Tenía que ser él...
Tenía que ser él...

En un partido para el infarto la selección logró una victoria fundamental para seguir soñando con jugar el Mundial. Los peruanos empataron en el minuto 90 y cuando el partido se moría, el increíble Palermo le salvó las papas a Maradona. El miércoles con Uruguay.

¡Mamita, qué manera de sufrir! Argentina estuvo a segundos de quedar seriamente complicado para clasificar al próximo mundial pero en tiempo de descuento Martín Palermo le agregó un capítulo más a su verdadera vida de película y se vistió de salvador para mantener intactas las chances de estar en Sudáfrica en 2010.

No apto para cardíacos

Era una verdadera final y se vivió como tal. Con la gente alentando con el corazón (y algo más) en la garganta y el equipo queriendo llevarse por delante a Perú sin importar demasiado el camino a seguir. El primer tiempo fue un monólogo de los dirigidos por Maradona que le cascotearon el rancho literalmente al conjunto visitante pero no pudieron vulnerar el arco defendido por Butrón.

Sin jugar para nada bien, Argentina se las ingenió para disponer de una gran cantidad de posibilidades concretas de gol pero no pudo ni supo aprovecharlas. Lo de Perú fue menos que lo imaginado: Todos atrás y que el tiempo corra.

De la nada a la gloria

En el arranque mismo del complemento, Gonzalo Higuaín, convocado tardíamente, apareció como una tromba y provocó la explosión del repleto estadio Monumental y de todo el pueblo argentino que sufría observando el encuentro por televisión. Tranquilidad a medias y sensación de que si no se convertía otro gol a la brevedad la cosa se podía complicar.

Y se complicó. El conjunto nacional no encontró nunca el patrón de juego y siguió deambulando en el desorden y a la espera de la aparición de alguna individualidad que desequilibrara el trámite. Pero eso nunca sucedió y el reloj avanzaba sin prisa pero sin pausa mientras el tanto de ventaja parecía demasiado poco para no comerse las uñas.

De película

El final fue digno de Hollywood. Los peruanos se dieron cuenta que Argentina cedía terreno y se quedaba sin resto físico y se animaron a ir en busca de un poco más. En uno de esos tímidos embates, un par de yerros defensivos posibilitaron que Rengifo, en el ocaso del partido, clavara el tanto del empate y sumergiera al país entero ena pesadilla de las peores que se dieron (futbolísticamente hablando, por supuesto). en los últimos tiempos.

Pero como en los mejores cuentos de suspenso, todavía quedaba tiempo para más. El árbitro adicionó dos minutos y Argentina, a pura vergüenza, fue en busca del milagro. Y el milagro llegó de la mano (o de los pies propiamente dicho) de Martín Palermo, el mismo que marcó goles de todas las maneras posibles (con ligamentos rotos incluidos), que marró 3 penales en un mismo partido, que se fracturó una pierna por gritar un tanto con los hinchas en España y que convirtió alguna vez colgado del travesaño y otra de cabeza desde casi la mitad de la cancha. El hombre que rompió todos los récords posibles, pescó la última bola y la mandó a la red para que el sueño siga siendo sueño y todos despertemos de la pesadilla en la que nuestra selección, después de muchísimos años, se quedaba afuera de un mundial de fútbol.

Síntesis

Argentina: Sergio Romero; Jonás Gutiérrez, Rolando Schiavi, Gabriel Heinze y Emiliano Insúa; Enzo Pérez, Javier Mascherano y Angel Di María; Pablo Aimar; Lionel Messi y Gonzalo Higuaín. DT: Diego Maradona.

Perú: Leao Butrón; Amilton Prado, Carlos Zambrano, Alberto Rodríguez y Walter Vílchez; Nolberto Solano, Rainer Torres, Josemor Ballón y Juan Vargas; Luis Ramírez; Johan Fano. DT: José Del Solar.

Goles en el segundo tiempo: 2’ Higuaín (A), 44’ Rengifo (P) y 47’ Palermo (A).

Cambios en el segundo tiempo: Martín Palermo por Pérez (A), 19’ Roberto Palacios por Torres (P), 22’ Martín Demichelis por Higuaín (A), 27’ Hernán Renifo por Fano (P), 31’ Federico Insúa por Aimar (A),

Arbitro: René Ortubé
Cancha: River Plate.

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