a Binner ni a Rubén Giustiniani les conviene una derrota en Rosario, más allá de que tal resultado minaría la intención de Lifschitz de anotarse como candidato a gobernador en el 2011. Además, enfrente, encabezando la lista del peronismo, está el ex socialista Héctor Cavallero, todo un enemigo íntimo de los actuales dirigentes del partido de la rosa.

Para Lifschitz y los suyos, la parada del 27 de setiembre es vital. Y en los pasillos de los ámbitos municipales se relata que el propio intendente resolvió ponerse al frente de la campaña con el objetivo de evitar sorpresas. El viernes de la semana pasada hubo reuniones en los distintos distritos de la ciudad en la que se discutieron líneas y acciones a seguir para juntar los votos que permitan revertir los números que arrojaron las primarias. Lifschitz encabezó el encuentro en el distrito Centro y los funcionarios del municipio y los actuales concejales se sumaron a las reuniones en las distintas zonas de la ciudad para convocar a los militantes barriales a no escatimar esfuerzos en ese sentido.

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