Día especial en la plaza San Martín.
Día especial en la plaza San Martín.

En el Día de la Madre, reafirmaron su voluntad de pelea. Por la tarde, fueron recibidos por Binner quien les transmitió su voluntad de apoyo. Le agradecieron el gesto pero no levantarán la carpa. “No le podemos dar de comer a nuestros hijos buena voluntad”, dijeron.

Los trabajadores de Mahle resisten. No hay presiones ni promesas incumplidas ni retiros voluntarios ni ninguneos gremiales o engaños empresariales que los hagan retroceder. Están convencidos de que su lucha no sólo es por la defensa de sus puestos de trabajo y por la más grande fábrica de aros de pistón del país, sino que consideran que está en juego “la dignidad de todos los trabajadores víctimas del capitalismo salvaje”.

La carpa de protesta que instalaron frente a la sede del gobierno provincial estuvo colmada durante todo el domingo a pesar de conmemorarse el Día de la Madre. “Algunos nos rotamos para ir a visitar a nuestras madres y otro grupo lo festejó acá en la carpa junto a sus familiares”, contó uno de los obreros. Todos destacaron que el sacrificio y “el aguante” se basan en el fundamental apoyo de sus familias. La sorpresa de la jornada fue que el gobernador Hermes Binner los recibió por la tarde en su despacho local (ver aparte).

“Cada uno tiene sus razones para pelear; en mi caso personal, mi padre y mi abuelo trabajaron en la fábrica. Pero está claro que este grupo tiene un arraigo y un afecto especial con la planta, y que está convencido de que hay que luchar hasta el final para verla funcionar otra vez”, dice Roberto Campos, uno de los delegados de Mahle.

Por qué seguir

La tarde de domingo transcurre tranquila por la zona de la plaza San Martín y el corte de la calle Santa Fe, frente a la ex jefatura, pasa desapercibido. En la vereda, junto a dos grandes carpas los obreros de Mahle toman mate y juegan al truco en mesones.

El espíritu aún está en alto, a pesar de tantas frustraciones y amagues de supuestos compradores de la planta que no llegaron.Y a pesar de que más de la mitad de los empleados se acogió al retiro voluntario y que los que quedaron ya no cobran el salario.

“Nosotros ya sabíamos desde el comienzo del conflicto que había una cantidad de compañeros que tenía tomada, por distintas razones, la decisión de retirarse si se daba esa opción. Y después, teníamos a un grupo de gente grande a poco de jubilarse que sabíamos se irían si la oferta era buena. No somos ingenuos, y sabíamos que la intención era quebrarnos, dividirnos, pero no lo consiguieron. En cambio, logramos que los que se fueron lo hicieran de la mejor manera”, destaca Campos.

“¿Por qué nosotros rechazamos los retiros y seguimos en la lucha? Creo que porque somos conscientes de que defendemos una empresa de 60 años en la que los trabajadores pusieron su vida, porque es la fabrica de aros más grande del país, y porque no vamos a dejar que un grupo de brasileños o alemanes hagan trizas esta fuente de trabajo de Rosario”, sentencia.

“Las crisis las generan los propios capitalistas y las terminan pagando los trabajadores, y no es sólo una consigna o un dicho más: es así. Y si no, están los ejemplos por todos lados, desde Kraft hasta Paraná Metal.

Cuando los empresarios ganan mucha plata no la reparten y cuando la pierden la pagan con la sangre de los trabajadores”, señala el delegado sindical.

“Hay que hacer retroceder a estos tipos porque de lo contrario se crea el antecedente. Hay que evitar los despidos masivos. Eso es parte de nuestra lucha y por lo que conseguimos el compromiso de los dos gobiernos (nacional y provincial) de que la planta se tiene que volver a abrir”, destaca Campos.

Voces bajo la carpa

Gustavo Díaz es un empleado con más de 26 años en la empresa y cuenta que rechazó el retiro porque está convencido de que vale la pena la lucha. “Nunca me imaginé que iba a estar cortando una autopista, ni que iba a viajar para manifestaciones, ni que iba a estar en una carpa. Pero aquí estoy, y después de tanta pelea dejar de luchar ahora no me parecía bien”, resalta el obrero.

Para Sebastián Martínez lo más duro fue que cuando parecía que estaba todo listo y arreglado, después la salida se pinchaba. “Primero festejamos cuando apareció Vasena, después con la reunión con Moreno, y a la semana ¡pum! Basualdo de Aros Kim dice que ahora sí. A nosotros, ya no nos parece seria ninguna promesa más”.

Mónica Piccioni es una trabajadora con dieciocho años en la fábrica y dice que nunca se deprimió ni se angustió. “Cuando me di cuenta que nuestro destino estaba en nuestras propias manos, y que nos habían querido pisotear, me dije voy a ir a fondo, porque permitir este atropello es dejar un antecedente a las generaciones que vienen. Sentí en carne propia lo que es ser un número más, el no reconocimiento como persona humana del trabajador”, precisa.

“Para luchar lo principal es tener el respaldo familiar. Yo tengo un hijo trasplantado del que fui donante por lo que tuve que delegar en aquel momento muchas cosas a mis otros hijos que son cinco, y además tengo tres nietos. Cuando empezó lo de Mahle los senté a todos y les dije que los iba necesitar otra vez, como entonces”, relata la mujer.

Manuel Sánchez, un trabajador que se desempeñaba en los hornos de la planta, recuerda que años atrás, cuando veía por la tele lo que les pasaba otros obreros, jamás se le ocurrió que le pudiera pasar a él.

“A uno lo aíslan y no se da cuenta de que forma parte de una misma cosa. Si no estuviera convencido de esta lucha no estaría aquí y eso es en parte también por la solidaridad de tanta gente. Por supuesto que, lo primero para no aflojar es sentirse apoyado por la familia. Tengo cuatro hijos y saben lo que pasa. Aunque a veces, para no preocuparlos mucho, les repito los que nos dicen desde el gobierno que «está todo bien, que hay un comprador», una mentira piadosa para los pibes, pero para nosotros es parte de la mentira general”.

La mayor parte de los obreros está desilusionada con el gobierno nacional por las falsas promesas que recibieron, por tantas alternativas que les aseguraron y que no se cumplieron. Y también con la UOM local. “Nos respaldaron más los compañeros de
la UOM Rafaela y Villa (Constitución), es muy triste”, se lamenta Campos.

Binner los atendió en la sede de gobierno

A las 18.30 de del domingo, Hermes Binner junto a la viceministra de Trabajo Alicia Ciciliani y el senador provincial Juan Carlos Zabalza, atendió a los obreros. El delegado sindical Roberto Campos contó que el mandatario les reafirmó su compromiso de buscar una solución y que “mañana (por este lunes) Ciciliani viajará a Buenos Aires, a una reunión importante en Trabajo con (el empresario Jorge) Basualdo y la UOM nacional”.

“Les agradecimos la voluntad pero, sin cobrar sueldo, ya no podemos darles de comer buena voluntad a nuestros hijos. Ahora queremos soluciones concretas. La carpa sigue por tiempo indefinido y mañana (por este lunes) vamos a definir cómo incrementamos el plan de lucha.

Por la tarde nos reunimos con la Multisectotrial y después con la CGT”, indicó Campos.

(Fuente: El Ciudadano)

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